El peso de los fondos que aplican políticas de inversión responsable aún es muy bajo. En Europa, los fondos bajo estos criterios tienen unos activos de 107.900 millones de euros, que suponían el 1,64% del total de la industria, con datos de cierre de junio de 2013 de Vigeo: Green, Social and Ethical Fund In Europe 2013 & Efama. ¿Cuáles son los motivos de esa baja participación? En primer lugar hay que considerar que el mercado minorista hacia los fondos con estos parámetros aún no está desarrollado y que este tipo de inversión se aplica con más frecuencia a otros productos, como los planes de pensiones o los fondos de capital riesgo.
También hay que tener en cuenta que este tipo de inversión se enfrenta a diversos obstáculos, como la percepción de que no compensa asumir este sesgo ante la idea de que los gestores dejan de ganar al limitar su universo de inversión y por tanto sus oportunidades. Además, según explica Xavier Fàbregas, director general de Caja Ingenieros Gestión, donde aplican políticas ISR, en ocasiones los gestores no tienen capacidad para aplicar criterios extrafinancieros, que supone un trabajo especializado y que implica invertir en los analistas. “El mundo ISR implica conocer mejor a las empresas en las que se invierte, ir más allá de su balance de resultados y analizar sus políticas medioambientales, su gobierno corporativo, su equipo directivo o los proyectos en los que está implicada, además de participar en su día a día y juntas de accionistas…. Supone redoblar los esfuerzos de capacidad de las gestoras”, explica.
Además, y considerando el caso español, la anterior circular al respecto solo consideraba los fondos de carácter ético, y limitaba las inversiones a un índice de referencia o a las decisiones de un comité ético específico, lo que restringía este tipo de estrategias. “Suponía reducir el universo de inversión y en ocasiones no gozar de la transparencia deseada en los índices de referencia con respecto a los criterios utilizados”, comenta Jared Márquez, gestor de control y riesgos en la entidad. Pero esta limitación ya se ha superado con la nueva circular de Inverco, que abre nuevas posibilidades a la inversión responsable y no la acota a índices.
Una tendencia positiva
Pero los fondos de inversión responsable solo pueden crecer, dicen los expertos, que están viendo más demanda. En España, donde el Foro Español de Inversión Socialmente Responsable (Spainsif) está totalmente comprometido con su desarrollo y ha lanzado el primer listado de fondos ISR que se comercializan en el país -en el que aparecen 59 fondos con esta filosofía de inversión, que invierten en todo tipo de activos-, la nueva circular al respecto puede ayudar a ello. Pero además hay una serie de factores que podrían ayudar.
En primer lugar, la crisis financiera ha forzado a la industria de la gestión a establecer estándares y mecanismos mínimos para mejorar la transparencia y la credibilidad en el sector financiero. Y los gestores de fondos reconocen ahora que la integración de estos estándares en el proceso de inversión es un requisito demandado por la comunidad de inversores. Así, los inversores muestran un interés creciente por estrategias que integran criterios medioambientales, sociales y corporativos en el proceso de inversión.
Según una reciente encuesta de KPMG, correspondiente a 2013, la categoría ESG es la mayor en todo el universo de fondos de inversión responsable, tanto por número de fondos (1.135 en todo el mundo) como por activos gestionados (198.000 millones en 2012). Además, se crean cada vez más fondos de este tipo: 100 fueron creados de 2010 a 2011 y 62 más en 2012.
También hay más de 1.200 gestoras, con 30 billones en activos, que se han adherido a los principios de la ONU de inversión responsable y son firmantes de los mismos (los llamados UNPRI). Se comprometen a incorporar criterios ISR en las decisiones de inversión; en prácticas y políticas, adoptando una función activa como accionistas; a solicitar transparencia sobre cuestiones ISR a las entidades en las que invierten; a promover los principios de la ONU; a colaborar aumentando la eficacia en el cumplimiento de los principios; y a informar sobre las actividades y progresos en la aplicación de los principios.
Según Caja Ingenieros Gestión, la implementación y desarrollo de los compromisos derivados del UNPRI supondrá un cambio estructural del panorama ISR en la industria de fondos, siendo la estrategia de integración ESG la más beneficiada y la que mayor crecimiento experimente. Además, una mayor relevancia de las agencias de rating ESG o mayor presencia de criterios de inversión responsable en las agencias de calificación tradicionales supondría un impulso importante a la industria de fondos ISR “retail”. También señala que la indexación mediante ETFs a índices de sostenibilidad tiene un presencia residual, pero el “apetito” de las empresas en formar parte de índices responsables irá en aumento al igual que el desarrollo de políticas sostenibles. En este sentido las memorias de sostenibilidad tendrán un papel clave.
Las ventajas de la inversión ISR
Los estudios demuestran que desde el punto de vista microeconómico los niveles de transparencia y la inclusión de criterios no financieros en el análisis corporativo es determinante para rebajar el coste del capital y consecuentemente elevar el precio objetivo de una compañía. Algo muy atractivo para los gestores.
Además, aunque no existe una evidencia empírica que los índices socialmente responsables tengan un mejor comportamiento (en términos de rentabilidad / riesgo) que los grandes índices tradicionales a largo plazo, en Europa y en especial tras la crisis financiera de 2008 los índices ISR mejoran las prestaciones y ganan protagonismo. Es decir, su comportamiento en los últimos años de crisis sí es mejor.
Los retos para el gestor
Entre los retos, indican que las carteras ISR, al presentar un mayor grado de concentración (un universo invertible menor), supone un desafío para los gestores al tener que demostrar un mayor grado de convicción. Y adicionalmente contrarrestar el habitual argumento de carteras “unconstrained” (no limitadas). También entre los retos, “cualquier cambio de cartera se ha de explicar mucho mejor en un fondo ISR”, apostilla Márquez.
Un mundo ISR más amplio fuera de los fondos
Si se consideran todos los activos en Europa bajo criterios de inversión responsable el volumen es mucho más amplio: 8,7 billones de euros (con datos de GSIA a finales de 2012), que representan el 65% de los activos en todo el mundo con estos criterios (13,5 billones en total). La inversión se concentra principalmente en Francia, Reino Unido, Holanda, Alemania y Noruega, que representan un 75% del total según datos de Eurosif. España, con 57.091 millones de euros, el 0,8% del total, es uno de los países, junto a Polonia y Austria, con menor representación.