La industria de gestión de activos afronta numerosos retos en Europa, sobre todo después de una crisis financiera que ha puesto sobre la mesa sus carencias y puntos débiles en un entorno de menor crecimiento global. Pero conseguirá sobrevivir si logra adaptarse a una nueva realidad con la concentración del negocio en menos jugadores y una creciente presión competitiva y regulatoria como pautas. Massimo Tosato, chief executive de Schroder Investment Management en Londres, considera que, aunque esa presión competitiva arrastra las comisiones de los fondos a la baja a la vez que las exigencias regulatorias incrementan los costes de las gestoras, la industria logrará mantener unos márgenes aceptables si entra en un proceso de reestructuración.
Según comentó en la última conferencia organizada en Luxemburgo por la asociación de fondos el país, ALFI, hay dos formas de hacerlo. En primer lugar, mediante el logro de economías de escala, con gestoras más grandes, mayor cuota de negocio y mayores márgenes. En segundo lugar, mediante la industrialización del proceso tanto de “fabricación” del producto como de su comercialización. “Debemos pensar en la industrialización de los procesos”, explica. De esa forma, el experto calcula que los márgenes podrían caer menos de lo esperado. “Hasta ahora la industria ha tenido márgenes de entre el 35% y el 50%, y hasta el 60% en el caso de los hedge funds. Si en los próximos diez años somos capaces de tener márgenes entre el 25% y el 35%, aún son buenas cifras”, dice.
Y es que la presión compresora viene tanto por el lado de los ingresos como de los costes. Según sus perspectivas, la creciente competencia hará que las comisiones bajen de media un 15% en los próximos tres a cinco años, mientras los costes derivados de la mayor transparencia y gobernanza exigida por la nueva regulación se incrementarán en un 50%, provocando una caída del beneficio por unidad de producto. De ahí esa propuesta de industrialización. Y recuerda que solo el 42% de la comisión se destina a retribuir a la gestora, pues el resto se destina a cubrir gastos de distribución y administración.
Con todo, Tosato cree que ese entorno de menos y más grandes jugadores habrá espacio para las boutiques y entidades independientes.
Una oferta capaz de crear alfa
Mantener su credibilidad es otro de los retos clave que afronta la industria y eso solo lo conseguirá generando valor para el inversor. “La esencia de nuestro trabajo es proporcionar valor gestionando riesgos y hemos de mover nuestra oferta de productos hacia la generación de alfa y revisar las comisiones en ese contexto”. Por ello defiende que la comisión de rentabilidad solo se aplique si hay alfa y cree que, en ese sentido, la industria se está moviendo en la dirección correcta.
Otro de los retos que afronta son las dudas, en algunos casos de compradores asiáticos o latinoamericanos, acerca de la complejidad de los productos europeos (UCITS y fondos alternativos regulados) y las críticas por la quizá excesiva rapidez con la que se ha movido en la innovación de su oferta. “La industria está dividida entre los que consideran que los UCITS deben dividirse entre productos complejos y no complejos y los que prefieren separar los productos más complejos de la marca y situarlos en otros terrenos como el alternativo. Y también ha de aclarar qué entiende exactamente por complejidad, pues en algunos casos los instrumentos son más complicados de entender pero no conllevan más riesgo en las carteras”, advierte. Tosato cree quelo importante para el cliente “es que entienda los riesgos de los productos y no necesariamente su manufactura”.
Otro de los retos es la regulación y el experto aboga por una normativa que permita optimizar riesgos y crear un terreno de juego homogéneo.