El próximo 14 de abril Fidelity Worldwide Investment lanza en el mercado español el Fidelity Funds – Fixed Term 2018 Fund, un fondo de renta fija con fecha de vencimiento. Este vehículo de inversión, gestionado por Kristian Atkinson, tiene como objetivo devolver al cabo de cuatro años el 100% del capital invertido más un cupón del 3% anual, aunque este importe dependerá de las condiciones imperantes en los mercados. Los fondos de renta fija a vencimiento han ganado mucha popularidad en los últimos meses en el mercado español, a costa sobre todo de la pérdida de atractivo de los fondos garantizados.
Frente a la escasa rentabilidad de los bonos de alta calidad, Fidelity Funds – Fixed Term 2018 Fund busca un nivel atractivo de cupones anuales a través de una cartera equilibrada y diversificada entre países y clases de títulos. Un 60% de la cartera se invertirá en bonos de alta calidad crediticia, en especial BBB. El 40% restante se repartirá en activos con rating BB, B y CCC para lo cual se procederá a una gestión activa basada en un potente análisis fundamental, con el fin de evitar en lo posible revisiones a la baja de las calificaciones y los impagos. La filosofía de inversión del Fidelity Funds – Fixed Term 2018 Fund pasa por evitar a los valores perdedores más que en encontrar a los ganadores, en combinación con una gestión activa de los impagos.
La asignación de activos por ubicación geográfica sigue las mismas pautas de diversificación del riesgo, con un peso especial para las áreas de Mediterráneo y Este de Europa, Norteamérica y Asia Pacífico (ex Japón).
Respecto al horizonte temporal, dado el vencimiento a cuatro años, el fondo invertirá fundamentalmente en bonos con vencimientos anteriores al 31 de diciembre de 2018. Sin embargo, hasta el 30% de la cartera podría tener un vencimiento de hasta 4,5 años. Finalizado el periodo de suscripción, el 14 de abril de 2014, el fondo quedará cerrado a nuevas suscripciones, contrataciones y traspasos desde otros fondos.
Por su perfil, Fidelity Funds – Fixed Term 2018 está pensado en especial para un grupo amplio de clientes conservadores que desean evitar la erosión gradual de su activo provocada por las rentabilidades reales negativas. También los inversores institucionales que buscan rentabilidades constantes en un horizonte temporal definido pueden encajar bien en este nuevo vehículo de inversión.