En Estados Unidos, las empresas start-ups dedicadas al asesoramiento automatizado de inversiones, más conocidas como roboadvisors, han multiplicado por ocho sus activos bajo gestión respaldadas por un amplio número de cuentas de ahorro para la jubilación. En Europa, los robo-advisors solo representan alrededor del 5% al 6% de la inversión total en Estados Unidos, pero probablemente se beneficien de un mayor interés por parte de los inversores institucionales.
Según detalla Deustche Bank Research en su informe “Robo Advice – a true innovation in asset management”, el mercado para las start-ups que se dedican a proporcionar servicios entre empresas y consumidor final se está saturando, por lo que muy probablemente habrá alianzas y adquisiciones que serán establecidas entre las firmas de asset management y los bancos en los próximos años.
Un escenario crecimiente y cambiante
El término roboadvisors se ha convertido en una de las palabras más utilizadas en relación con la tecnología financiera y la industria del asset management. Hace referencia a una nueva variedad de la oferta digital que proporciona a los inversores un acceso a una serie de servicios de asesoramiento automatizado en inversiones, ofrecidos a unos precios muy atractivos y que han experimentado un crecimiento espectacular. Esta nueva estirpe plantea un desafío significativo para el asesoramiento financiero tradicional y los servicios de asset management. Además, posee el potencial para cambiar profundamente la manera en la que el asesoramiento financiero es proporcionado gracias a la facilidad y sencillez del proceso con el que los roboadvisors pueden incorporar a sus nuevos clientes, el análisis de las carteras, la asignación de los activos y el rebalanceo, además de sus bajos costes y de un sólido rendimiento, algo que ya hecho que los activos bajo gestión hayan crecido exponencialmente en los últimos años.
El caso de Estados Unidos y la Unión Europea
En Estados Unidos, los activos bajo gestión de las empresas start-ups de robo-advisors (las firmas Fintech que excluyen asset management establecidos y que ofrecen servicios de gestión de carteras automatizados) han visto como sus activos se multiplicaban por ocho, desde los 2.300 millones de dólares que gestionaban en 2013 a los 20.000 millones de dólares que han acumulado hasta el primer trimestre de 2017. El principal impulso que ha posibilitado este crecimiento ha sido probablemente el incremento del número de cuentas de ahorro para la jubilación que utilizan roboadvisors. Por supuesto, todavía son los primeros años de historia de los roboadvisors, y se podría ver un menor ritmo de crecimiento en los siguientes años.
Existe una creciente competencia entre las empresas start-ups de roboadvisor que se han establecido como firmas de gestión de activos, así como entre los bancos que han entrado en el negocio del asesoramiento de patrimonio automatizado. El mercado se está convirtiendo en ambiente desapacible para las empresas start-ups de Fintech, en especial para aquellas que no tienen una larga red de clientes. En Estados Unidos, los activos de los planes de pensiones de contribuciones definidas, dedicados al ahorro para la jubilación, son ampliamente invertidos en firmas de asset management que gestionan enormes fondos. El giro realizado por los ahorradores de pensiones hacia las empresas de roboadvisors subsidiarias de firmas establecidas y de sus bancos probablemente impulse los activos bajo gestión de los próximos años. Con una mayor presión competitiva, las start-ups de robo-advisors muy probablemente evolucionen desde un negocio entre empresa y consumidor directo a un negocio de servicios entre empresas. Y, muy probablemente se asocien con firmas de gestión de activos o bancos, o serán absorbidos por éstos.
Un análisis detallado de los robo-advisors independientes en la Unión Europea, por ejemplo, aquellas empresas start-ups, es más difícil de poner en pie, ya que casi ninguna empresa hace públicos sus datos de activos bajo gestión. Así, las cifras disponibles sugieren que los activos bajo gestión que manejan en la Unión Europea son cercanos al 5%-6% del total invertido en Estados Unidos. Los estimados de la industria indican que existen al menos cinco firmas de roboadvisors en las que cada una gestiona más de 100 millones de euros. Además, los robo-advisors europeos están concentrados en un número pequeño de países. Reino Unido lidera la clasificación, con aproximadamente un 75% de los activos bajo gestión del mercado europeo. Y, un 17% de los activos tiene su origen en Alemania. De los 60-70 roboadvisors que están establecidos en Europa, cerca de un tercio se encuentran en Reino Unido y otro tercio en Alemania. Esto implica que los robo-advisors en Alemania son relativamente pequeños y que probablemente se vea algo de consolidación o que se pueden esperar algunas salidas en el mercado. Al mismo tiempo, el mercado alemán ofrece un enorme potencial para los roboadvisors, conforme muchos hogares no participan en los mercados de capitales y gestionan sus ahorros a través de los tradicionales depósitos bancarios.
En el conjunto de Europa, la participación en los mercados de capitales por parte de los inversores retail sufre una fuerte aversión al riesgo y una fuerte dependencia en sistemas de pensiones de reparto de beneficios. Como resultado, los depósitos bancarios (un 41%) y las aseguradoras y las reservas de fondos de pensiones (un 39%) componen el principal núcleo de ahorro financiero de los hogares. Expresado de otro modo, incluso aunque Europa tiene una gran industria de fondos de inversión (con activos bajo gestión de 23 billones de euros en 2016), los clientes típicos son inversores institucionales o individuos de grandes patrimonios (HNWIs). Al respecto, los roboadvisors podrían beneficiarse de un mayor interés por parte de los inversores institucionales o por parte de los inversores HNWI. De hecho, puede que esto esté a punto de suceder conforme, al igual que en Estados Unidos, los gestores tradicionales de activos y los bancos que gestionan los grandes fondos han comenzado a ofrecer servicios de roboadvisors en Europa. Además, en el largo plazo, los cambios entre depósitos de ahorro a inversión en el mercado de capitales pueden crear un impulso adicional para los roboadvisors en la Unión Europea.
Los clientes no son solo Millennials
Los clientes de los robo-advisors no son solo Millennials, con edades comprendidas entre los 24 y los 35 años, que adoptan rápidamente las nuevas tecnologías, prefieren un enfoque de autoservicio y son por lo tanto los usuarios lógicos iniciales. De hecho, en los primeros años de los robo-advisors de 2013 a 2014, un 50%-60% de los clientes eran Millennials. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años. Los estimados de la industria indican que los clientes estadounidenses de los roboadvisors de media se encuentran a mitad de sus 40 años, con balances que se inclinan ligeramente hacia las seis cifras. Esto apunta a una base más amplia de clientes en Estados Unidos que está cada vez más atraída por los servicios de inversión automática. La información disponible sobre la demografía de los clientes europeos de los roboadvisors es limitada. Para Alemania, existen estimaciones que apuntan que los clientes tienen una media de 40 años, un ingreso neto mensual de 4.000 euros y son graduados universitarios. Algunas cifras más detalladas están disponibles para los inversores italianos. En Italia, el número de clientes masculinos es mucho mayor que el de los clientes femeninos, algo que suele ser frecuente en la mayoría de países. Los clientes con un mayor grado de educación suelen utilizar más los servicios de los roboadvisors que los inversores con menor educación. La misma premisa suele ser válida en el caso de la educación financiera. Por último, existe una correlación linear entre el patrimonio y la utilización de roboadvisors. En general, sin embargo, los inversores que utilizan los robo-advisors probablemente no estén transfiriendo la totalidad de sus carteras a este tipo de cuentas, pero están incrementando la utilización de estos servicios.