El sector de asesoramiento financiero sigue evolucionando y, de cara a 2022, los nuevos prismas del negocio se focalizarán en aspectos como la creciente digitalización (con un mayor protagonismo escénico de competidores como las fintech, y que establecerá también renovados marcos, en su mayoría híbridos, para las relaciones con los clientes), un mayor interés por criterios de inversión ESG (que obligará a las entidades a adaptarse a la normativa y determinará el diseño de las carteras) o un camino que dirige el negocio hacia modelos de cobro más explícitos y en el que el fondo de inversión es el producto estrella. Y todo, en un escenario muy dinámico en el que los actores en sí mismos cambian, nacen, desaparecen o protagonizan operaciones de compras, fusiones o asociaciones estratégicas.
En este horizonte que se dibuja de cara al año nuevo ha pesado, y mucho, la disrupción traída por la pandemia del coronavirus, que en los últimos dos años ha acelerado las tendencias de digitalización y señalizado los nuevos canales, sobre todo en remoto, para interactuar con los clientes, sin perder cercanía y calidad en las respuestas. “Quizás no es tanto como una disrupción, pero el ser plenamente capaces de relacionarse y dar pleno servicio a los clientes en un confinamiento duro como el que se vivió ha permitido demostrar la capacidad de los sistemas de la banca y ha acelerado un salto adelante en esas capacidades y en la mentalidad de clientes y banqueros”, defiende Javier García Gómez, director comercial de Santander Banca Privada en España.
Además de la digitalización, Víctor Allende, director de Banca Privada en CaixaBank, pone el foco en el impulso de la inversión sostenible: en su opinión, los principales cambios derivados en el negocio ante la disrupción de los últimos años han sido “el impulso del servicio digital, que teníamos muy desarrollado y que se ha consolidado, así como todo lo relativo a la inversión sostenible y de impacto”.
Coinciden en Singular Bank en que el principal factor de disrupción ha sido la digitalización, especialmente para aquellas entidades con menor penetración de la misma y en las que los clientes hacían la mayor parte de su operativa de forma presencial, con un banquero. “De la noche a la mañana muchas cosas cambiaron y eso obligó a pensar en una nueva forma de hacerlas”, explica Victoria Torre, directora de Oferta Digital y Comunicación, si bien en el caso de su entidad, que nació sobre la base de Self Bank –un banco muy digital desde sus iniciosno se vieron obligados a digitalizar procesos a toda prisa.
Desde Andbank coinciden en que la disrupción derivada de la pandemia se ha centrado principalmente en el mayor aprovechamiento de las soluciones tecnológicas ya existentes para evitar la interacción presencial, junto al foco en la calidad a la hora de dar respuestas a los clientes: “La disrupción se ha producido en la necesidad de contar con herramientas que permitan la inversión sin interacción presencial. Por otra parte, la velocidad en la recuperación de los mercados ha puesto en valor a las entidades que han dado servicio: respuestas claras ante la incertidumbre y cercanía con los clientes para ayudarles en la gestión de patrimonios, frente a quienes evadieron las preguntas y tuvieron que atender otras prioridades”, explica José de Alarcón, director comercial de Andbank España.
En este último sentido también inciden en A&G Banca Privada: “En la pandemia muchos clientes no fueron atendidos por sus entidades en un momento en que los mercados caían con fuerza. Esos clientes han decidido cambiar a su entidad de banca privada e irse a otras especializadas donde sí han estado cerca cuando más lo han necesitado”, explican Ana Bárcena y Ainhoa González, banqueras privadas responsables de la oficina de Bilbao de A&G.
Al hablar de cambios traídos por la situación vivida en 2020, Guillermo Santos, socio de la EAF iCapital, se centra en la situación de los mercados, ante “la ida y vuelta que ha supuesto el COVID en las inversiones, que ha llevado a adaptar carteras constantemente”. En su opinión, la principal disrupción se centra en las expectativas cambiantes y el hecho de que “la subida artificial de precios en algunos activos como la renta fija de calidad ha creado un marco difícil para la inversión conservadora”.
Un negocio que seguirá creciendo
Si hay algo de lo que no tienen duda los expertos consultados por Funds Society es de que, tras la disrupción y los cambios, el negocio seguirá creciendo. “Hay mucho valor por aportar a muchos clientes, que cada vez tienen más clara la necesidad de un asesoramiento especializado para poder obtener rentabilidades reales positivas, superando la inflación, según el perfil inversor y los objetivos”, comentan desde la banca privada de…
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