Proteger los ahorros de los ciudadanos europeos de los ciberdelicuente es el objetivo que ha unido a las principales infraestructuras e instituciones financieras europeas para lanzar la Iniciativa de Intercambio de Información e Inteligencia Cibernéticas (CIISI-EU, por sus siglas en inglés).
Como bien indica su nombre, este proyecto tiene como objetivo poner en común aquella información que sea «vital para evitar los ataques cibernético». En la iniciativa participan las instituciones e infraestructuras financieras más relevantes de Europa, como son los miembros del Euro Cyber Resilience Board for pan-European Financial Infrastructures (ECRB), que está presidida por el Banco Central Europeo (BCE). Desde las instituciones europeas se considera que para combatir el riesgo cibernético es necesario participar activamente de intercambios de información e inteligencia, así como colaborar con las partes interesadas para generar confianza dentro de la industria financiera.
Según explican desde el BCE, los objetivos fundamentales de esta iniciativa son: proteger el sistema financiero mediante la prevención, detección y respuesta a los ataques cibernéticos; facilitar el intercambio de información y buenas prácticas entre las infraestructuras financieras; y concienciar sobre las amenazas a la seguridad cibernética.
«Esta es la primera vez que las grandes infraestructuras financieras, la Europol y la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) han tomado medidas conjuntas para frenar el riesgo cibernético. Esperamos que esto sea un modelo inspirador para que otras jurisdicciones aborden una de las mayores amenazas de nuestro tiempo. Los ciberdelincuentes están robando cada vez más dinero, y por lo tanto compartir información nos ayudará a prevenir ataques y, en última instancia, proteger el dinero de la gente», ha señalado Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y el presidente de la ECRB.
En los próximos meses, el BCE publicará el marco de la iniciativa de intercambio entre la CIISI y la UE para alentar a otras jurisdicciones a seguir su ejemplo. Desde la entidad monetaria consideran que las amenazas cibernéticas suponen “un grave riesgo para la estabilidad del sistema financiero europeo y mundial”. En este sentido, argumenta que este tipo de ataques no tienen fronteras, y además son delitos que evolucionan constantemente, “amenazando con perturbar los sistemas financieros mundiales interconectados.