La rentabilidad de los fondos de pensiones ha superado a la de los fondos de inversión en los últimos diez años. Así se desprende del estudio «10 años de ahorro colectivo en España«, en el que se analizan los resultados en los últimos 10 años de los principales productos de ahorro colectivo en España de forma conjunta (fondos de inversión, fondos de pensiones individuales y fondos de pensiones de empleo).
El estudio destaca que los promedios de rentabilidades brutas de los fondos de inversión, de los fondos de pensiones individuales y de empleo, se han situado entre el 4,2% y 4,7%. En cambio, la rentabilidad neta de los fondos de pensiones de empleo, un 3,9%, es prácticamente un 1% superior a la de los otros dos productos debido a las menores comisiones.
Para el profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade y coautor del estudio, Jordi Fabregat, “las comisiones acaban siendo el elemento diferencial de las rentabilidades a largo plazo de estos productos de ahorro”.
Similitud de riesgo y dispersión en las rentabilidades
A pesar de las similitudes de riesgo entre los fondos de pensiones individuales y los fondos de inversión, existe, en cambio, una gran dispersión en las rentabilidades que pone de relieve la importancia de la calidad de la gestión de la inversiones, más que cualquier otro incentivo a corto plazo.
El papel de las Comisiones de Control de los fondos de pensiones de empleo, por ejemplo, las cuales deben tomar decisiones de inversión en nombre de todos los partícipes del fondo, tiene una influencia decisiva en el riesgo asumido y en la negociación de las condiciones económicas.
En este sentido, y según indica el estudio, no se demuestra que los planes de pensiones estén aprovechando su teórico mayor plazo de inversión para asumir un nivel mayor de riesgo, en interés a buscar una mayor rentabilidad. Del mismo modo, tampoco se demuestra una menor rentabilidad de los fondos de inversión por la mayor liquidez inherente en estos productos.
Tasa de ahorro española en comparación con otros países
En cuanto a la tasa de ahorro española, si la comparamos con la de diversos países europeos, se puede comprobar que España se encuentra sólo ligeramente por debajo de la media (10,4% vs 11%). Aunque cabe destacar que la estructura del ahorro de las familias españolas es diferente y está muy concentrada en los activos no financieros, de los cuales la mayor parte corresponde al sector inmobiliario, e implica que su riqueza está concentrada en unos activos menos elásticos a la oferta y demanda.
Es decir, “la importante bajada de precios del sector inmobiliario y su lenta recuperación ha provocado que las familias españolas hayan visto mermada su riqueza de forma rápida, pero en cambio tardará previsiblemente bastante más tiempo en recuperarse”, explica Xavier Bellavista, director del Área de Inversiones de Mercer. Por el contrario, “en otras economías como la de Estados Unidos, la mayor concentración en activos financieros, los cuales, en promedio, ya han recuperado toda su pérdida de valor del año 2008-2009 (punto más crítico de la crisis económica), el efecto riqueza y su impacto en el ciclo económico se está comportando de forma inversa a la situación española”, añade.
En la composición de la cartera de activos financieros, destaca el perfil conservador del inversor español, siendo los depósitos bancarios el producto más utilizado con un 42% del total en el ejercicio 2013. Los fondos de inversión y los fondos de pensiones, en cambio, pesan sólo un 12%.
Suscripción desigual a los fondos de inversiones y a los de pensiones
Observando la evolución de las suscripciones netas de fondos de inversión en España durante el período de análisis del estudio, se aprecia que desde 2006 hasta 2012 se han registrado suscripciones netas negativas, siendo en 2008 el ejercicio más negativo con un saldo negativo de 57 millones de euros. En 2013, por lo contrario, se produjo un cambio de tendencia.
El envejecimiento de la población española y las economías desarrolladas en general, hace que cada vez el ahorro privado sea más importante. Así, mientras el patrimonio gestionado en fondos de inversión decrece un 11% en el periodo de análisis del estudio, el de los fondos de pensiones en España crece un 57%.