Las carteras de los inversores latinoamericanos y offshore estadounidenses fueron de las que mejor comportamiento experimentaron a nivel global en 2017 y obtuvieron unas rentabilidades de más del 14%, gracias a un gran cambio en las asignaciones de activos en la segunda mitad del año, desde la renta fija hacia la renta variable.
El doble efecto derivado de la debilidad del dólar y la volatilidad en mínimos históricos también contribuyó a estas sólidas rentabilidades, según las conclusiones del primer Barómetro de Carteras latinoamericanas y offshore estadounidenses de Natixis Investment Managers (Natixis IM).
Las bolsas vivieron un 2017 excelente y, como cabía esperar, los inversores con mayor exposición a la renta variable obtuvieron mejores resultados que aquellos con las asignaciones más bajas.
Una tendencia destacada que se observó en las carteras latinoamericanas fue el descenso de casi el 8% experimentando por la renta fija durante el primer semestre de 2017 (del 44% al 36%) y la entrada en renta variable global y fondos multiactivos moderados/dinámicos. En el tercer y cuarto trimestre, la asignación media a renta variable global se duplicó del 6% al 12% y el peso de los fondos de asignación de activos aumentó casi un 5%.
“Aunque el recorte de la renta fija fue considerable, está en sintonía con los comentarios que nos llegaron de los asesores financieros”, comentó Juan José González de Paz, consultor del Departamento de Consultoría y Análisis de Carteras (PRCG). “A la vista de los bajos rendimientos y el fin de la tendencia a la baja de los tipos de interés, no sorprende en absoluto que todos los asesores estuvieran buscando otras áreas donde invertir”, añadió.
Efecto de la debilidad del dólar y el riesgo de tipos de cambio
En 2017, las carteras latinoamericanas también se beneficiaron del doble efecto derivado de la debilidad del dólar y la volatilidad en mínimos históricos, lo que les permitió batir a los inversores europeos. La depreciación del billete verde en 2017 afectó considerablemente al rendimiento de las carteras de los inversores europeos y benefició a las carteras estadounidenses y latinoamericanas, según el informe.
En un año en el que la renta variable estadounidense avanzó más de un 20% en dólares, un inversor europeo habría obtenido ganancias de tan solo el 6% debido a la depreciación del billete verde frente al euro. Sin embargo, los inversores en dólares sufrieron el efecto contrario: la renta variable europea ganó alrededor de un 10% en euros, pero los inversores en dólares habrían obtenido ganancias del 25% teniendo en cuenta la revalorización de la moneda única frente al dólar.
Juan José González de Paz prosiguió: “En nuestra experiencia, los inversores no suelen cubrir el riesgo de tipos de cambio en los fondos de bolsa o de asignación de activos y cubren alrededor del 50% en renta fija, pero como pone de manifiesto el Barómetro, no hacerlo puede tener importantes consecuencias para las rentabilidades totales. Cuando se invierte internacionalmente, es necesario tener en cuenta tanto la dirección de los precios de los activos internacionales como las monedas en las que se toman posiciones. El riesgo de tipos de cambio ha sido una importante fuente de riesgo en las carteras y a menudo los inversores no son conscientes de la cantidad de este riesgo específico que están asumiendo”.
En este sentido, Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latinoamérica y US offshore, señala que “la labor que hace nuestro Departamento de Consultoría y Análisis de Carteras es de gran valor añadido para nuestros clientes. Después de algunos años aumentando nuestra presencia en Latinoamérica, por primera vez nuestros expertos han analizado carteras en la región, con el objetivo de ayudar a los inversores a comprender mejor el nivel de riesgo que asumen y si éste es adecuado a sus objetivos”.
La incertidumbre política podría provocar volatilidad
Los inversores offshore estadounidenses y latinoamericanos disfrutaron de una volatilidad excepcionalmente baja en 2017; de hecho, con tan solo un 2% anualizado, esta se situó en el nivel más bajo de todos los países encuestados. Aunque en 2017 el incremento de la inversión en renta variable, combinado con una volatilidad baja, fue favorable para los inversores, la reciente oleada de ventas pone de relieve la necesidad de cautela.
“Cuanto la volatilidad vuelve a hacer acto de presencia en los mercados, los asesores deben estar listos para las oscilaciones más amplias en el valor de las carteras que provoca el mayor peso de la renta variable. En Latinoamérica, sabemos que para algunos asesores 2018 es un año de incertidumbre política por las próximas elecciones en Brasil, México y Colombia. En esta coyuntura, podríamos asistir al fin de los niveles ultrabajos de volatilidad y, por lo tanto, los asesores deben estar preparados: la diversificación será una herramienta esencial para mitigar el riesgo”, comentó Juan José González de Paz.
Acercamiento a la gestión activa
El Barómetro muestra que, durante la segunda mitad de 2017, se produjo una rotación de regreso a la gestión activa en las carteras estadounidenses y latinoamericanas, con un descenso de la inversión pasiva en renta variable estadounidense y un aumento de la inversión activa a través de fondos de renta variable global y multiactivos.
La razón para ello puede interpretarse de dos formas. En primer lugar, la encuesta muestra una menor correlación entre los valores y una mayor dispersión. Este hecho puede dar a los gestores activos más oportunidades que un entorno con correlaciones elevadas, donde el comportamiento gregario puede imponerse. En segundo lugar, la beta de los valores frente a su sector aumentó, mientras que la beta de los valores frente al mercado descendió. Eso significa que la asignación entre sectores podría ser un elemento diferenciador clave para la gestión activa a partir de ahora.
A pesar de las elevadas rentabilidades tanto en renta variable como en renta fija en 2017, las conclusiones del Barómetro pusieron de manifiesto un giro hacia los fondos de asignación de activos y multiactivos.
Juan José González de Paz señaló: “Como anécdota, cada vez oímos a más inversores afirmar que no saben dónde invertir su capital y, a consecuencia de ello, están externalizando cada vez más estas decisiones en gestores multiactivos. Esta tendencia también se observa en renta fija, donde los fondos flexibles globales están destacando por su capacidad para adaptarse a un entorno complejo. Los inversores temen que se produzca al mismo tiempo una subida de los tipos de interés y una caída de las bolsas”.
Cambios desde 2016
Para concluir, Juan José González de Paz afirmó: “El Barómetro pone de relieve algunos cambios interesantes en las carteras desde finales de 2016. Hemos visto cómo los inversores aumentaban la exposición a activos de riesgo, especialmente a las bolsas extranjeras, y cómo externalizaban sus decisiones de gestión de carteras. Aunque las carteras latinoamericanas y offshore estadounidenses obtuvieron en promedio unos resultados excelentes en 2017, los inversores deben ser conscientes del riesgo subestimado que existe en un entorno de baja volatilidad. La oleada de ventas que se registró a comienzos de febrero debería ser un recordatorio de que la diversificación sigue siendo crucial a la hora de configurar carteras, sobre todo si vemos un giro al alza de la volatilidad durante el año 2018”.
Metodología
A menos que se indique otra cosa, todas las cifras proceden del análisis detallado realizado por el Departamento de Consultoría y Análisis de Carteras (PRCG) de Natixis sobre 38 carteras modelo de riesgo moderado recibidas durante los últimos seis meses de 2017 en Latinoamérica y US offshore. Los datos de las carteras de riesgo moderado están basados en carteras modelo que han sido analizadas por el PRCG y han sido categorizadas como de perfil «moderado» por profesionales de la inversión.
El PRCG recopila datos de las carteras de inversión y los agrupa de acuerdo con la categoría que asignan los profesionales de la inversión a cada cartera. En el momento en el que un profesional solicita un informe, este categorizará las carteras asignándolas a una de las siguientes categorías: agresivas, moderadamente agresivas, moderadas, moderadamente conservadoras o conservadoras.
La categorización de las carteras individuales no la determina el PRCG, ya que su papel es únicamente consolidar las carteras categorizadas previamente.
Los atributos de riesgo de las carteras cambiarán con el paso del tiempo debido a los movimientos de los mercados de capitales. Las asignaciones de activos comunicadas a Natixis son, por naturaleza, estáticas y los cambios aplicados posteriormente por los profesionales de la inversión a sus asignaciones de activos podrían no estar reflejados en los datos actuales.
Natixis se encuentra entre las mayores gestoras del mundo con activos por valor de 997.800 millones de dólares(US 997.800 bn).