La Reserva Federal anunció ayer miércoles los resultados de los test de estrés realizados a los planes de capital de 33 entidades bancarias que operan en Estados Unidos.
Hasta 30 bancos han salido airosos del Comprehensive Capital Analysis and Review o CCAR, entre los que se encuentra BBVA Compass. Sin embargo, tres entidades reciben comentarios a sus planes para disponer de su capital y, entre otras cosas, distribuirlo a sus accionistas.
Morgan Stanley, tendrá que remitir más datos antes de final de 2016, mientras que el organismo que preside Janet Yellen ha objetado los planes propuestos tanto por Deutsche Bank Trust Corporation como por Santander Holdings USA, Inc., filial estadounidense de Banco Santander. En base a esta decisión, ninguna de las dos podrá repartir dividendos. Para ello tendrían que obtener una autorización expresa por parte de la Fed.
No es la primera vez que estas dos mismas entidades suspenden estos exámenes, pues el año pasado también la Fed presentó objeciones a los planes de ambas. Este es el sexto año que la comisión lleva a cabo el CCAR, con el fin de evaluar los planes de capital y la adecuación del mismo, sobre los mayores holdings bancarios que operan en Estados Unidos, aquellos con más de 50.000 millones de dólares en activos consolidados.
En su revisión se analiza, entre otros, las acciones previstas que afecten al capital, tales como reparto de dividendos, recompra o emisión de acciones. Un nivel fuerte de capital ayuda a absorber pérdidas y ayuda a asegurar que las organizaciones bancarias poseen la habilidad de prestar a los hogares y negocios, incluso en tiempos de estrés, dice la comisión en su nota.
Los análisis incluyen un componente cuantitativo (ratios de capital previstos en escenarios de severo estrés económico y financiero) y cualitativos (fortaleza de los procesos de planificación de capital, que incluyen los gestión de riesgo, controles internos y practicas de gobernanza que apoyan el proceso) y la Fed puede objetar a los planes de una entidad basado en aspectos de uno u otro. Las objeciones a los planes de las filiales estadounidenses de Deutsche y Santander –explica la Fed en su nota- se deben a preocupaciones derivadas del examen cualitativo.