El vino ya no se contempla solamente desde el punto de vista de su disfrute. El líquido del dios Baco se ha convertido desde hace tiempo en un commodity, en un objeto serio de inversión, tal y como sostiene Dan Scott, analista de Credit Suisse, que en esta entrevista repasa los beneficios, riesgos y sobre todo la pasión con la que debe acometerse una inversión en vino.
Scott asegura que muchos de los coleccionistas de vino, de los amantes del vino lo compran para su disfrute personal y seguramente acabarán bebiéndoselo. Pero frente a estos, están surgiendo cada vez más inversores que están apreciando y descubriendo el valor que una buena colección de vinos puede tener en una cartera de inversión.
En este sentido, explicó que tras fijarse en la correlación entre el vino y la creación de riqueza, han encontrado que actualmente una cuarta parte de los individuos de alto patrimonio, los conocidos en inglés por UHNWI (ultra-high-net-worth individuals) son propietarios de una colección de vinos, lo que demuestra que hay un mercado para el buen vino, aquellos en los que puede invertirse, así como tendencias en el mercado del vino que son destacadas por su índice de referencia, el Liv-ex 100 (un índice que sigue el comportamiento de los 100 vinos más buscados).
En general, explica Scott, el vino ofrece oportunidades de inversión y además también genera algunos retornos, bien por la propia colección o a través de alguna aplicación en el mercado.
En cuanto a si este tipo de inversión es verdaderamente estable, Scott contestó que el vino al igual que el arte es una pasión. “La atracción es que proveen protección contra la inflación – en tiempos de alta inflación, las inversiones pasión se comportarán bien”.
Análisis históricos muestran también que el vino ha sido una buena inversión. “Si usted ha estado invirtiendo en Liv-ex como parte de su cartera en los últimos 50 años lo habrá hecho muy bien”. En un análisis de frontera eficiente, incluso, puede apreciarse como este tipo de inversiones se han posicionado como una mejor opción frente a otras alternativas en la cartera. “Después de todo, sí, vemos el vino como una inversión seria. Sí se hace bien, puede beneficiar su cartera”, puntualizó.
También se refirió a los riesgos que puede encontrarse a la hora de invertir en vino, unos riesgos que también se encuentran a la hora de invertir en otra clases de activos. En este sentido, dijo que uno de los riesgos tiene que ver con la experiencia, con el saber. “Es ahí en donde tienes que plantearte a quien confías la tarea de elegir de escoger el vino en el que invertir”, dijo.
Otro de los riesgos que comporta la inversión en vino es el almacenaje, sin olvidar que la liquidez en esta clase de activos es muy baja. Dicho esto, Scott agregó que puede haber otra serie de implicaciones adicionales que convierten al vino en un instrumento de inversión más difícil que los activos tradicionales.
Asimismo, Scott agregó que en los últimos diez años, la tendencia ha sido creciente, a pesar de que el sector se vio un poco golpeado después de la crisis financiera. “El consumo de hectolitros sigue creciendo. Estados Unidos sigue siendo el mayor mercado vinícola. En términos de vinos y vinos invertibles, ahora estamos apreciando una tendencia en Asia – particularmente en China – que están impactando en el precio del vino. Los chinos tienen un gusto especial por Lafite. Como consecuencia de ello, los precios han sido volátiles dependiendo de los patrones de compra en China”.
En este sentido, el analista de Credit Suisse dijo que dado que esperan que la riqueza global siga creciendo, creen que los precios se sostendrán en el largo plazo.
Scott también cosidera que para coleccionar vino hay que disfrutarlo, ya que como toda inversión pasión debe estar dirigida por pasiones personales. “De ahí que se les llame inversiones pasión. Creemos que la gente solo debe invertir en vino si realmente sienten una pasión por el producto y del dividendo de disfrutar de la propiedad de este tipo de activos. Tiene que ser algo que realmente aprecien”.
De hecho, y para aquellos coleccionistas que no tienen un gran conocimiento del mundo del vino, hay varias oportunidades en el mercado para tener exposición al líquido y prueba de ello es que hay algunos fondos disponibles, dirigidos por gestores expertos sommeliers, que han estado siguiendo este mercado durante mucho tiempo.
Por último y consultado sobre cuánto dinero hace falta para invertir en vino y si inversores de todos los niveles pueden sacar provecho de este tipo de inversión, Scott quiso dejar claro que no cree que el vino deba tener mucho peso en ninguna cartera, aunque si puede jugar su papel como una porción de inversión alternativa en una cartera global. “Dependiendo de cómo quiera invertir en vinos, una posibilidad es empezar por pequeñas denominaciones”.