Nos quedan nueve años para cumplir la Agenda 2030 de la ONU que recoge los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Unos objetivos para cuya consecución se deberían destinar entre 5 y 7 billones de dólares anuales y para los cuales solo se están invirtiendo tres, lo que demuestra que hay una gran necesidad de financiación. Sobre este desafío y el papel de la inversión sostenible como canalizadora de recursos ha tratado la sesión de clausura de la Semana de la ISR de Spainsif.
A pesar de que la integración de los ODS en las estrategias y la lucha por su consecución cobra una importancia mayúscula, muchos países no han asumido sus responsabilidades en materia de financiación. “Para cubrir ese déficit público es fundamental la inversión privada”, señala Iñaki Irisarri, responsable de Desarrollo Sostenible del Grupo Caja de Ingenieros.
2020 iba a ser un año clave para avanzar en la consecución de los 17 objetivos. Sin embargo, debido a la pandemia muchos se han estancado e incluso algunos han retrocedido. “Ha sido un año perdido. Se han perdido 114 millones de empleos y 120 millones de personas han vuelto a caer en la pobreza, lo que nos lleva a un mundo fuertemente divergente en el que las diferencias entre ricos y pobres se agrandan”, se lamenta Iñaki Irisarri. Por eso, es en este momento, en el que las vacunas y la recuperación económica van cogiendo fuerza, es donde debemos preguntarnos cómo queremos sentar las bases de un mundo más sostenible. “Debemos apostar por un sistema financiero que se preocupe por el sistema económico, pero también por la protección de la salud, el medioambiente y desigualdad. Podemos aportar nuestro grano de arena a través del fomento de la inversión sostenible”, señala el Irisarri.
Es cierto que el cumplimiento de los ODS supone un desafío en transparencia, gobernanza y medición para las empresas, pero la integración de estos, según explica el experto de Caja de Ingenieros, refuerza la competitividad y abre un abanico de oportunidades de acceso a nuevos mercados, financiación o mejora de reputación.
De estrategias de exclusión a la inversión de impacto
La inversión sostenible ha experimentado un proceso de maduración y sofisticación durante los últimos años. En sus inicios, la inversión socialmente responsable (ISR) contemplaba la exclusión de ciertos sectores controvertidos como aquellos relacionados con el tabaco o las armas, pasando por la consideración de factores extra financieros con la integración de factores ESG hasta la inversión de impacto, un enfoque que da «un paso más allá», según explica Cristina Llahí, Portfolio Manager en Caja de Ingenieros Gestión. «Lo que determina la inversión de impacto es si las ventas de los productos o servicios de las compañías ayudan a mitigar alguno de los ODS o generan un impacto positivo a la sociedad y el medioambiente», aclara.
La importancia de la transparencia y de contar con métricas universales
Aunque ha habido muchos avances en materia de regulación para aumentar la transparencia y unidad dentro de la inversión sostenible, el acceso a métricas comunes es algo que demandan todos los profesionales. “Nos faltan métricas cuantitativas para medir el impacto, hay muchos aspectos que son difíciles de medir aún”, señala Amparo Ruíz Campo, Country Head os Southern Europe de Pirnciplaes For Responsible Investment (PRI).
La falta de datos dificulta la transparencia y homogeneidad de los productos, una carencia que, por ejemplo, desde Candriam suplen accediendo a varias bases de datos. “Contamos con multitud de base de datos de distintas agencias especializadas para intentar capturar toda la información con un equipo que se dedica exclusivamente a analizar esos datos”, explica Elena Guanter Ros, Head of Client Relations Iberia y Head of Development Latam de Candriam.
Ruiz completa el debate añadiendo que, además, “tenemos que converger todos los actores involucrados a la hora del lenguaje y reportar el impacto de las cosas. Es importante que los inversores que consumen nuestro productos y mandatos puedan valorarlo igual que los productos de otras entidades”.