Espírito Santo Internacional (ESI), matriz de Banco Espírito Santo (BES), se encuentra en una “situación financiera comprometida”, tal y como ha puesto de manifiesto una auditoría llevada a cabo por KPMG, que de acuerdo a un hecho relevante remitido por la entidad financiera al regulador portugués apunta que se han “identificado irregularidades en las cuentas y considera que Espirito Santo International está en una delicada situación financiera”.
En el hecho relevante remitido a la Comisión de Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) se dice que BES no es responsable de los problemas de su matriz, aunque se reconoce que podría “tener un impacto negativo en la reputación del BES”.
La auditoría, encargada por el banco central luso sobre las cuentas del ejercicio de 2013, han puesto sobre la mesa numerosos problemas de uno de los mayores grupos de Portugal, que también ha informado de que ya ha puesto en marcha un proceso de reorganización “para reequilibrar la situación financiera y proceder al reembolso del pasivo”.
The Wall Street Journal apuntaba el pasado mes de diciembre que la matriz estaba altamente endeudada con un fondo de inversión del propio banco. El Banco de Portugal solicitó una auditoría externa al detectarse en el último trimestre del pasado año las irregularidades. Entonces, el banco central luso pidió a la entidad una provisión extraordinaria de 700 millones de euros para minimizar el riesgo de incumplimiento.
El Banco Espirito Santo (BES) tiene previsto llevar a cabo una ampliación de capital de 1.000 millones de euros.