El mercado asegurador en Latinoamérica experimentó una caída del 5,5% en primas en 2018, hasta los 150.593 millones de dólares, el 55,4% de las cuales se registraron en No Vida y el otro 44,6%, en Vida. Estos datos se recogen en el informe “El mercado asegurador latinoamericano en 2018”, presentado por el Servicio de Estudios de Mapfre y editado por Fundación Mapfre.
La caída se produce tanto en seguros de Vida como de No Vida y se explica principalmente por el comportamiento de los tipos de cambio, la ralentización económica de algunos países, principalmente México y Brasil, así como por el impacto de la aplicación de políticas monetarias acomodaticias.
De manera agregada, las primas de los seguros de Vida cayeron un 7,2% frente al crecimiento del 9% del año previo, y las de No Vida lo hicieron un 4% frente al incremento del 8,2% de 2017. En el primer grupo, los seguros de Vida individual y colectivo (85,6% del total de los seguros de Vida) experimentaron un retroceso del 9,1%, explicado en buena parte por la caída de esta línea de negocio en Brasil. Por su parte, dentro de No Vida, el ramo de Automóviles, que representa el 18,7% del total de primas, tuvo una contracción del 7,4%.
La depreciación de las divisas, principalmente del peso argentino y del real brasileño, y sus consecuencias en la evolución del negocio es tal que la gran mayoría de los mercados aseguradores de la región experimentaron crecimientos reales en el volumen de primas en sus respectivas monedas, a excepción de Guatemala, Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela. En el lado contrario, destacó el comportamiento de Perú o Chile, que presentaron notables crecimientos en línea con la buena evolución de sus economías. También presentaron un balance positivo República Dominicana, Bolivia, Puerto Rico, Panamá y El Salvador.
El resultado neto agregado del mercado asegurador en la región se situó en 12.064,2 millones de dólares en 2018, lo que supone un incremento del 35,8% frente al año anterior. La mayor parte de los mercados mostraron crecimientos en su beneficio medido en dólares. En cuanto a la rentabilidad de los fondos propios (ROE) destaca Argentina (28,6%), República Dominicana (24,7%) y Nicaragua (24%).
A su vez, los mercados aseguradores de América Latina que presentan mayores niveles de concentración en 2018 siguen siendo, como el año anterior, Costa Rica, Uruguay, Nicaragua y Perú.
Tendencias estructurales
El informe elaborado anualmente por el Servicio de Estudios de MAPFRE tiene también como objetivo la revisión de las principales tendencias estructurales que subyacen en el crecimiento de la actividad, tales como la penetración (primas en relación al PIB), la densidad (primas per cápita, medida en este caso en dólares) y la profundización del seguro (la relación entre las primas de los seguros de Vida respecto de las primas totales). Aunque todos estos índices han tenido una evolución positiva en la última década (2008-2018), aún están lejos de alcanzar un nivel de aseguramiento considerado económicamente necesario y beneficioso para la sociedad.
La referencia de penetración se ubicó en el 2,9% en 2018, el mismo que en 2017, aunque se ha producido un aumento de 0,6 puntos porcentuales desde 2008 gracias al desarrollo de los seguros de Vida. Puerto Rico sigue siendo el país con mayor índice de penetración, con el 13,4% en 2018, debido al importante rol de las entidades aseguradoras en su sistema sanitario, seguido de Chile (4,6%) y Brasil (3,1%). En lo que respecta a la densidad, cada habitante de la región gastó en promedio 246,6 dólares en seguros en 2018, lo que supone un descenso del 6,4% respecto al año previo, debido en buena medida a la depreciación de monedas locales frente al dólar. La mayor parte de este gasto se concentró en el segmento de No Vida (136,7 dólares). Y el índice de profundización también mostró una tendencia descendente. Se situó en el 44,6% en 2018, 0,8 puntos porcentuales menos que en 2017, fuertemente influido por el comportamiento del segmento de Vida en Brasil.
En el informe se analiza la Brecha de Protección del Seguro (BPS), que representa la diferencia entre la cobertura de seguros que es económicamente necesaria y beneficiosa para la sociedad y la cantidad de dicha cobertura efectivamente adquirida. La estimación de la BPS para el mercado asegurador latinoamericano se situó en 254.300 millones de dólares en 2018, un 1,9% menos que el año anterior.
Además, la determinación de la BPS permite medir el mercado potencial de seguros en la región o el tamaño del mercado que podría alcanzarse si desapareciera esta brecha. De esta manera, el mercado potencial de seguros en América Latina en 2018 (la suma del mercado asegurador real y la BPS) se ubicó en 404.900 millones de dólares, lo que significa 2,7 veces el mercado actual en la región (150.600 millones).