El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, no prevé grandes complicaciones en la oferta sobre el banco británico TSB, ni por el lado de ofertas de la competencia, ni por cuestiones regulatorias.
Estas declaraciones, recogidas por Reuters, se realizaron tras el cierre efectivo de una transacción realizada ayer por la que el banco español se aseguraba el control de un 30% de TSB a través de una opción de compra. Además, la oferta cuenta con el respaldo de Lloyds que ostenta el 50% de TSB. Sabadell ofrecía la pasada semana 1.700 millones de de libras (2.530 millones de dólares), por el banco británico.
“No esperamos que haya ofertas competidoras”, declaraba Oliu a Reuters. Por otro lado, el presidente de Sabadell aclaraba que no espera problemas regulatorios, posibilidad que apuntaban algunos analistas ante el esfuerzo que puede representar la adquisición para los ratios de capital del banco catalán. Sabadell está financiando la operación con una ampliación de capital de 1.600 millones de euros.
Respecto a procesos de consolidación en el sector financiero europeo, Oliú matizó en la entrevista a Reuters que espera algunas operaciones en mercados como el italiano y el portugués, donde hay jugadores con ratios de capital debilitados.
En Portugal se están dando a conocer más detalles sobre el proceso de venta de Novo Banco, la entidad heredera del rescatado Banco Espirito Santo. El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, informaba ayer al parlamento luso sobre el proceso, aclarando que el proceso había despertado el interés de más de 15 entidades, pero que finalmente solo siete habían presentado ofertas no vinculantes. Costa aseguraba que el proceso de venta no va a demorarse y que Novo Banco tendrá un nuevo dueño este mismo verano.
Sigue sin desvelarse la lista oficial de los que han pujado. Banco Santander ha confirmado públicamente su participación en el proceso, mientras la prensa portuguesa ha citado en diversas ocasiones al grupo chino Fosun International, a la aseguradora privada china Anbang, a Bank of China y al fondo estadounidense Apollo Global Management. El portugués BPI, inmerso a su vez en un proceso de adquisición por CaixaBank, también aparece en las quinielas de la prensa local como posible comprador.