Crecer es positivo, pero también sinónimo de nuevos riesgos. Según una reciente investigación realizada por Cerulli Associates, los RIAs que superan los 1.000 millones de dólares bajo gestión adquieren un tamaño tan grande que resulta complicado su gestión por parte de sus administradores.
“Cuando un RIA alcanza los 500 millones dólares en activos bajo gestión, es todavía, en la práctica, una empresa funcional, pero ha medida que aumenta su patrimonio y llega a los 1.000 millones de dólares bajo gestión alcanza una nueva fase en su ciclo de vida comercial. El tener que atender a más partícipes y en ubicaciones diferentes implica desarrollar más estructuras y discursos”, afirma Kenton Shirk, director de Cerulli.
En opinión de la consultora, la nueva fase en la que entran los RIAs les implica desafíos propio de su tamaño. “Por ejemplo, traer y retener gestores que puedan ofrecer más experiencia, además de lograr una organización que priorice al inversor, en este caso, al cliente”, añade Shirk.
Las cifras
Según los datos que maneja Cerulli Associates, los RIAs crecieron un 9,8% anual durante los últimos años. En concreto los que tienen un patrimonio de 250 millones de dólares crecieron un 11,8% y aquellas de entre 500 y 1.000 millones de dólares lo hicieron un 10,6%. Si nos limitamos a coger las siete mayores RIAs con 10.000 millones de dólares bajo gestión, el crecimiento fue solo del 6%.
A pesar de estos obstáculos que supone la gestión de los vehículos inmobiliarios más grandes, Shirk sostiene que “los RIA que pueden superar estos desafíos podrían convertirse, en última instancia, en competencia para las firmas de wealth management”.