DWS amplía su gama de productos temáticos con enfoque ESG con el lanzamiento de DWS Concept ESG Blue Economy, una nueva estrategia de renta variable global. El objetivo del fondo, gestionado por Paul Buchwitz, es promover la economía azul y tener un impacto positivo en las acciones sostenibles de las empresas, centrado principalmente en las acciones de las empresas relacionadas con los ecosistemas costeros y marinos.
La gestora considera que la llamada economía azul tiene un alto potencial de crecimiento.“Se espera que la economía azul crezca dos veces más rápido que la economía establecida de cara al año 2030″, señala Paul Buchwitz, gestor del fondo DWS Concept ESG Blue Economy, con motivo de la celebración del Día Mundial de los Océanos, que se celebra este martes 8 de junio. El World Wide Fund for Nature (WWF) sitúa el valor mundial de los activos relacionados con los océanos en unos 24 billones de dólares. Asimismo, el “producto oceánico bruto” anual alcanza los 2,5 billones de dólares, situando a la Economía Azul en el octavo lugar entre las mayores economías del mundo. Debido a la enorme importancia de los océanos, no sólo como recurso económico, sino también para la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), junto con el WWF, ha definido criterios para cinco sectores relacionados con los océanos, y que han sido integrados en el proceso de inversión del DWS Concept ESG Blue Economy.
En este marco, DWS han lanzado este fondo que tiene el foco en aquellas compañías que ayudan a frenar la acidificación de los océanos y en reducir la contaminación marina, así como en aquellas compañías que se ocupan del uso sostenible de los recursos marinos, los ecosistemas y la pesca sostenible. Según explica la gestora, esto incluye a empresas que contribuyen a la salud de los océanos y se centran en el consumo sostenible, la reducción de las emisiones de carbono y la prevención de la contaminación acuífera. También lo hace en los sectores que dependen de los océanos, como el transporte marítimo y los puertos, la energía y los recursos, el turismo costero y la acuicultura.
“Invertimos en empresas que ofrecen soluciones que pueden ayudar a que la economía azul se vuelva más sostenible. Sin embargo, el foco también se centra en empresas que utilizan los océanos como recurso y que han empezado a transformar sus modelos de negocio o a demostrar su voluntad de actuar de una forma más sostenible en el futuro. Entablamos un diálogo exhaustivo con empresas seleccionadas que tienen un claro impacto negativo en el océano y que aún no se han posicionado en el camino correcto”, añade Buchwitz.
Compromiso en cooperación con WWF
Dentro del contexto del fondo, DWS cuenta con una asociación con WWF, la mayor organización conservacionista independiente del mundo. «Estamos deseando colaborar estrechamente para establecer objetivos de sostenibilidad concretos y cuantificables para las empresas, a la par que documentarlos, revisarlos y evaluarlos periódicamente», afirma el gestor de la cartera.
Por su parte, Parisa Shahyari, economista del WWF, añade: “Al reorientar los flujos de capital hacia modelos de negocio sostenibles, la industria financiera tiene una enorme influencia que puede utilizar para proteger el planeta. Además, si se aplican criterios de conservación marina a las empresas, podemos trabajar con DWS para promover la transición de las industrias relacionadas con el mar. El hecho de que DWS, como inversor, pueda utilizar sus derechos de voto o llamar la atención sobre la urgencia de la transición de los modelos de negocio no sostenibles en los debates con los responsables de la toma de decisiones son cuestiones especialmente relevantes”.
Con la asociación con WWF, DWS está expandiendo su anterior compromiso con la conservación marina. Entre otras causas, la gestora apoya, desde 2019, a la organización Healthy Seas para librar a los océanos del mundo de las redes fantasma.