¿Cómo puede ofrecer una entidad financiera el producto que mejor se adapte a las necesidades de sus clientes? Para Luis Martín-Jadraque, director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, la clave está en contar con una arquitectura abierta en fondos de inversión. “Ofrece un ofrece un servicio de valor añadido al proporcionar una oferta más amplia, que permite seleccionar los mejores productos y diversificar la inversión”, señala.
Esta alternativa tiene sentido para aquellos bancos que aspiran a ofrecer a todos sus clientes unos servicios financieros de calidad, por lo que deben poner a su disposición el producto que mejor se adapte a ellos. Martín-Jadraque enumera cinco razones por las que exigir arquitectura abierta a las entidades financieras con las que se trabaja:
La primera de ellas es por la personalización de la oferta. Y es que el primer paso antes de invertir es definir el perfil de riesgo, objetivos y necesidades del cliente, adecuando el producto de inversión a los objetivos del ahorrador, y no al revés. Por ello, es importante contar con un amplio abanico de posibilidades que permita elegir la inversión más adecuada. Según Martín-Jadraque, “los fondos propios de las entidades a menudo no encajan del todo con el perfil u objetivos del cliente, por lo que un banco que priorice a sus clientes les ofrecerá lo mejor del mercado, sea propio o no. El banco debe además acompañar al cliente en el proceso de selección, destacando los fondos más adecuados e incluso elaborando carteras modelo”.
El segundo motivo que da es el alto nivel de adaptación al entorno de mercado, algo totalmente indispensable para que las inversiones obtengan la rentabilidad esperada. El extenso universo de fondos permite escoger en cada momento los activos más interesantes, teniendo en cuenta además que una de las ventajas de los fondos es la facilidad para traspasar capital. “Una entidad con arquitectura abierta puede ofrecer la diversificación necesaria para lidiar con los movimientos de los mercados”, comenta Martín-Jadraque.
En su opinión, otro motivo para exigir arquitectura abierta en los fondos es aprovechar la internacionalización como punto fuerte. “En un mundo global, las inversiones deben ser también globales”, afirma. En este sentido defiende que ofrecer productos de un número amplio de compañías gestoras de fondos, que disponen de equipos en diferentes países y de expertos en diferentes áreas, supone que el ahorrador se beneficia de ese conocimiento y del acceso a diferentes mercados. “Esto permite que las carteras de fondos de inversión estén mejor diversificadas, contando con la experiencia de gestores en distintas zonas geográficas que se centran en analizar, por ejemplo, la evolución del sector de la automoción en China o el nivel de exportaciones del petróleo de EE.UU.”, asegura Martín-Jadraque.
A esto se suma, como cuarta razón, la importancia de la rentabilidad. Como es lógico “no es lo mismo un fondo bueno que uno excelente”, comenta Martín-Jadraque. A la hora de realizar inversiones, es importante tener en cuenta las rentabilidades reales que se pueden obtener en función del perfil de riesgo. “Un ahorrador pierde rentabilidad si el fondo que mejor se ajusta a sus necesidades no es el mejor en su categoría”, afirma.
Como último motivo apunta la importancia de la orientación al cliente. Según su criterio y experiencia, “contar con un servicio de inversiones que incluye arquitectura abierta es un indicador de la vocación de un banco de ofrecer a sus clientes unos servicios financieros de calidad”. En este sentido, como director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, destaca que “una entidad demuestra que su auténtico interés es servir al cliente cuando le ofrece lo mejor del mercado, independientemente de que sea o no un producto propio, y le facilite elegir la inversión más ajustada a sus necesidades”.