Desde JP Morgan AM consideran que ante la dificultad creciente para encontrar rentabilidades atractivas, cada vez es más importante contar con alternativos en cartera parar mejorar el perfil de riesgo/retorno, tal como proponen en su gama de fondos Macro. Una de las cogestoras de estos fondos, Virginia Martin Heriz, explicó en una conferencia de producto la estrategia y previsiones de cara a los próximos meses, así como las temáticas en las que la gestora ve las mayores oportunidades.
Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de JP Morgan AM para España y Portugal, trazó en la introducción una visión general de los mercados en base a las recientes previsiones del mercado de capitales a largo plazo (LTCMA) que acaba de publicar la gestora y en las que se estiman rentabilidades más discretas a futuro en renta variable, mientras que se mantienen las dificultades también en renta fija. Mediante los activos alternativos, el objetivo es cerrar con otras fuentes de alfa el diferencial entre las pasadas rentabilidades y las que se prevén a futuro.
Comparando carteras con distintos perfiles, en todos los casos se consigue elevar la rentabilidad y bajar la volatilidad añadiendo activos alternativos, destacó. “Estamos en un nuevo entorno en el que tenemos que ampliar nuestro universo de inversión de activos, y claramente el papel de los alternativos va a ser importante.”
Global Macro
JP Morgan AM ofrece en este contexto tres estrategias con base en Luxemburgo que aportan diversificación, baja correlación con el índice MSCI World y total flexibilidad, además de liquidez diaria pese a tratarse de alternativos: el Global Macro, más defensivo y con un objetivo de volatilidad de menos del 6%, comparable según Gutiérrez-Mellado a una cartera 30-60; el Global Macro Opportunities, con algo más de volatilidad (menos 10%) y comparable a una cartera 50-50, y el Global Macro Sustainable, la versión sostenible lanzada en 2019, con menos de un 8% de objetivo de volatilidad. En los tres casos mantienen un perfil asimétrico que aporte rentabilidad en mercados alcistas y protección en caso de retroceso.
Los tres fondos trabajan teniendo en cuenta temáticas a largo plazo y otras cíclicas, que asocian a la situación en la que se encuentren las distintas regiones del mundo, explicó por su parte Virginia Martin Heriz.
Una de las principales temáticas que han identificado es la demanda de los consumidores en los mercados emergentes, donde la clase media ha alcanzado una masa crítica. Es por ejemplo el caso de la India, en donde en 1995 era el 1% de la población, mientras que hace 3 años ya había alcanzado el 20% y se estima que llegará al 80% en 2030.
«Esta clase media tiene unas preferencias y unos gustos, así que si conseguimos identificarlas y a las empresas que las cubren, podemos encontrar oportunidades de inversión a muy largo plazo», señaló Martin Heriz. Es el caso de productos financieros como banca o seguros en mercados donde aún no tienen una gran penetración, así como cuidados sanitarios y productos de consumo. «Son ejemplos de cómo una temática que hemos identificado nos sugiere dónde encontrar ideas de inversión a muy largo plazo», indicó.
Para contar con una cartera robusta que genere rendimientos a largo pero también a medio y corto plazo, desde la gestora incorporan asimismo una visión cíclica, para la que dividen el mundo en cinco grandes regiones y analizan en qué parte del ciclo económico están: Europa, EE.UU., China, Asia-Pacífico (excluyendo China) y mercados emergentes.
Las cuatro fases en las que dividen el ciclo son ralentización, contracción, recuperación y expansión. En el caso de la ralentización, en la que encuadran en la actualidad a las economías, el crecimiento sigue siendo mayor que la media histórica, pero se está desacelerando.
Este análisis es clave, añadió Martin Heriz, porque los diferentes activos generan muy distintos retornos dependiendo de la fase del ciclo. Por tanto es fundamental saber «en qué parte del ciclo estamos y hacia dónde vamos».
Aunque todas las regiones están en desaceleración, al ver en el cuadro los cuatro aspectos en los que se desagrega la visión general pueden observarse importantes diferencias entre China y EE.UU. El gigante asiático está bastante más cerca de la fase de contracción, mientras que en EE.UU. el crecimiento aún es bastante robusto. Estos datos explican las decisiones para las posiciones en cartera, agregó.
¿Qué pasa con la inflación?
Ante las crecientes dudas sobre el rumbo de la inflación, Martin Heriz aseguró que si se analizan los componentes subyacentes de la actual subida de precios, se deben a energía, materias primas y a las disrupciones en las cadenas de suministros. «Creemos que esto es transitorio, no estructural, y que el año que viene la inflación se irá moderando. Es cierto que los riesgos inflacionarios están al alza, pero coincidimos con las expectativas de inflación de los bancos centrales de varios países desarrollados, que esperan que se modere en 2022 y 2023».
En cuanto al actual posicionamiento de la cartera, cuenta con 20% de exposición neta a renta variable, un porcentaje menor que a principios de año precisamente porque consideran que en la fase de ralentización ya no ofrece un rendimiento tan elevado como en expansión o recuperación. También hay una sobreponderación del mercado americano, por los estímulos, la resiliencia durante la pandemia y la fortaleza del consumidor, de la demanda y de los datos macroeconómicos.
A nivel de sectores, el entorno de ralentización ofrece mejores rendimientos en áreas más defensivas, por lo que cuentan con una sobreponderación de utilities, farmacéuticas y sector sanitario. Y equilibran la cartera con sectores cíclicos que aún están fuertes en Estados Unidos y con el sector financiero de este país, que esperan se beneficie de las futuras subidas de tipos.
En renta fija observan que las tires de los bonos a dos años se han movido en todos los mercados como reflejo a las políticas de inflación, pero consideran que en algunos mercados esto está menos justificado, como el australiano, por lo que mantienen aquí posiciones largas, frente a las cortas en bonos estadounidenses.
En divisas, la gestora sigue decantándose por el dólar, ya que ofrece retornos en escenarios muy distintos, tanto de crecimiento como defensivos. Y también mantiene una posición en renminbi chino, contrarrestada con dólar taiwanés.