El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad, pero existen numerosas compañías que están trabajando para dar respuesta al reto pese a su complejidad. Para invertir en este tipo de empresas y contribuir a las soluciones, JP Morgan Asset Managment (JPMAM) lanzó en diciembre el primer fondo SICAV de la gestora clasificado dentro del Artículo 9 de la SFDR de la Unión Europea, el Climate Change Solutions Fund.
La estrategia de JPMAM combina experiencia en inteligencia artificial y big data con conocimiento humano para identificar proveedores de soluciones contra el cambio climático de distintos sectores, regiones, capitalizaciones y tipos de empresas que combinen oportunidades atractivas tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad como de la inversión.
El fondo está administrado por los gestores Francesco Conte, Yazann Romahi y Sara Bellenda, quienes aportan cada uno más de 20 años de experiencia en la industria.
El objetivo es elegir empresas con visión de futuro que estén desarrollando e implementando soluciones para hacer frente al cambio climático. Como se trata de firmas que pueden estar en cualquier parte del mundo, la gestora utiliza ThemeBot, la herramienta de procesamiento de lenguaje natural patentada de JPMAM, para analizar decenas de millones de fuentes de datos y seleccionar a las posibles candidatas, desde empresas establecidas que han adaptado su modelo de negocio, hasta emergentes que están desarrollando tecnologías innovadoras para la transición a bajas emisiones de carbono.
Luego, un equipo compuesto por más de 90 estrategas de investigación evalúa los fundamentales de las compañías con el fin de ayudar a construir una cartera diferenciada y de alta convicción de entre 50 y 100 empresas. «Nuestros analistas llevan a cabo investigaciones fundamentales sobre las empresas que identifica ThemeBot, se reúnen con la dirección para formarse una imagen más completa e invierten en nuestras ideas de inversión de mayor convicción», explican desde la gestora. Las seleccionadas también pasan por el análisis del equipo de Inversión Sostenible de JP Morgan AM.
Tras identificar las temáticas secundarias relacionadas con el objetivo más amplio de ayudar a descarbonizar la economía, los expertos exploran la forma en que estas temáticas secundarias generan beneficios ambientales y sociales, así como los mecanismos que permiten lograrlos. «Una vez identificadas las posibles oportunidades de inversión, analizamos el grado de adecuación de cada empresa respecto a la temática de la sostenibilidad, empezando por los ingresos», de los que una parte importante debe estar coordinada con la temática, añaden desde la gestora.
Cinco áreas de inversión
Los sectores que más contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero son la energía e industria, el transporte, la construcción y la agricultura. Por ello, el Climate Change Solutions Fund las ha transformado en áreas de inversión, a los que se suma como quinto sector el reciclaje.
Las renovables y el sector energético incluyen todo lo relacionado con identificar e implementar fuentes alternativas, tanto en empresas que obtengan todos sus ingresos de la generación de energía eólica o solar, como las de servicios públicos previamente existentes que conviertan sus modelos de negocio en renovables.
También aquellas firmas que suministren los equipos necesarios para la producción de energías renovables, como proveedores de turbinas eólicas y equipos solares. Otra oportunidad de inversión igualmente interesante es la electrificación, cuyo desarrollo exige importantes inversiones en la red eléctrica. Las empresas que catalizan la electrificación suministran equipos (incluido el software que se utiliza para gestionar la energía), convertidores y otros tipos de hardware necesarios en el proceso de electrificación, y baterías para almacenar la energía.
Desde JPMAM ven oportunidades asimismo en dos tecnologías que están aún en una fase inicial: el hidrógeno y la captura de carbono. En el primer sector aún no tienen posiciones pero lo consideran a medio plazo, y en el de tecnologías de captura de carbono creen que adquirirán más protagonismo en la próxima década, por lo que cuentan con posiciones que constituyen una porción muy pequeña de la cartera para equilibrar el riesgo.
En lo que respecta a la construcción sostenible, la gestora subraya que los edificios, tanto residenciales como comerciales, son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Los gobiernos de todo el mundo están adoptando el concepto de edificios con cero emisiones netas y están promulgando leyes para animar a las empresas y a los consumidores a avanzar en esa dirección.
El sistema agrícola y ganadero mundial contribuye en aproximadamente un 19% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero por el uso de fertilizantes, la erosión del suelo y la deforestación, además de por el metano que emite el ganado, entre otros factores. También es uno de los elementos que más contribuye a la escasez de agua. Por ello las empresas que están innovando en el ámbito del agua y alimentos sostenibles presentan una gran oportunidad para abordar el reto de la sostenibilidad y, al mismo tiempo, suministrar los alimentos y recursos que necesita la población mundial. Un ejemplo es la agricultura de precisión: tecnologías innovadoras que permiten a los agricultores aumentar su rentabilidad con un uso eficiente de los recursos.
El transporte sostenible es otro sector clave, porque en la actualidad genera en torno a un 16% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo. La tecnología de los coches eléctricos ha mejorado significativamente con el incremento de la duración de las baterías, la reducción de los costes de producción y el aumento del número de estaciones de carga disponibles. “En nuestra cartera estamos identificando oportunidades en toda la cadena de inversión, que incluyen empresas especializadas y grandes empresas automovilísticas que dedican grandes recursos a incrementar las capacidades de los vehículos eléctricos, así como aquellas que ofrecen insumos de valor como las baterías”, señalan desde JPMAM.
Finalmente, en el área de reciclaje y reutilización, la última pieza del rompecabezas, las soluciones pueden ayudar a limitar el uso de recursos en el desarrollo de productos nuevos con la reutilización de materiales existentes.