Durante las últimas semanas hemos sido testigos de un fuerte repunte de la volatilidad en los mercados financieros, donde el conjunto de activos, especialmente aquellos de más riesgo, registraban caídas significativas. Las bolsas registraron caídas del 30%, 40% incluso en algunos casos, desde los máximos alcanzados en febrero. Sin embargo, dentro del universo de la renta variable, el equipo de Afi Inversiones Globales SGIIC destaca el comportamiento diferencial de las compañías con características sostenibles y un perfil de sostenibilidad robusto desde el punto de vista ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG).
Desde Afi señalan que, en anteriores episodios de volatilidad y caídas generalizadas en los mercados financieros, como ocurrió en el año 2018, ya se había probado que estos activos presentaban un mejor comportamiento relativo frente a sus comparables menos sostenibles. “Y este mismo patrón es el que hemos visto repetirse a lo largo del mes”, aseguran los expertos.
Así, a través del análisis global de tres familias de índices sostenibles, con diferentes grados de exigencia en cuanto a sostenibilidad, el equipo de Afi estudia el comportamiento de aquellas compañías con características sostenibles durante este periodo de volatilidad.
En primer lugar, el MSCI ESG Universal Indexes, un índice que sobrepondera aquellas compañías con mejor rating ESG e infrapondera aquellas más débiles. Además, valora positivamente aquellas empresas que han mostrado una mejora de su rating ESG en los últimos 12 meses (best-efforts), y excluye compañías pertenecientes a la industria armamentística y empresas que violen las normas internacionales.
Asimismo, el equipo de Afi también ha seleccionado el MSCI ESG Leaders Indexes que incluye las compañías que tienen una puntuación más alta en criterios ESG y que representan el 50% de la capitalización de cada sector. Además, excluyen empresas vinculadas al alcohol, tabaco, el juego, armas (civiles, militares y nucleares) y organismos modificados genéticamente.
Por último, los expertos han analizado el comportamiento del MSCI SRI Indexes, un índice que incluye las compañías que tienen una puntuación más alta en criterios ESG y que representan el 25% de la capitalización de cada sector. Además, excluyen empresas vinculadas al alcohol, tabaco, el juego, armas (civiles, militares y nucleares) y organismos modificados genéticamente.
Así, el estudio refleja que, en términos de rentabilidad, tanto a nivel global como en las diferentes zonas geográficas (Estados Unidos, Europa y Economías Emergentes), los índices sostenibles presentan menores minusvalías que los índices tradicionales.
Asimismo, y en lo que a riesgo se refiere, el informe de Afi apunta a que la inversión sostenible medida a través de volatilidad no presenta diferencias significativas. De hecho, en algunos casos, los índices con características ESG presentan mayores niveles de volatilidad como consecuencia del menor número de valores en cartera (los índices MSCI SRI agrupan el 25% de activos del índice tradicional) y, por tanto, un menor efecto diversificación. “Sin embargo, cuando utilizamos otras medidas como el drawdown o máxima caída, vemos cómo los índices sostenibles vuelven a presentar mejores resultados”, subrayan los expertos.
En todos los casos, el máximo drawdown registrado en los últimos cinco años se da en este último mes, y de nuevo, tanto a nivel global como regional, los índices sostenibles presentan caídas menos intensas que sus índices tradicionales. “Y es que precisamente estos eventos de cola, que puedan generar pérdidas extraordinarias en una compañía, son los que trata de mitigar la inversión en base a criterios ESG”, añade el informe.
Por último, el equipo de Afi busca analizar si existe alguna correlación entre las empresas con un mejor perfil sostenible y aquellas con un perfil valor (value) o crecimiento (growth). En un primer lugar, las empresas value suelen caracterizarse por presentar unas valoraciones bajas, altos dividendos, y un ritmo de crecimiento muy moderado. En contraposición, las compañías growth suelen ser empresas con elevados ritmos de crecimiento y elevadas valoraciones.
“Partiendo de un análisis regional, se observa cómo en Europa, EE.UU. y los países emergentes, los índices MSCI SRI presentaban un mayor sesgo hacia compañías estilo growth, y menor hacia empresas estilo value”, aseguran desde Afi.
En una primera lectura, esta correlación podría explicarse por el hecho de que aquellas actividades controvertidas (alcohol, tabaco, armas, etc.) excluidas de los índices MSCI SRI fuesen sectores típicamente value. Sin embargo, al analizar otros índices de la familia sostenible de MSCI, como el MSCI ESG Focus, este argumento queda desmontando.
En este caso, se trata de un índice que busca tener mayor exposición a valores ESG que sus índices tradicionales, pero lo hacen únicamente a través de la exclusión de sectores controvertidos y de aquellos valores que no tengan un rating ESG. Es decir, no sobreponderan aquellas empresas con mejor puntuación ESG. “Si replicamos el análisis de factores growth y value de estos índices frente a sus índices tradicionales, se observa cómo las diferencias entre los índices dejan de ser significativas”, destaca el informe. En consecuencia, el equipo de Afi añade que se podría afirmar que la correlación entre los índices sostenibles y el factor growth no viene explicado por la exclusión de ciertas actividades controvertidas, sino por un perfil de sostenibilidad más robusto.