Los propietarios de activos que buscan tener éxito en un mundo de cambios constantes como la tecnología, la demografía, la globalización, el medio ambiente o las normas sociales tendrán que reposicionar significativamente sus modelos operativos y de inversión, según concluye el nuevo estudio del Instituto Thinking Ahead (ITA) de Willis Towers Watson.
En el documento, titulado The asset owner of tomorrow, se abordan cuatro de los principales desafíos a los que los propietarios de activos han de enfrentarse y cómo estas tendencias podrían influir en su actividad en los próximos cinco o diez años.
Según ha indicado Roger Urwin, responsable global de análisis de contenido de Willis Towers Watson y principal autor del informe, “ser propietario de un bien puede llegar a ser increíblemente complejo y la tendencia indica que en los próximos años no va a facilitarse el proceso. Todo comienza con una definición clara de lo que queremos decir con el término propietario del activo, o lo que es lo mismo, las instituciones que gestionan más de 50 billones de dólares de ahorros colectivos a nivel global bajo responsabilidad discrecional y fiduciaria. La dimensión de sus activos y el alcance de su influencia hacen que los propietarios de activos no puedan fallar en su misión. Por ello, y para que los pasos prácticos descritos en el documento se desarrollen con éxito, es fundamental que los propietarios de activos comprendan mejor el mundo en el que operan, si es que desean gestionar el riesgo, explotar las oportunidades y prosperar a través de great acceleration”.
El documento describe los cuatro grandes cambios en respuesta a la gran aceleración en los próximos años:
- Cambiar el enfoque: los propietarios de los activos deben pasar de un enfoque basado en el desempeño a uno que fije su vista en los logros, reconociendo sus deberes públicos/sociales y teniendo una visión a más largo plazo de sus asignaciones de capital y responsabilidades de propiedad.
- Adopción de sistemas de automatización para mejorar la toma de decisiones:los propietarios de activos con éxito serán los que logren ser más eficientes en el manejo de “big data” y la tecnología computacional junto con la tecnología humana para crear oportunidades para el pensamiento en la red.
- Potenciar la cultura y la diversidad para seguir evolucionando el modelo de personas:el punto fuerte de los propietarios generalmente no va ligado a un liderazgo fuerte, lo que reduce la ventaja competitiva que agrega una cultura efectiva. En particular, surge la necesidad de una mayor diversidad, tanto de “identidad”, como “cognitiva”.
- Repensar el modelo de inversión:para responder de manera efectiva a los múltiples problemas de la inversión moderna, los modelos de inversión deben tener en cuenta los sistemas y métodos de riesgo y rentabilidad, cada vez más sofisticados, al mismo tiempo que deben desarrollar prácticas de sostenibilidad de una manera más centralizada.
«Para los propietarios de activos, cada situación es diferente y, precisamente, la clave de su éxito viene dada por la comprensión y la evolución de los principios de buenas prácticas y su aplicación a circunstancias únicas. Como resultado, existe la enorme necesidad de que entiendan el mundo en el que operan a través de un modelo que conecte todos estos puntos», apunta Urwin.
En su opinión, el análisis que ofrece este informe es particularmente relevante para los fondos con prestaciones que superan las aportaciones, es decir, con flujo de caja neto negativo, sujetos a una necesidad de reducción de riesgo a futuro, que además tienen horizontes de inversión relativamente cortos.
“El propietario de activos de mañana tendrá que enfocarse en múltiples horizontes temporales. A partir de este estudio se han identificado grandes oportunidades para los propietarios de activos que evolucionen hacia un profesionalismo más potente en sus modelos operativos y logren una mayor diferenciación”, concluye.