Ante las noticias de los últimos meses sobre flujos de salida de activos institucionales de los índices -en su presentación de resultados del segundo trimestre, BlackRock anunció que cada trimestre soporta salidas de 31.000 millones de dólares-, cabría preguntarse si después de años en que la gestión pasiva ha estado superando la media de la activa, tanto en el contexto institucional como de particulares, deberíamos considerar los flujos de salida del segundo trimestre el inicio de una tendencia de cambio. Así lo plantea la última edición de Cerulli Edge para inmediatamente responder “No. Pero no porque uno de los dos tipos de gestión vaya a triunfar”.
Si entonces BlackRock justificó las salidas de capital en la necesidad por parte de las instituciones de países emergentes de efectivo y en la reubicación de activos por parte de otros clientes que buscaban propuestas multiactivo y estrategias alternativas dentro de su propia oferta, Cerulli sostiene que el debate sobre gestión activa o pasiva, al menos en el segmento institucional, dejará paso a la búsqueda de la manera en que ambos estilos de gestión puedan ser utilizados en una estrategia multiactivos ligada a objetivos y dice que la migración esperada hacia soluciones institucionales personalizadas tendrá implicaciones para el mundo de los honorarios de la gestión de las inversiones institucionales.
La importancia de la asignación de activos, en concreto de la asignación táctica de activos, no puede ser subestimada en la obtención de negocio para las estrategias multiactivos por parte de las instituciones pues, según un directivo de una gran gestora internacional declaró a Cerulli, la experiencia en asignación de activos se ha convertido en la “mayor causa de retornos en una cartera”.
En comparación a otras disciplinas de gestión de activos para instituciones, podríamos referirnos a los honorarios para la gestión de multiactivos como algo “no establecido”. Existe una gran disparidad en cuanto a lo que se le carga a una institución por servicios similares: los honorarios por gestión de inversiones en multiactivos varía –en puntos básicos- desde las cifras de un sólo dígito hasta la de 60, encontrando su media en el entorno de los 20 pb, según datos de Cerulli. La firma cree que el mercado está todavía buscando los precios de esos servicios y que hay poco entendimiento en cuanto a lo que debe ser cargado por alcanzar un objetivo señalado o un plan de asignación de activos.
Sin embargo, lo que sí es público es que los mandatos personalizados tienden a seguir las normas institucionales: las estrategias multiactivos más complejas suelen suponer mayores compensaciones que aquellas con activos únicos y las mayores cuentas consiguen mejores acuerdos que las pequeñas. Estas estrategias requieren, por definición, mercados pasivos o exposiciones beta combinadas con clases de activos más complejos y no correlacionados y activos alternativos. Por tanto, el futuro no parece que vaya a ser de la inversión pasiva de precios bajos o de las estrategias activas más costosas, sino de ambos.
Y mientras el entorno de los honorarios para la gestión de multiactivos y otras soluciones personalizadas es fluido, los gestores deberían prepararse para el día en que sus clientes quieran obtener más valor de sus dólares. Cerulli anima a los gestores a evaluar los costes reales de los diferentes servicios que los clientes de soluciones personalizadas requieren y fijar precios acordes. Al mismo tiempo -concluye el documento- deberían propiciar la transparencia y el diálogo con los clientes y potenciales clientes sobre costes y honorarios.