Según reconoce Nicholas J. Elward, vicepresidente senior, jefe de Producto Institucional y ETFs en Natixis IM, los inversores comienzan a preguntar sobre el papel de los llamados “estrategas de inversión” en ETFs. “Esto se debe a que este cargo se ha vuelto cada vez más común en el sector y el término se menciona con más frecuencia en los medios”, señala. ¿Qué es y qué hace está figura dentro de la industria?
“Son asesores especializados que se dedican a construir portafolios de inversión para sus clientes y para asesores financieros, utilizando mayormente ETFs como la inversión subyacente en los portafolios o modelos. Estos estrategas en ETFs con frecuencia preparan diversos modelos de asignaciones de activos para que los inversionistas elijan el más conveniente, que van desde conservadores, balanceados y orientados al crecimiento, hasta otros modelos más especializados. Por lo general se establecen cuentas para cada cliente con el fin de que el estratega de ETFs pueda ejecutar todas las negociaciones dentro y fuera de los ETFs subyacentes, pero en ocasiones el estratega simplemente envía las negociaciones que recomienda para cada modelo a las casas de bolsa que ejecutan todas las transacciones para el inversionista final”, explica detalladamente Elward.
Por su experiencia, esta figura es capaz de agregar valor a las carteras a través del uso principalmente de ETFs, apoyándose, por ejemplo, en su eficiencia fiscal. “Más allá de eso, los estrategas pueden ser más tácticos en las decisiones de asignación de activos, cambiando éstas con frecuencia, incluyendo la disposición a mantener una asignación grande en efectivo si los mercados parecen estar sobrevalorados o riesgosos. Este enfoque activo en cuanto a la asignación de activos tiene el potencial de ofrecer a los inversores una fuente de retorno y protección para el portafolio en caso de una caída en los mercados. Los riesgos potenciales y las recompensas dependerán en parte de las decisiones de negociación del estratega de ETFs”, añade el experto de Natixis IM.
En el sector, se observa que algunos profesionales financieros recurren a especialistas externos para la asignación de activos de sus clientes, como los estrategas de ETFs. Aunque no es una tendencia generalizada en todos los mercados de esta industria, algunos asesores encuentran que esto puede permitirles más tiempo para enfocarse en el crecimiento del negocio o emprender otras labores relacionadas con la inversión del cliente como la planeación financiera o patrimonial. Además, en casos donde la asignación de activos no es necesariamente su expertise, estos asesores podrían ofrecer a sus clientes una propuesta de valor más sólida para su inversión al externalizar esta función.
“Muchos estrategas históricamente han usado en su mayoría ETFs con estrategias pasivas, y algunos con smart beta, como la materia prima para construir sus modelos de estrategia ETF. Sin embargo, vemos un número cada vez mayor de estrategas que empiezan a usar ETFs con gestión activa, especialmente considerando el crecimiento en el número de ETFs de gestión activa en el mercado. Los ETFs gestionados activamente proveen a los inversionistas dos oportunidades de mejorar el rendimiento: a través de las decisiones de asignación de activos y de selección del nivel de seguridad”, concluye Elward.