Dado el significativo aumento de familias con un alto nivel patrimonial en todo el mundo, no es sorprendente que los family offices hayan tomado un mayor protagonismo. Al menos así lo defiende Credit Suisse en su último informe sobre family offices, en el que aborda desde la evolución de esta figura de servicios financieros hasta cómo ven el futuro de su negocio.
Aunque el rendimiento financiero sea una de las principales áreas de interés, los family offices que han participado en este estudio (que cubre 41 mercados principalmente de Europa, América Latina y Oriente Medio y que gestionan entre 90.000 -80.000 millones de dólares en activos) reconocen que igualmente importante es ofrecer servicios financieros de calidad, realizar una asignación estratégica de activos óptima, la gestión, el asesoramiento y la gestión de riesgos.
“Realizar una asignación estratégica de activos sensata puede ser la contribución más importante que los family offices pueden realizar a sus clientes, lo que se refleja en que el 91% de los encuestados identifica la asignación de activos y las directrices de inversión como servicios clave”, señala Nannette Hechler-Fayd’herbe, CIO de IWM en Credit Suisse.
También se preguntó a los encuestados a qué retos se enfrentan actualmente o se enfrentarán en el futuro, y su repuesta fue clara: «La tecnología, la informática y la ciberseguridad surgieron como los retos más acuciantes a los que se enfrentan, seguidos de la eficiencia de costes y la contratación de talentos», indica el informe. En cuanto a las familias que recurren a sus servicios, estas conceden gran importancia a la inversión sostenible y la educación/preparación de la próxima generación. Sin embargo, según indican las conclusiones del informe, su atención actual se centra en la gestión de la volatilidad relacionada con la pandemia para asegurar la prosperidad a largo plazo.
Principales tendencias
Por su diseño, los family offices se centran en “la siguiente generación” tanto en términos de mantener y ampliar la riqueza de sus clientes como en no quedarse fuera de las tendencias que van imponiéndose en la industria.
En este sentido, la mayor atención a los mercados privados es la primera de las tendencias que el estudio de Credit Suisse identifica entre los family offices. Según recoge el documento, los principales motivos han sido: la búsqueda de un mejor control de la inversión, el atractivo de los mercados de capitales, el menor precio de la volatilidad y el actual entorno de bajos tipos de interés. Por eso, según reconoce el 55% de los encuestados, el acceso a oportunidades de inversión en mercados privados, incluida la co-inversión, es fundamental cuando tienen que elegir socios bancarios con los que trabajar.
Para dar respuesta a esta tendencia, algunos family offices han optado por asociarse con otras firmas para llevar a cabo una estrategia de inversión directa privada común. “Aunque este enfoque ofrece atractivas sinergias en torno a la infraestructura, la búsqueda de acuerdos y el intercambio de ideas, puede crear problemas de gobernanza con la selección de inversiones y la gestión continua de las inversiones”, indica el informe.
Otra tendencia en alza es la inversión sostenible. Según el documento de Credit Suisse, los servicios que ofrecen ayudan a alinear las actividades de sostenibilidad con los valores y las necesidades patrimoniales de sus clientes, y determinar cómo encaja la visión de la sostenibilidad en el legado familiar a largo plazo. Eso sí, matiza que cada family office tiene un punto de partida y un camino diferente hacia la sostenibilidad, pero identifica un marco común caracterizado por: definir una visión, evaluar el nivel de compromiso, identificar un horizonte temporal, elegir los vehículos de inversión más apropiados, alinear los valores familiares con las estrategias de inversión, e implementar y seguir las novedades regulatorias.
En línea con esa visión “familiar”, otra tendencia clave es su labor a la de hora de preparar y ejecutar planes de sucesión para garantizar una transición fluida del patrimonio y mantener un sentido de unidad familiar. Según el informe, este es un aspecto muy relevante de su negocio, ya que se calcula que en las próximas dos décadas se transferirá de una generación a otra más de 35 billones de dólares de patrimonio familiar.
Una clave para los family offices es comprender que estas nuevas generaciones tienen sus propias características. Por ejemplo, según una reciente encuesta de Credit Suisse, el 60% de las familias están más abiertas a hablar de la gestión de su requisa y un 97% está interesado en involucrarse de forma activa en las inversiones de su familia. En este sentido, los family offices apuestan de forma común por ampliar la formación financiera de sus clientes, además el informe considera que pueden contribuir en tres áreas: establecer un modelo de gobernanza; fomentar el diálogo entre los miembros de la familia miembros de la familia y entre generaciones, y elaborar una filosofía de inversión familiar.
Otra tendencia es la tecnología. Según el informe, elegir la “tecnología correcta” puede ayudar a los family offices a lograr de forma efectiva sus objetivos, gestionar los cambios que plantea la transición de la riqueza a otra generación y seguir el ritmo de evolución de la industria de inversión. Esta visión de la tecnología no es teórica, sino práctica y por eso el informe se refiere a que tienen aplicaciones como en la gestión del riesgo, la gestión de las relaciones con el cliente, la parte operativa de trading y gestión de las carteras, así como a la hora de hacer reportes y apostar por la ciberseguridad.
Por último, se identifica una tendencia más: la gestión integrada del riesgo. “La conservación del patrimonio familiar a través de las generaciones es una tarea extremadamente compleja. Existen muchos riesgos que pueden hacer descarrilar a una familia de lograr su legado a largo plazo. Las familias deben desarrollar un enfoque de gestión de riesgos integrado entre los activos de la empresa familiar y los activos familiares privados para proteger a la familia del riesgo”, recuerda la entidad en su informe.
Así, la diversificación de los activos es una de las principales tareas de los family offices. “Debido a la creciente demanda de transparencia del riesgo, la inversión directa y el real estate han ganado popularidad en los últimos años, en comparación con los complejos productos del mercado de capitales financieros. Tanto las familias como los family offices tienden a buscar productos de inversión con un menor nivel de complejidad y con mayor proximidad a la inversión y la capacidad de influir en la misma. Para gestionar eficazmente los activos, existen siete categorías de riesgo que pueden ayudar a los family offices a desarrollar un enfoque sólido y coherente de la gestión de riesgos”, concluye el informe.