BNP Paribas Asset Management ha anunciado el primer cierre de su fondo BNP Paribas European Infrastructure Debt Fund II (Infra Debt II) tras alcanzar compromisos de más de 300 millones de euros procedentes de inversores institucionales europeos. Según indica la gestora, el periodo de comercialización de todo el fondo finalizará en abril de 2022, y tiene una capacidad de 1.000 millones de euros.
El Infra Debt II es un fondo de inversión alternativa estructurado como un fondo SICAV-RAIF domiciliado en Luxemburgo y lanzado en abril de 2021. Invierte en deuda senior secured en Europa, en múltiples sectores de infraestructura, con un enfoque particular en la infraestructura digital y las energías renovables. Ambos han demostrado tener capacidad de resistencia durante el reciente entorno económico. La estrategia también busca oportunidades en los sectores de utilities e infraestructura social. Este surge tras el éxito del primer fondo de deuda senior de infraestructura de BNP Paribas Asset Management, lanzado en 2017, con captación de activos por valor de 474 millones de euros, que ya está totalmente invertido.
Los fondos comprometidos proceden de compañías de seguros, fondos de pensiones y empresas del Reino Unido, Francia y Bélgica y se prevén nuevos inversores procedentes de Europa y Asia. El fondo ya ha asignado ocho inversiones por un importe total de alrededor de 250 millones de euros, entre fibra óptica, infraestructura social, suministros públicos y energías renovables.
El fondo Infra Debt II tiene como objetivo ofrecer una rentabilidad estable a largo plazo a los inversores, preservando al mismo tiempo el capital invertido. Está sometido a una rigurosa política en materia de ESG, de conformidad con la labor de análisis realizada por el Centro de Sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management. Con el fin de construir una cartera sostenible con información ESG de gran calidad destinada al cliente, el equipo de gestión utiliza estudios independientes de impacto que le permiten evaluar el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero inducidas y evitadas, la contribución neta al medio ambiente y el alineamiento con los objetivos establecidos por el Acuerdo de París sobre el clima.
Está gestionado por el equipo de deuda de infraestructura de BNP Paribas AM que forma parte de su división de deuda privada y activos reales. Esta división ofrece una amplia gama de inversiones de deuda no cotizada en los segmentos de deuda corporativa, deuda de infraestructura, deuda inmobiliaria y financiación estructurada y gestiona activos por valor de 9.000 millones de euros (a 31 de marzo de 2021).
«La deuda europea de infraestructura ha mostrado una gran capacidad de resistencia en un entorno de mercado de aumento de la incertidumbre y de la volatilidad durante la pandemia. Los inversores se han dado cuenta de ello, lo que, unido a la rentabilidad sostenible a largo plazo que ofrece esta clase de activo, se ha visto reflejado en la gran aceptación que ha tenido nuestro segundo fondo de deuda senior entre los inversores ya existentes y los nuevos clientes. Las energías renovables y la infraestructura digital constituyen dos áreas clave del fondo, ya que ambas registran una creciente demanda y ofrecen interesantes oportunidades de inversión», explica Karen Azoulay, directora de deuda de infraestructura de BNP Paribas Asset Management.
BNP Paribas Asset Management ha publicado recientemente un informe relativo al impacto de la pandemia del COVID-19 sobre la deuda europea de infraestructura y las perspectivas de la clase de activo en un entorno pospandémico. El informe, disponible en este enlace, pone de manifiesto que la capacidad de resistencia que ha demostrado la deuda de infraestructura la convierte en una opción atractiva para aquellos inversores que buscan unas rentas estables con menor volatilidad, y que esta clase de activo se beneficia también de tendencias a largo plazo como la transición energética y la digitalización.