La estrategia Henderson Global Growth persigue esencialmente analizar el negocio subyacente de las empresas en las que invierte, con un fuerte foco de atención en aquellas empresas que crecen en el largo plazo. Una cartera de renta variable global con estilo growth, pero que selecciona sus acciones desde una perspectiva value. Dos de los cuatro gestores que componen el equipo de inversión explican en detalle sus características.
El equipo gestor
Para Ian Warmerdam, portfolio manager y director de la estrategia Henderson Global Growth de Janus Henderson Investors, es imprescindible contar con el mejor talento a la hora de gestionar un fondo de renta variable global. Y, eso sólo se puede conseguir creando las mejores condiciones para atraer y retener talento, con una cultura de gestora boutique y con espíritu empresarial.
Es por ello que cree que en un equipo pequeño de gestores es más fácil ver los resultados de las aportaciones individuales de cada gestor: “Si eres un buen gestor o un buen analista y tienes confianza en tus capacidades, ¿por qué querrías ser un eslabón más de la cadena dentro un equipo grande de gestión, cuando podrías ver el resultado directo en términos de riesgos y recompensas de las decisiones que han sido tomadas?”
Asimismo, no espera que su equipo crezca en el corto plazo. Compuesto por cuatro gestores altamente motivados y autónomos: Ronan Kelleher, Gordon Mackay, Steve Weeple y el propio Ian Warmerdam, todos ellos cuentan más de 16 años de experiencia en la industria de inversión, y al menos siete años en gestión de renta variable global. Un equipo que ya había trabajado conjuntamente en algún punto de su carrera antes de formar parte de Global Equities y que comparte ideas de inversión con el equipo de Global Emerging Market Equities, dirigido por Glen Finegan.
En total gestionan cerca de 1.519,2 millones de dólares en activos, según la cifra a cierre de marzo de este año, siendo su estrategia insignia el fondo Henderson Global Growth, que transcurridos siete años desde su lanzamiento cuenta con 604,5 millones de dólares en activos bajo gestión.
Filosofía de inversión
En cuanto a la filosofía de inversión seguida por su equipo, Warmerdam señala que la estrategia sigue un enfoque bottom-up: “Dedicamos muy poco tiempo a reflexionar sobre factores geopolíticos. Creemos que la gran mayoría de las empresas que valoramos tienen un valor intrínseco por sí mismas. Los factores externos son en realidad una distracción, cuando el mercado se mueve crea oportunidades, pero es realmente el análisis de negocio lo que nos permite invertir en el largo plazo”.
Al equipo de Janus Henderson le gusta pensar que cuando invierte en una compañía lo hace a perpetuidad, ese tipo de mentalidad le ayuda a enfocarse en acciones con una alta calidad a nivel de franquicia y a nivel del equipo directivo, dos variables que hacen que la acción acumule valor en el largo plazo. “Realizamos un estricto proceso de valoración, Henderson Global Growth es una estrategia de crecimiento, pero nos gusta pensar que somos inversores ‘value’. En ningún caso, construimos la cartera en base a un índice. El núcleo de nuestro proceso de inversión es muy simple, las empresas cambian, las industrias cambian, pero lo realmente importante es centrarse en ponderar los riesgos y las oportunidades. Pero la industria financiera trata de complicarlo, la clave es no dejarse distraer por las nuevas teorías y por la terminología”.
Warmerdam reconoce que es extremadamente difícil no distraerse en un mundo con noticias las 24 horas del día, eventos macroeconómicos y políticos difundidos como prensa sensacionalista e información en tiempo real sobre acciones y mercados. “Seguir los mercados en tiempo real es una enorme distracción, que puede jugar malas pasadas a nuestras principales emociones a la hora de invertir, el miedo y la avaricia. Buscamos algún tipo de gratificación que confirme nuestras decisiones en la retroalimentación que parece proporcionar el mercado, y eso es algo muy peligroso. Los mercados financieros son el único mercado en el mundo del que la gente tiende a huir cuando hay rebajas, esto muestra la poca lógica que tienen”.
¿Qué tipo de acciones componen la cartera?
El fondo incluye acciones de calidad que sigan creciendo en el largo plazo con unas valoraciones atractivas. Cuando buscan nuevas ideas de inversión para la cartera del fondo, plantean seis preguntas agrupadas en tres temas: la fortaleza de su franquicia, los fundamentales financieros y el equipo directivo. Para poder incluir una acción en la lista de seguimiento y de ahí a la cartera final, deben ser capaces de responder a estas preguntas.
Gordon Mackay comenta que la primera pregunta que se hacen es si la empresa participa en un mercado final atractivo. Lo que buscan con esta pregunta es identificar mercados en los que las empresas continúan creciendo y donde los participantes puedan obtener retornos económicos atractivos. Mercados con una clara tendencia estructural de crecimiento en los que el producto final es muy difícil de diferenciar de algún modo significativo, desde la perspectiva del consumidor. La segunda pregunta es si la empresa posee una ventaja competitiva que sea sostenible en el tiempo. Con esta pregunta buscan responder quienes son los competidores y cómo está la empresa posicionada en relación a ellos.
En términos de fundamentales financieros, se preguntan sobre la calidad de los beneficios, algo que suele estar determinado por un fuerte componente de flujo de caja y por altos niveles de capacidad de conversión de flujos de caja en retornos para los accionistas en el largo plazo. Por lo general, aquellas empresas que son capaces de generar un alto rendimiento sobre sus recursos propios (return on equity), son capaces de reinvertir en sus negocios y de seguir creciendo.
“Buscamos negocios que sean capaces de resistir una caída en el ciclo económico. Buscamos saber cómo es de resiliente el negocio subyacente en sí mismo y cómo de fuerte es su balance financiero. Si la empresa ha sido gestionada de un modo conservador desde la perspectiva financiera”, comenta Mackay. “Desde el punto de vista de las posiciones de la cartera, tendemos a encontrar menos compañías en el sector financiero que sean capaces de cumplir con estos criterios”.
Para los gestores de la estrategia Henderson Global Growth es muy importante conocer al equipo de alta dirección que gestiona la empresa. Buscamos un liderazgo de alta calidad, que haya sido capaz de asignar su capital históricamente y que demuestre unas prácticas éticas y un buen gobierno corporativo. La última pregunta que se hacen es si el equipo gestor de la empresa es capaz de actuar conforme el interés de los accionistas minoritarios. “Nos gusta comprobar que hay un alto nivel de alineamiento entre los accionistas y el equipo gestor. En particular, lo que preferimos es que haya ejecutivos que sean dueños de las mismas acciones en la compañía que nosotros, en lugar de beneficiarse únicamente de opciones sobre acciones, pues cuando son parte del accionariado suelen ser más conservadores en sus acciones”.
Una vez una empresa cumple con estos seis requisitos, pueden ser potencialmente incluida en una lista de observación, que suele contener entre 80 y 120 valores. Que alguna de estas acciones entre en la cartera final depende del nivel de valoración y del análisis de las expectativas. La cartera del Henderson Global Growth es una cartera de alta convicción, concentrada entre 45 y 60 valores. “Cuando añadimos una nueva empresa a nuestra estrategia, utilizamos pesos de 1,5% o 3%. Cuando no acertamos en la valoración de los fundamentales o cuando la acción está sobrevalorada, ésta se vende. Cada uno de los gestores de la cartera tiene su propio inventario de ideas de inversión, no tratamos de cubrir la totalidad del mercado”, añade Mackay.
¿Qué tendencias persigue la estrategia?
Es una cartera compuesta en exclusiva por posiciones largas, que no utiliza derivados para tratar de mejorar el rendimiento obtenido. Además, busca centrarse en posiciones con crecimiento en el largo plazo, que sigan una serie de tendencias que el equipo gestor ha identificado como tendencias seculares que todavía se encuentran por debajo de su valor intrínseco. Así, Mackay comenta que, aunque estas tendencias han sido ya descubiertas, si representarán un cambio significativo en los próximos cinco y diez años: la transformación de internet, la innovación en el campo de la atención sanitaria, la mejora en la eficiencia de la energía, el crecimiento en el consumo de países emergentes y el pago digital.
“Un claro ejemplo de la tendencia del pago digital es Mastercard. Una acción que podría ser percibida como cara en términos de múltiplo P/E en relación al próximo año, pero que, si se evalúa en un horizonte a cinco años, se puede ver que el crecimiento se ve atractivo”, concluye Warmerdam.