Los fondos de inversión que invierten en renta variable en Estados Unidos se han ido convirtiendo en productos con una gestión cada vez menos activa con respecto a los indices, según critica Michael J. Mangan, socio y gestor de Harris Associates, gestora especializada en bolsa de Natixis GAM. Pero en la entidad apuestan por una gestión muy activa, que les lleva a ratios de active share –diferencias con respecto al índice- del 84% en su fondo de renta variable estadounidense y hasta del 94% en el de renta variable global de todas las capitalizaciones, según explicó en el marco de un evento celebrado por Natixis GAM en Madrid.
El experto tiene claro que, en un entorno de más análisis técnico y gestión menos activa, los gestores fundamentales están bien posicionados para sacar partido de las ineficiencias que se generan en los mercados.
En el evento se realizó un sondeo entre los asistentes que arrojó una idea: la creencia de que actualmente el estilo de valor ofrece más potencial que el de crecimiento, según la mitad de los que opinaron. El 35% se decantó por el growth y un 15% por las estrategias de baja volatilidad en renta variable. Pero Mangan no es radicalmente un gestor value: su filosofía se basa en el análisis de valores desde una perspectiva bottom-up que trata de busar valor en nombres donde hay más potencial de crecimiento de su valor intrínseco.
Desde esa perspectiva, y aunque no se basa en el análisis macroeconómico, explica que el entorno global ofrecerá crecimientos de entre el 3% y el 4%, y que las compañías mantienen buenos fundamentals. En su opinión, actualmente esos buenos fundamentales son los que justifican las altas valoraciones.
“El mercado de renta variable está razonablemente valorado”, explica. Por ejemplo, con PER de 15 veces en Estados Unidos, no cree que sea un nivel excesivo, por lo que ve oportunidades de inversión tanto dentro como fuera del país.
En Europa, considera que la economía ya está tocando suelo, y las valoraciones de los mercados no reflejan esa situación. También apuesta por el sector de tecnología, que cuenta con una ratio de precios/beneficios menor que el S&P 500; apuesta por la exposición a mercados emergentes pero a través de las compañías de los mercados desarrollados y cree que el exceso de liquidez es un activo infravalorado.
Como ejemplos de nombres que le gustan, menciona General Motors, Nestlé o Wells Fargo.