La firma de inversión austriaca Erste Asset Management ha comunicado que excluirá de su universo de inversión a todas las empresas que operen en los ámbitos relacionados con el carbón, bien con la minería o bien con la producción eléctrica y de combustibles.
Esta decisión afectará a todos sus fondos desde el 1 de julio de 2021, a menos que las compañías se comprometan de forma creíble a abandonar el carbón de acuerdo con el Acuerdo Climático de París. Además, Erste Group, la empresa matriz de Erste Asset Management, anunció en marzo de 2021 que reduciría gradualmente su financiación para los sectores de la minería del carbón y de la generación de energía a base de carbón y que los abandonaría por completo en 2030.
Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2014), el límite de calentamiento global de 1,5 grados centígrados fijado en la cumbre mundial sobre el clima celebrada en París en 2015 solo puede alcanzarse abandonando el sector del carbón.
“Ya en 2016 fuimos una de las primeras empresas de inversión de la región de habla alemana con una política corporativa de carbón. Ahora alcanzamos el siguiente hito al adherirnos a criterios aún más estrictos en nuestras inversiones. Deseamos explícitamente que otros sigan este ejemplo para que podamos resolver juntos la crisis climática», señala Heinz Bednar, CEO de Erste Asset Management.
Debido a la situación actual del carbón en el mantenimiento del suministro de energía y calor en Europa Central y Oriental (ECE), la firma piensa que la transición tiene que ser paulatina y garantizando la seguridad del suministro. «Por eso hemos optado deliberadamente por una mezcla de exclusión y compromiso, para guiar a las empresas de forma centrada en la transformación hacia el uso de energías renovables», añade Bednar.
Los puntos de referencia de la nueva política de Erste AM se basan en los umbrales de venta derivados de la etiqueta ecológica austriaca y en los hallazgos científicos sobre el tiempo que tenemos para salir del carbón para alcanzar los objetivos climáticos de París. Según Bednar, la inversión sostenible afecta a todas las empresas y, en última instancia, también a toda la sociedad. “Por lo tanto, no es suficiente definir puntos de referencia más estrictos para una pequeña línea de productos. Estos puntos de referencia tienen que
aplicarse a todos los fondos de inversión. El cliente tiene que estar seguro, independientemente del fondo que elija, de que no hay minería de carbón ni producción de energía a partir del carbón», matiza.
Sobre la base de este razonamiento y en colaboración con socios de análisis y proveedores de datos externos, Erste AM evalúa sus operaciones con respecto a las siguientes áreas: minería del carbón (térmica o metalúrgica), producción de energía a partir de lignito o lignito, producción de combustible (líquido o gaseoso) a partir del carbón; un plan de salida del carbón claro y publicado por las respectivas empresas. La gestora no espera que esta medida tenga ningún impacto en el rendimiento de los fondos en cuestión, pero sí que se reduzcan los riesgos a largo plazo.
“Al salir de las inversiones en carbón, Erste AM no sólo asume la responsabilidad como inversor y minimiza los riesgos medioambientales y financieros a largo plazo, sino que la medida también nos ayuda a cumplir el Montréal Carbon Pledge, del que somos signatarios”, como concluye Bednar.