Cada vez que viaja Bjorn Forfang, director ejecutivo adjunto del CFA Institute, siempre le preguntan cuál podría ser su consejo específico sobre cómo deberían comportarse los mercados de capital y cómo debe funcionar la industria financiera en ciertos países. Su respuesta es siempre la misma: “Aunque existen diferencias en los mercados financieros, el núcleo de lo que estamos tratando de lograr es exactamente el mismo en todos los países del mundo, y se trata de estándares éticos, profesionales y de confianza, y esa es la proposición de valor central que existe ya sea en Brasil, Chile o Uruguay, o en cualquier otro país del mundo”, declaró en la “2018 Latin America Investment Conference”, un evento organizado conjuntamente por CFA Institute y CFA Society Brazil en Rio de Janeiro.
El CFA Institute quiere liderar globalmente la industria de la inversión mediante la promoción global de los más altos estándares de ética, educación y excelencia profesional para el máximo beneficio de la sociedad. Y, por presuntuoso que pueda parecer, realmente se refieren al beneficio de la sociedad: “Creemos firmemente que unos mercados de capitales justos y libres sustentados por sólidos valores éticos y los más altos estándares profesionales son fundamentales para la prosperidad en la industria financiera. La industria financiera ha contribuido significativamente a la sociedad, y no puedo pensar en cuántos países podrían realmente alcanzar la prosperidad a largo plazo y reducir la pobreza sin unos mercados de capitales libres y justos. Los mercados financieros son la intersección del capital y las ideas. Hay personas que pueden tener ideas, pero no tienen capital, y hay personas que tienen el capital, pero no tienen las ideas, es esa intersección lo que crea prosperidad para las naciones y eso es lo que creemos. Por ello es que el beneficio de la sociedad es una parte tan importante de la declaración de valor de lo que representa el CFA Institute”, agregó.
El programa CFA comenzó hace 60 años, principalmente en Estados Unidos y Canadá, pero ahora es un programa global, con un 45% de crecimiento en la región de Asia Pacífico y un 33% de crecimiento en la región de las Américas, donde el crecimiento de los mercados desarrollados es más bien plano y la mayor parte del crecimiento proviene de América Latina, siendo una de las áreas de crecimiento más rápido para a nivel de CFA Charterholders. “Argentina y Uruguay mantenían una sociedad combinada porque el número de miembros de Uruguay no era lo suficientemente grande por sí solo. Pero una vez que Uruguay obtuvo más de 50 miembros y tenía suficientes solicitudes como para llegar a los 100 miembros, la regla interna del CFA Institute para crear una CFA Society, consiguieron la aprobación de su junta directiva y se convirtieron en una sociedad separada. Colombia será el próximo país en tener una CFA Society en América Latina, en la actualidad ya tienen 80 miembros y 400 candidatos”.
Las CFA Society de América Latina interactúan entre ellas porque tienen problemas similares. Son economías en desarrollo, tienen unos mercados de capital inmaduros en comparación con algunos de los mercados desarrollados y cooperan en múltiples niveles. También comparten sus mejores prácticas cuando se trata de eventos de miembros y de educación continua. Además, la promoción de América Latina busca preservar los problemas y las mejores prácticas entre los desafíos del mercado de capitales.
La falta de confianza
Según Forfang, uno de los mayores problemas en la industria financiera es la brecha fundamental de confianza que se ha ido ampliando durante muchos años, entre lo que ofrece la industria financiera y lo que los clientes perciben que se les está entregando. «El mayor problema es la confianza, hemos realizado una encuesta en todo el mundo, con 3.000 a 4.000 encuestados entre inversores institucionales y retail, que se lanzará el 28 de marzo. La encuesta se preguntó sobre el concepto de confianza, sobre la calidad del asesoramiento financiero que obtienen los clientes y sobre los atributos que los clientes están buscando, entre otras cuestiones. En Brasil, hay una decente cantidad de personas que aún confían en la industria. Pero los brasileños de esta encuesta también son extremadamente escépticos y creen que la confianza no es algo que dan por sentado, sino que es algo que la industria debe cumplir, todos los días, y eso es un desafío para nosotros, pero también es una oportunidad para perseguir unos estándares profesionales más altos y para enfrentar los desafíos que tenemos, entre nuestros clientes. La brecha de confianza se puede cerrar de varias maneras, ya que la confianza se trata realmente de dos cosas: credibilidad y profesionalismo, poner ambas cosas juntas es una solución para reducir la brecha de confianza».
En el camino de restablecer la confianza, Forfang cree que la honestidad y la transparencia son la clave. «Las comisiones deben ser transparentes. Los productos, si son complicados, deben explicarse por completo para que las personas que lo compren comprendan exactamente qué es lo que están comprando y sean honestos acerca de sus expectativas. Existe una brecha entre cómo la gente piensa que pueden vivir en la jubilación y cómo la van a vivir en realidad en muchas empresas del mundo, y creo que depende de nosotros ser honestos y explicar lo que significa. Debe haber un compromiso para poner al cliente en primer lugar cuando el cliente es asesorado, su interés debe estar más allá de nuestro interés y el de nuestros empleadores”.
Los otros desafíos
Hay otros problemas a los que se enfrenta la industria financiera: la gestión activa no parece ofrecer valor después de las comisiones, por lo que se ve la proliferación de instrumentos pasivos como los ETFs, las estrategias cuantitativas están cosechando oportunidades de alfa, reemplazando seres humanos con computadoras y el resultado de todo eso es la compresión de los márgenes. Además, el incremento de los mercados durante los últimos años ciertamente ha agregado una compresión en los mercados que ha provocado una consolidación en las firmas de gestión de activos, que están tratando de adquirir escala en distribución, y desarrollar en materia de tecnología y de oferta de productos.
Otro desafío son el desarrollo de la industria FinTech y su efecto en la comercialización de servicios financieros. El CFA Institute cree firmemente que el FinTech transformará de manera fundamental esta industria en los próximos 5 a 10 años, si no antes. Por último, está el escrutinio reglamentario que enfrenta la industria financiera. En resumen, estas son las razones por las cuales existe la necesidad de un compromiso total y completo con el aprendizaje permanente por parte de los profesionales de la industria financiera.
“Hay temas del Programa CFA que son estáticos y que siempre lo serán, como el análisis fundamental, la asignación de activos, la estrategia de cartera, la estrategia cuantitativa y la de economía. Esas cuestiones siempre estarán en el plan de estudios. Pero luego, en nuestro programa de educación continua, los profesionales pueden ver como rotan los temas que parecen surgir como nuevas tendencias pero que todavía no están consolidados, como algunos aspectos del FinTech o de la tecnología Blockchain. Queremos asegurarnos de que nuestros miembros estén al día con las últimas ideas, pero no necesariamente vamos a incluirlas en el plan de estudios”, concluyó.