“Es más fácil para un banco entrar en el mundo digital en América Latina que en Estados Unidos, porque allí hay menos infraestructura instalada que proteger. La oportunidad es enorme para todo tipo de bancos, porque la penetración de la telefonía móvil es del 100% pero sólo el 30% de la población está bancarizada”, declara Miguel Santos, CEO de Technisys, una empresa cuyo objetivo es ayudar a bancos a transformarse a digital, y a compañías FinTech o digitales a llegar a sus clientes a través de dispositivos.
En América Latina la tendencia hacia la digitalización de la banca avanza al mismo ritmo que en el resto del mundo, dice este emprendedor nacido en Argentina al que entrevistamos en el marco de la conferencia cl@b2015, organizada por FIBA y FELABAN-, pero la regulación a la que se acoge está basada en la legislación española, lo que supone un cierto freno para la banca tradicional, aunque no para las FinTech o algunos bancos –los más avanzados- que deciden asumir los riesgos y lanzar. Como en el resto del mundo, la regulación va por detrás de la innovación.
Entre los bancos más avanzados el experto cita al brasileño Banco Original, que nació 100% digital; y alaba el gran esfuerzo que las entidades españolas BBVA o Santander están realizando; aunque señala que las corporaciones medianas, como el Banco del Pacífico, son las que tienen ante sí la mayor oportunidad.
“En los Estados Unidos hay un elevado nivel de fragmentación y razones culturales y regulatorias que impiden la transformación digital, lo que no quiere decir que no esté evolucionando. Son los nuevos players, como Simple, Paypal, Apple o Google los que están buscando el cambio” dice.
Pero la cantidad a invertir no es pequeña. Santos declara que deben invertir “todo lo que puedan, incluso captando recursos ajenos”. Las FinTech saben bien de eso. Sólo en 2014 se invirtieron 12.000 millones de dólares en FinTech en el mundo y ya hay, a día de hoy, 8.000 de estas compañías en Estados Unidos y 40.000 globalmente. El objetivo de estos nuevos jugadores no es necesariamente “venderse” una vez establecidos, sino mejorar procesos de inversiones, préstamos, pagos o servicios. Algunos acabarán vendiendo –los mejores-, y otros saldrán a bolsa o podrán transformarse en importantes players.
Serán los grandes bancos en su carrera por ponerse al día los que los adquieran, como sucedió en Estados Unidos con ING Direct, por quien pagaron 9.000 millones de dólares, o con Simple.com, con quien se hizo el BBVA. La otra opción es comprar tecnología y desarrollar su propia estructura.
Cambios que están llegando
No sorprenderá a nadie que digamos que las tarjetas de crédito desaparecerán y habrá nuevos sistemas de pago a través de dispositivos móviles; que en tres años los passwords pasarán a la historia y serán sustituidos por sistemas de identificación de personas; o que algoritmos inteligentes que analicen y recomienden remplazarán el advise personal”.
El gran desafío es la inclusión tecnológica, digital y financiera de todos los consumidores y la implementación de los mecanismos de capacitación y entrenamiento necesarios para transformar a los nativos analógicos en expertos digitales. “A eso nos dedicamos nosotros. A hacerlo fácil”, concluye. Y para mostrar hacia dónde vamos, la firma invitó a Brett King, CEO del banco de particulares Moven, innovador del año según American Banker´s y autor del libro Bank 3.0 a compartir su experiencia con los asistentes a la conferencia celebrada en Miami.