Como el resto de mercados del mundo, la región asiática notó con fuerza los efectos del COVID-19 en su industria de gestión de activos. Pero también, según destaca el último informe de Cerulli Associates (The Cerulli Edge―Asia-Pacific Edition, 1Q 2021 Issue), es uno de los mercados que con más rapidez se está recuperando.
Los activos bajo gestión en Asia ya mostraban síntomas de recuperación en septiembre de 2020, registrando un crecimiento en toda la región del 11% durante los primeros nueves meses del año pasado. Este crecimiento estuvo liderado por China, con un 21%, y seguido por Corea del Sur, con 10,4%.
Desde Cerulli Associates señalan que China parece ser “un punto brillante” en mitad de la paulatina recuperación que vive la industria de inversión. Este liderazgo se debe, en parte, por las diversas medidas de liberalización y apertura de la economía a los gestores extranjeros, lo que da acceso a numerosas oportunidades de inversión en toda la región. Además, la pandemia también ha sido un punto de inflexión para los inversores. “Los cierres de las ciudades han hecho que más personas piensen en sus inversiones personales e inviertan de forma online. En Japón, el número de cuentas de valores en las casas de corretaje aumentó entre abril y septiembre, especialmente para los SBI Securities, que registraron el mayor crecimiento interanual en el número de cuentas, con un 20%, a partir de septiembre”, apunta el informe de Cerulli Associates.
No solo crece la inversión, sino que lo hace bajo los principios de responsabilidad y sostenibilidad. “La ISR está repuntando en varios mercados, ya que la mayor concienciación sobre el cambio climático y COVID-19 incitan a los inversores a considerar los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus carteras, aunque el interés minorista siga siendo generalmente bajo. En Corea, los graves desprendimientos de tierras e inundaciones del verano pasado y la pandemia del coronavirus podrían haber sensibilizado a los inversores y contribuido a aportar más de 170 millones de dólares a fondos ESG en el tercer trimestre”, señala el informe.
En este sentido, Cerulli Associates explica que el apoyo normativo para el ESG es fuerte en Hong Kong y Singapur. Por ejemplo, en octubre de 2020, la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong abrió una consulta para que los gestores de fondos incorporen los riesgos climáticos en los procesos de inversión, la gestión de riesgos y la divulgación de información a los inversores. En esta misma línea, en noviembre de 2020, la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) dio a conocer el Plan de Acción de Financiación Ecológica, que incluye un programa de inversiones ecológicas de 2.000 millones de dólares y una propuesta de directrices sobre el riesgo ambiental para el sector financiero. Ejemplo e iniciativas similares sobre el desarrollo de medidas regulatorias para impulsar la ESG también se están dando en Corea del Norte y Taiwán.
«Es probable que los sentimientos de los inversores continúen siendo conservador en 2021, dado los riesgos que plantea COVID-19. Sin embargo, las perspectivas para la región parecen prometedoras, dado el reciente repunte de los activos bajo gestión, así como el sólido respaldo normativo en torno a la inversión sostenible para el crecimiento de la industria”, ha destacado Ken Yap, director gerente para Asia de Cerulli Associates.