La VI edición 2018 del Global Retirement Index (GRI) de Natixis Investment Managers, publicado esta semana, coloca a Suiza en la primera posición (de un total de 43 países) en seguridad para la jubilación, seguido por Islandia y Noruega, que ha descendido hasta la tercera posición en la clasificación. Europa occidental sigue dominando el grupo de los diez primeros países en este aspecto.
Las grandes economías de Europa, como Alemania o Francia, están en el puesto 13 y 21 respectivamente, mientras que España escala dos posiciones con respecto al informe del año anterior y se sitúa en el puesto 31 tras Malta (20), Eslovaquia (25), Estonia (27) y Hungría (30), y por delante de México, entre otros países.
El análisis es una herramienta para comparar países creada para ofrecer un baremo internacional de referencia que ayude a los pensionistas y futuros pensionistas a evaluar hasta qué punto los 43 países participantes satisfacen de forma adecuada las expectativas, necesidades y metas de jubilación.
“La seguridad para la jubilación se encuentra en una encrucijada, ya que el modelo de financiación tradicional de tres pilares se está viendo desafiado en este siglo XXI por la demografía, los desequilibrios fiscales y las políticas monetarias que afectan a los recursos de los individuos, los empresarios y los gobiernos de todo el mundo”, señala Jean Raby, consejero delegado de Natixis Investment Managers.
“Esperamos que este informe sirva como marco para un muy necesario diálogo entre las autoridades, las gestoras de pensiones, los trabajadores y el sector financiero sobre cómo se pueden atender las necesidades de los pensionistas actuales sin poner en peligro la seguridad de la jubilación para las generaciones futuras”, añade.
El Natixis Global Retirement Index (GRI) revela cómo la promesa de la seguridad de la jubilación se ha visto amenazada en la década transcurrida desde la crisis financiera y cómo se están viendo afectadas 43 naciones en todo el mundo.
España mejora este año
El país ha incrementado su puntuación en tres de los cuatro subíndices, destacando la mejora registrada en bienestar material (puesto 36) gracias a las mayores puntuaciones obtenidas en los indicadores de empleo e igualdad de rentas. Sin embargo, al estar situada en el puesto 31 del índice, España sigue estando lejos de otras grandes economías europeas.
La segunda mayor mejora de las puntuaciones de España se da en el subíndice de finanzas (posición 23). Comparado con el año pasado, obtiene mejores puntuaciones en los indicadores de gobierno corporativo, morosidad bancaria y presión fiscal.
Sin embargo, no terminó entre los diez primeros en ningún indicador y en lo que respecta al endeudamiento de la administración y la morosidad bancaria (puesto 35 en ambos casos), el país languidece entre los diez últimos. El país también mejoró en salud (posición 21). Aunque consiguió una puntuación ligeramente superior en esperanza de vida, perdió un escalón hasta el tercer puesto debido a la competencia en la parte alta de la clasificación. En ningún otro indicador se situó entre los diez primeros.
España perdió puestos en el subíndice de calidad de vida debido a las peores puntuaciones en los indicadores de felicidad y factores medioambientales. La biodiversidad es, con la novena posición, el único indicador donde el país se figura entre los diez primeros.
“Nuestro índice arroja luz sobre algunos de los enfoques más innovadores en torno a la seguridad para la jubilación en todo el mundo, pero ningún país es inmune totalmente a los retos asociados con el envejecimiento de las poblaciones, el aumento de la esperanza de vida, los ajustados recursos de los Estados, una crisis de las pensiones y la nueva normalidad en forma de tipos de interés bajos”, comenta Sophie Del Campo, Directora General de Natixis Investment Managers para la Península Ibérica y Latinoamérica y del área US Offshore.
“Más que un asunto público o empresarial, la seguridad de la jubilación también requiere la implicación de los inversores españoles, que necesitan pensar activamente sobre su futuro financiero y también responsabilizarse de él”, añade.
Este índice engloba 18 indicadores de desempeño agrupados en cuatro subíndices temáticos que han sido calculados a partir de datos fiables de diversas organizaciones internacionales y fuentes académicas. Los cuatro índices temáticos cubren aspectos esenciales del bienestar en la jubilación:
- Gozar de buena salud y tener acceso a servicios sanitarios de calidad
- Contar con suficientes medios materiales para vivir desahogadamente
- Tener acceso a servicios financieros de calidad, lo que incluye la preservación del valor de los ahorros
- Vivir en un entorno limpio y seguro.
Tendencias mundiales
Se insta a las autoridades a que tengan en cuenta las siguientes grandes variables, las cuales ayudan a mejorar la seguridad de la jubilación cuando se gestionan adecuadamente:
- Factores económicos: Tanto las políticas monetarias como las fiscales y las sanitarias desempeñan un papel clave a la hora de conseguir que los pensionistas sean autosuficientes. Esta seguridad va más allá de los vehículos de ahorro y debe centrarse en el hecho de que cada vez más población tendrá que vivir con una renta fija durante muchos años.
- Acceso: A medida que la responsabilidad de financiación va recayendo más en las personas, se les debe animar a que empiecen antes y aporten más. Las autoridades y las empresas deben trabajar juntas para ayudarles a lograrlo.
- Incentivos: Un tratamiento fiscal favorable para el ahorro ha demostrado ser una poderosa herramienta para fomentar actitudes positivas. La industria de la gestión de activos debe ofrecer mejores soluciones a largo plazo y dar pasos para ayudar a los inversores a no perder el rumbo.
- Participación: Animar a las personas a involucrarse activamente en su plan de jubilación, lo que incluye los planes individuales de jubilación y los ahorros de otro tipo. Cuando comprenden totalmente su meta, pueden tomar mejores decisiones en torno al riesgo y los resultados a largo plazo.
Inversiones alternativas
Una de las cuestiones principales que se desprenden del Natixis Global Retirement Index es que los actores del sector de los servicios financieros necesitan cuestionar los postulados tradicionales con el fin de mejorar los resultados de cara a la jubilación. Aunque los ciudadanos de un país solo pueden influir moderadamente en las condiciones del marco económico y fiscal, sí pueden adaptar sus estrategias de inversión y diseñar planes de jubilación más sólidos.
“Como gestores de activos, debemos ser capaces de ayudar a los inversores a abordar factores complejos que contribuyen a la seguridad de la jubilación, y eso significa crear carteras con una visión a largo plazo y un énfasis en el riesgo, en lugar de objetivos de rentabilidad a corto plazo que enturbian la perspectiva a largo plazo y fomentan decisiones de inversión emocionales”, señala Sophie Del Campo.