El carácter conservador y prudente que define a BNY Mellon Investment Management (IM) se aplica también al desarrollo que está teniendo su negocio de gestión de activos en Latinoamérica, región en la que cuenta con unos 3.500 millones de dólares bajo gestión en el negocio internacional transfronterizo (excluyendo el negocio on-shore en Brasil a través de su filial ARX). Su responsable, Fernando Bonardi, es cauto, pero también consciente del enorme potencial de crecimiento que existe en los próximos años. Por eso, explica en esta entrevista con Funds Society que su ambición, “en la medida en que el mercado y la regulación acompañen”, y con el equipo del que ahora dispone, es triplicar esos activos a medio plazo.
Para lograrlo, Bonardi lidera un equipo de cinco profesionales desde Chile (él incluido), con los que cubre principalmente Chile, Perú, Colombia y México. Dicho equipo se apoya en la matriz de BNY Mellon Investment Management Internacional, con sede en Reino Unido, así como en las gestoras independientes que componen la estructura multi-boutique que caracteriza a BNY Mellon IM. De momento, Bonardi descarta que este año crezca su oficina aunque reconoce que, si el crecimiento acompaña, en los próximos años podrían aumentar los esfuerzos en México y también Brasil, con equipos centrados específicamente en segmentos de inversión internacional. Esto supondría un refuerzo a las oficinas de representación con las que actualmente interactúa el equipo latinoamericano de BNY Mellon IM.
Objetivos futuros
BNY Mellon IM, que se centra sobre todo en el negocio de perfil institucional, adopta una visión prudente y paciente aunque activa respecto de la evolución regulatoria relevante para los distintos mercados que cubre.
En México, por ejemplo, los fondos de pensiones están empezando a diversificar poco a poco carteras internacionales a través de las denominadas “carteras segregadas”. Sin embargo, desde un punto de vista regulatorio, el desarrollo está siendo lento y complejo. Esto está generando obstáculos en la actividad de los principales actores dentro del segmento de afores a la hora de convocar o nutrir de fondos a sus carteras. BNY Mellon IM, como uno de los agentes activos en el sector, se ha ajustado a las circunstancias ofreciendo carteras diversificadas y aplicando la regulación vigente, pero siendo consciente de que aún queda por andar. En cualquier caso, bien es cierto que la evolución regulatoria en México ha sido muy positiva y va caminando hacia una práctica más permisiva a medida que adquieren experiencia las diferentes partes involucradas.
En Brasil, sin embargo, la espera podría ser más larga: “Es el gran interrogante de la región, aunque es cuestión de tiempo que su diversificación offshore regulada sea real y eficiente. La clave está, más bien, en cuándo se producirá y cómo irá adaptando su formato”, explica Bonardi, “sin necesariamente mezclar las inversiones internacionales con vehículos de formato local que complican y encarecen el objetivo último, más aún para los segmentos institucionales y de pensiones, como aún ocurre en este mercado”, añade.
A través de su filial ARX, BNY Mellon IM trabaja en el país desde hace ya varios años prestando servicios de gestión de activos regionales para inversores locales e internacionales interesados en adquirir exposición en Brasil y Latinoamérica. Asimismo, la rama corporativa de la entidad, BNY Mellon, cuenta con una importante presencia local de su unidad de negocio de Asset Servicing. BNY Mellon Investment Management trabaja muy cerca de esta otra división, apoyándose mutuamente para acercarse poco a poco al proyecto de diversificación off shore con inversores regulados locales. Un plan incipiente pero ya visible.
La region andina
Históricamente, los esfuerzos de Bonardi y su equipo se han centrado en los inversores institucionales de la región andina, es decir, en los fondos de pensiones de Chile, Perú y Colombia. La principal razón es que la evolución regulatoria de dichos países ha sido la más dinámica y eficiente en su apertura internacional. Otros segmentos regulados de dichos países también han seguido un proceso similar, como los fondos mutuos locales o las carteras de seguros de vida.
“Chile es un gran mercado, con 170.000 millones de dólares en activos en sus AFPs, 50.000 millones en fondos mutuos y otros 50.000 millones en firmas aseguradoras”, explica Bonardi. En el país, la necesidad de diversificar fuera del mercado local está clara debido a las limitaciones en cuanto a volumen y liquidez de su mercado local y lo que permite la ley, que da vía libre a las AFPs para destinar hasta el 80% de sus activos fuera de Chile, si bien igualmente dentro de un marco regulado en lo que respecta a subl-ímites diversos y activos elegibles.
“Dicho esto, también sabemos que es un mercado ultra competitivo a la hora de participar. En primer lugar, de poco sirve contar con buenos productos si al momento no concuerdan con lasnecesidades de asignación de activos de las AFPs o con los requisitos regulatorios e internos de las mismas”. En segundo término, la parte que éstas destinan a la gestión activa (y no a ETFs o fondos pasivos) se concentra en unos 20 o 30 fondos que suelen ser los mejores en su clase. “Entrar en las carteras de las AFPs es algo complicado dado que debe contarse con productos ganadores, cuyo tamaño esté por encima de 300/400 millones de dólares, deben ser baratos en sus costos y tener una buena estructura de soporte”, explica Bonardi.
En tercer lugar, el marco regulatorio y las preferencias sobre el mismo también presenta una dinámica a la que debe dedicársele tiempo y recursos para poder planificar las propuestas futuras a desarrollar. Ejemplos de dicha dinámica podrían darse en la gradual incorporación a las carteras de tipo private equity, que hasta ahora han requerido estructuras complejas locales y poco eficientes pero que seguramente seguirán una evolución renovada y más acorde a estándares internacionales. Lo mismo podría ocurrir con la regulación sobre uso de derivados dentro de la carteras UCITS, explica Bonardi, “haciendo más accesibles algunos portafolios de tipo retorno absoluto que han mostrado tanta evolución y crecimiento internacional en los años recientes (Liquid Alternatives) o hasta alguna incursión por el lado de carteras segregadas en la medida en que los requerimientos operativos y administrativos sobre los mismos se pudieran alivianar”.
Perú y Colombia también son dos focos de atención: del primer mercado se espera una mayor flexibilidad y apertura además de una dinamización de las carteras elegibles en lo que ya se viene trabajando desde hace varios meses por distintos frentes y se esperan buenas noticias, sin duda, dice el experto. Colombia mantiene sus apuestas internacionales predominantemente sobre carteras indexadas y “por momentos se hace cuesta arriba aportar productos que puedan satisfacer preferencias de las AFPs y además cumplir con los requerimientos regulatorios, más aun por el lado de renta fija donde los temas de límites crediticios de subyacentes son particularmente difíciles de sortear”.
Otros segmentos importantes
Además de su dedicación habitual al mercado institucional andino, BNY Mellon IM trabaja también activamente con fondos de tipo soberanos de Latinoamérica, centrados tradicionalmente en renta fija pero que van diversificando posiciones gradualmente y también incorporando renta variable en algunos casos. Esta dedicación se concentra sobre todo en los bancos centrales, fondos soberanos de reservas y empresas cuasi soberanas que actúan a lo largo de la región y con los que se mantiene una relación también desde la corporación por otras unidades de negocio.
Llegar a minoristas
Con los segmentos de wealth management offshore (bancas privadas), se da un régimen de tipo “private placement” llegando de forma indirecta a inversores más minoristas que pueden acceder a diversificar sus ahorros internacionalmente vía brokers internacionales según sean las condiciones regulatorias relevantes en sus geografías. En este punto, la gestora se apoya también en la plataforma Pershing, la más conocida de Latinoamérica y propiedad del banco, aunque manteniendo total independencia respecto de la misma dado su perfil abierto en cuanto a recomendaciones eventuales.