“El año 2017 ha sido un año singular: así como la nao Victoria invirtió tres años y poco en dar la vuelta al mundo, Magallanes ha cumplido tres años desde su fundación. La expedición de la Victoria no solo fue importante por ser la primera circunnavegación en la historia, sino también porque abrió nuevos horizontes cambiando la ciencia y la concepción de la Tierra”: así comienza Iván Martín, director de Inversiones de Magallanes Value Investors, su última carta trimestral en la que celebra su tercer aniversario.
«Nuestro viaje no ha terminado, tenemos el firme propósito de convertirnos en un referente en calidad de la gestión y excelencia en el servicio al cliente dentro de la industria de la gestión de activos. Estamos convencidos de que el éxito viene cuando el cliente se convierte en la prioridad. En Magallanes, el cliente es lo primero”, añade.
En estos tres años, y a pesar de que considera que el horizonte temporal a la hora de invertir en bolsa debería medirse en décadas, ya comienza a hablar de rentabilidades anualizadas a largo plazo. Así, la rentabilidad de sus fondos European e Iberian desde su origen es del 12,76% y 13,45% anual compuesto, que corresponde a un 42,04% y 43,23% de rentabilidad acumulada, respectivamente. Unas cifras para celebrar.
En total, con datos a cierre de 2017, gestiona y asesora un total de 1.800 millones de euros pertenecientes a más de 15.000 inversores. Dicho patrimonio está repartido en tres estrategias de las que, a su vez, cuelgan diferentes vehículos de inversión según la siguiente distribución: en Europa, 1.296 millones de euros; en Iberia, 422 millones; y en microcaps, 82 millones. Unos niveles que ya hacen pensar el cierres parciales: “Uno de nuestros principios tiene que ver con el firme compromiso con la calidad en la gestión, que prevalece sobre el tamaño. Llegado el momento, dependiendo de las condiciones de mercado, dicho compromiso podría traducirse en el cierre parcial o total de las estrategias gestionadas. En este sentido, tanto la estrategia ibérica como la de microcaps, lanzada en marzo de 2017, se encontrarían no muy lejos de sus tamaños óptimos de gestión”, advierte.
También destaca el incremento de clientes extranjeros en sus fondos, llegando a ser del 40% para el caso del fondo europeo domiciliado en Luxemburgo. “En esta línea, durante el último trimestre del año hemos creado una nueva clase de participación denominada en libras esterlinas para dicho fondo”, anuncia.
Decisiones de cara a MiFID II
En su carta, recuerda que el pasado 3 de enero entró en vigor MiFID II. “En resumen, el espíritu de la norma persigue una mayor transparencia de los mercados financieros, así como reforzar la protección al inversor”, explica.
Con respecto a la decisión de los costes de análisis externo, anuncia que los asumirá sin repercutirlos a los clientes: “El proceso de inversión de Magallanes basado en un elevado conocimiento de las compañías donde invertimos hace que elaboremos internamente los informes de análisis y valoración de los valores que tenemos en cartera. Basados en nuestra filosofía de gestión activa, nuestro análisis interno es la clave para generar retornos superiores para nuestros clientes, siendo el uso de análisis externo otra fuente más dentro de nuestro proceso de inversión. MiFID II pretende mejorar la transparencia en lo referente a los costes de análisis, por lo tanto, consideramos como opción más ética y natural que Magallanes asuma el coste total por análisis, sin repercutir el importe del mismo ni a los fondos ni a los partícipes”.
Encuentro con Peter Lynch
En la carta, Martín recuerda también su encuentro el pasado diciembre con Peter Lynch en sus oficinas de Boston, posible gracias a la coincidencia en una idea de inversión.
«Representa el prototipo del inversor en valor: audaz, templado, paciente, inteligente, abierto y muy especialmente contrario a cualquier dogmatismo en lo referente a inversiones, lo que le ha hecho ganar el calificativo por nuestra parte de inversor total”, explica y de ahí que no sea casualidad que el nombre de la gestora sea Magallanes: “Aparte de ser un claro tributo a la figura histórica de Fernando de Magallanes, también lo es a la de Peter Lynch, tomando el nombre del fondo que gestionó durante más de una década”.
Martín recuerda algunas ideas de inversión tratadas en la conversación, y palabras del propio Peter: “No me preparo, sigo analizando empresas”, dice. “Saber que el mercado es volátil, moviéndose de forma virulenta cada cierto tiempo, no debería servirnos como herramienta para intentar posicionar nuestra cartera. Todo lo que se necesita saber es que dichas caídas ocurren y que no duran para siempre. Dentro de un horizonte temporal razonable, recuperaremos y ganaremos dinero. Es por eso que Peter recuerda que el órgano del cuerpo humano más importante a la hora de invertir es “el estómago y no el cerebro”. Interiorizar este hecho hace que te centres en lo realmente importante: el análisis de empresas”, explica Martín.
¿Posibilidad de correcciones?
Y enlaza esta idea con la posibilidad de correcciones tras las fuertes alzas del pasado: “Somos conscientes de la posibilidad de caídas durante las próximas semanas, meses o trimestres. Nuestros fondos invierten en compañías que cotizan en bolsa y por lo tanto no serán inmunes ante caídas de mercado. El miedo a una posible corrección no hará que dejemos de seguir buscando empresas e invirtiendo en aquellas con alto potencial de revalorización. Un barco guiado por una tripulación competente tendrá más posibilidades de sobrellevar una tormenta que un barco sin tripulación, igual que una cartera de buenas acciones obtendrá, a largo plazo, una mayor rentabilidad que una cartera no invertida por miedo a la aparición de una tormenta”, explica.
Frente a esta posibilidad, hay una fórmula pues: conocer lo que se compra. “Conocer en profundidad lo que se tiene en cartera ayuda especialmente cuando la situación empeora. Si entiendes bien un negocio, estarás dispuesto a comprar más en caso de que su precio caiga, igual que no te lo pensarás dos veces a la hora de comprar el coche de tus sueños en un proceso de liquidación de existencias”, explica.
En este contexto, hay que buscar ideas de forma constante. “Las buenas ideas de inversión, aquellas que te hacen multiplicar varias veces tu dinero, son escasas, pero existen. Cuantas más ideas veamos, más posibilidades tendremos de encontrar una de estas joyas. Si miramos 10 ideas, con suerte encontremos 1 que merezca la pena, si miramos 100, probablemente lleguemos a 10, lo que sería un número respetable de buenas ideas. Uno de los aspectos distintivos dentro del proceso de inversión de Magallanes es precisamente cómo identificamos ideas. Para ello utilizamos diferentes canales”, explica Martín.
Aproximadamente, una de cada tres ideas en cartera es generada por observación. “Prestamos especial atención al mundo que nos rodea. Algunas de nuestras mejores ideas, pasadas y presentes, provienen de la observación, por ejemplo, Kapsch TrafficCom, Conzzeta, Temenos, Barón de Ley o Savencia, entre otras. También encuentran un gran número de ideas a través del estudio, análisis y lectura de todo lo que cae en sus manos: dentro de esta categoría, Orkla, Porsche Holding y Renault son buenos ejemplos. “Igualmente, algunas de nuestras ideas más controvertidas y al mismo tiempo más rentables, han venido por el hecho de adoptar una actitud contraria al consenso generalizado de mercado, nuestra inversión en barcos, Euronav y Scorpio Tankers, entraría dentro de esta temática”. Aunque de forma residual, también consideran compañías que están atravesando momentos complicados, inmersas en complejos procesos de reestructuración, así como otras situaciones especiales, tales como spin-offs. La trama E.ON–Uniper encajaría dentro de este concepto.
En este sentido, en su libro “One Up On Wall Street”, disponible en castellano, Peter Lynch aporta una muy útil clasificación de empresas atendiendo al perfil de crecimiento, ciclicidad y riesgo de cada negocio. Las compañías se pueden clasificar en seis categorías: bajo crecimiento (Orange Polska), estables (Savencia), alto crecimiento (Aker BP), cíclicas (Renault), activos respaldados (Pargesa Holding) y reestructuraciones (Metro AG). Clasificación que implementan en Magallanes y que les ayuda a entender mejor los negocios.
Una de las últimas compras de 2017 ha sido Carrefour, el segundo mayor distribuidor del mundo, después de Wal-Mart. “La amenaza omnipresente de Amazon en todo aquello susceptible de ser distribuido online ha creado la opinión popular de que el formato físico de tiendas está muerto. En consecuencia, el precio de las acciones de aquellos negocios percibidos como muertos ha sufrido más allá, en nuestra opinión, de los fundamentales de dichas compañías, incluso en un entorno de fuerte presión competitiva. Es el caso de Carrefour”, explica Martín, firma a la que estiman un potencial de revalorización próximo al 50%.