El éxito en la gestión de activos conduce a un dilema bien conocido: cómo gestionar mejor el aumento de los activos bajo gestión (AUM) sin dejar de generar alfa con valor añadido para los clientes. Un crecimiento en el AUM puede hacer que sea más difícil poner en práctica una estrategia que impone ciertos costes y obstáculos, tales como las restricciones de liquidez, costes de transacción potencialmente más altos y los requisitos de servicio al cliente, así como la necesidad de garantizar el cumplimiento de la estrategia.
En su último whitepaper, MFS recuerda que la diversificación de los negocios a través de múltiples estrategias y equipos de inversión es otra consideración importante cuando se evalúa la capacidad de las estrategias de inversión individuales. Esto es clave para asegurar un modelo de negocio sostenible, que a su vez influye en el rendimiento individual del producto.
Para la firma, la capacidad puede ser manejada de varias maneras. Para empezar, se puede implementar un cierre para los fondos como una herramienta eficaz para proteger los intereses de los clientes existentes mediante el limite a las nuevas entradas. En opinión de MFS, la preservación de la capacidad de generación de alfa para los clientes de la firma es primordial, y está en el centro de la gestión de la capacidad. Es en este contexto, la gestión de capacidad es vista como un componente integral de la gestión del riesgo.
Aunque existe un acuerdo general entre los asset managers y sus clientes acerca de que, efectivamente, los productos tienen que ser cerrados por razones de capacidad, no hay tando consenso sobre la forma en que debe ser medida esa capacidad, recuerda la firma. Diversos estudios académicos y de la industria han ofrecido una serie de herramientas cuantitativas para ayudar a determinar la capacidad que puede tener un producto. Sin embargo, dice, estos enfoques son sensibles a los supuestos subyacentes y ninguno se puede adoptar como definitivo. No sólo es difícil de medir la capacidad, también es una función de las condiciones actuales del mercado y las características de una determinada estrategia.
La capacidad varia según el activo
Ciertas clases de activos están inherentemente más limitados que otros en lo que a capacidad se refiere. Las cartera que invierten en acciones de compañías de gran capitalización tienen más capacidad que aquellas que invierten en ‘small caps’ o en renta variable de los mercados emergentes.
Los portafolios muy concentradas generalmente tienen menos capacidad que las carteras más diversificadas dependiendo de la liquidez de las acciones, explica el whitepaper. Las carteras con alta rotación requerirán una mayor liquidez del mercado y por lo tanto tienen menos capacidad que las carteras con menor rotación. MFS recuerda que hay que tener en cuenta que todos estos parámetros interactúan entre sí y que las condiciones del mercado cambian a lo largo del tiempo, por lo que las características de la cartera deben ser examinadas a fondo antes de aplicar generalizaciones acerca de la capacidad.
Combinación de análisis
En el informe, MFS describe su enfoque en la gestión de la capacidad tanto en las carteras de renta variable como en las de renta fija. La firma emplea una combinación de análisis cuantitativo y cualitativo para ayudar a medir y gestionar la capacidad. Además, también tiene en cuenta otras consideraciones más allá del portafolio, tales como la generación de ideas, la diversificación de negocios y las responsabilidad de no invertir que recae sobre el gestor de cartera
Las discusiones acerca de la capacidad centradas en cada estrategia individualmente tienen lugar formalmente cada seis meses como parte del proceso de revisión de riesgos de MFS. Además, se examina la capacidad a nivel de empresa periódicamente. Los perfiles de riesgo de los productos y el estilo de inversión son monitoreados de manera continua para determinar si una creciente base de activos está dando lugar a cambios en el perfil de riesgo de un producto o estilo. Los patrones de trading y los costes de las transacciones también se vigilan para determinar si el aumento de los activos está volviendo una estrategia más difícil y costosa de implementar.
El enfoque de la firma en lo que respecta a la gestión de capacidad se basa en estos principios:
- Proteger el interés de los clientes: La gestión de la capacidad es una parte integral de la estrategia centrada en el cliente de MFS.
- Nivelación de las compensaciones: La remuneración de los portfolio managers no se basa en el AUM sino en la contrubución a la firma desde un punto de vista de la rentabilidad de la inversión a largo plazo y colaboración con los colegas de trabajo. Esto asegura que la estructura de incentivos del gestor está alineada con los intereses de los clientes.
- Considera la gestión de la capacidad como una forma de medir el riesgo: como tal es un componente del proceso de revisión semestral del riesgo, lo que implica un examen en profundidad de los riesgos de la cartera con la alta dirección.