Álvaro Guzmán de Lázaro, responsable de Inversiones de azValor, ha abierto esta tarde la II Conferencia Anual de Inversores confirmando su compromiso, ya anunciado el año pasado, de cerrar sus fondos cuando su volumen se incremente en 800 millones con respecto al nivel actual –desde los 1.704 millones totales hasta alcanzar los 2.500, su límite-. “El año pasado crecimos pasando de 361 millones hasta 1.704, gracias a las suscripciones y también al efecto mercado y queremos renovar el compromiso que hicimos desde el lanzamiento de la firma: vamos a cerrar los fondos cuando alcancemos los 2.500 millones”, ha dicho esta tarde.
Para Guzmán de Lázaro no es tan importante la dificultad de invertir en un momento determinado como la de invertir con un tamaño determinado: “En los años 70, Benjamin Graham decía que se estaba volviendo difícil la gestión value y justo era cuando Warren Buffett mejor lo hacía; Robertson en los 90 decía que el entorno era complicado, y justo David Einhorn ganaba un 30% anual y ahora Einhorn habla de la dificultad del entorno… no es cuestión de que en un momento concreto sea difícil la inversión, sino más bien de que, cuando se alcanza un determinado tamaño, invertir se vuelve más complicado”, explica el experto, que asegura que se han fijado ese nivel de 2.500 millones para evitar tentaciones. Y preguntado por el riesgo de revalorización de las estrategias core mucho más allá de los 2.500 millones por el efecto mercado, Guzmán de Lázaro explica que, de ganar como pretenden un 15% anual podrían llegar a 5.000 millones en cinco años y, en ese caso, explorarían una distribución a los partícipes de forma que bajara de nuevo el volumen; algo que se puede hacer en EE.UU. aunque existe la duda de que sea posible en España.
Beltrán Parages, responsable comercial de la firma, cree que fijarse un límite para su estrategia de gestión actual (que se refleja en sus fondos flagship internacional e ibérico) entra dentro de lo razonable, “pues es un nivel que garantiza que el talento y la capacidad de trabajo se maximice en términos de retorno”. Aunque esta idea sea mala para los socios, al limitar el crecimiento de la firma, cree que es la mejor decisión para los inversores, para “garantizar la rentabilidad esperada manteniendo la capacidad máxima”. Pero hay trampa, y el nuevo fondo de grandes compañías permitirá a la gestora superar ese límite.
Así, Parages matiza que eso no significa cerrarse a nuevos inversores: para ello está el nuevo fondo que acaban de lanzar, azValor Blue Chips: “La idea es que el millón número 2.501 estará mejor invertido en ese fondo (donde el tamaño que alcance no repercutirá en la rentabilidad futura) que en las estrategias tradicionales internacional y española”, dice el experto. “Si hay un cliente que quiera seguir con nosotros pero ya hayamos cerrado, estará en ese fondo”, añade Guzmán de Lázaro, que advierte de que lo normal es que ese vehículo, lanzado recientemente, genere algo menos de rentabilidad que el fondo insignia, azValor Internacional, su producto core junto al ibérico (que serán los que se cerrarán).
Evolución en productos
De hecho, la gestora ha evolucionado de forma muy importante en lo que a productos se refiere a lo largo del año pasado y seguirá en esta línea en 2017. azValor, que tiene unos 1.200 millones bajo gestión en sus fondos nacionales (azValor Capital, azValor Iberia y azValor Internacional), 327 millones en sicavs (267 en la luxemburguesa, azValor Internacional, y 60 en la española clónica, azValor Value Selección), 75 millones en fondos de pensiones y 101 en mandatos institucionales, siguiendo todos ellos la estrategia de sus fondos core, recuerda que hace meses lanzó dos planes de pensiones, además del fondo mencionado de grandes compañías el pasado enero (en España y también lo lanzará en Luxemburgo) y también la sicav española azValor Selección. Y además, registrará próximamente la sicav luxemburguesa (azValor International) y la versión luxemburguesa del fondo de grandes compañías en la CNMV, a través de una estructura master-feeder, explicó Sergio Fernández Pacheco, el director de operaciones.
Y es que los productos luxemburgueses, dice Parages, serán la pieza clave no solo para crecer con clientes internacionales y transfronterizos sino también para desarrollar el negocio institucional dentro de España, en un entorno post-MiFID II. “Con la normativa que entra en vigor en enero, la relación de azValor -como gestora independiente- con las entidades bancarias puede cambiar y mejorar, pues hay firmas interesadas en la gestión de calidad para contar con ella en su catálogo de productos bajo asesoramiento. Estamos negociando con plataformas dentro y fuera de España para poder colaborar con entidades bancarias que quieran contar con azValor Internacional y ofertarlo a sus clientes”, explica Parages, matizando que su intención de crecer entra dentro del mandato de contar con dinero «a largo plazo y resistente».
Sobre la sicav nacional creada, clónica de la Luxemburguesa, explica que, a pesar de las dudas sobre la legislación de las sicavs y en un momento en el que mucha gente se deshace de estos vehículos, “nos parece que tener una IIC listada en la bolsa y a la que todos puedan acceder, con una distribución abierta y sin limitaciones, es una idea muy interesante”. Inicialmente fue un producto familiar y hoy ya cuenta con 330 inversores: el objetivo es llevarla a 500 accionistas y hacerla traspasable si la ley no cambia: “Tiene razón de ser y esperamos que el regulador respetará su existencia”, dice.
Sobre los fondos de pensiones, Parages asegura que “las pensiones públicas no van a llegar para el futuro”, y considera clave “hacer dotaciones a planes privados, destacando el atractivo del azValor Global Value (con una cartera compuesta en un 80% por la cartera del azValor Internacional y en un 20% por la ibérica).
Parages explicó que también planean lanzar clases de participaciones de los fondos en dólares, ante la demanda de clientes de fuera (como latinoamericanos, por ejemplo), pero “hace falta una masa crítica”. Esas clases en dólares no cubrirán la divisa, explica.
Crecimiento sólido
Los expertos hicieron hincapié a lo largo de la jornada en la importancia de crecer pero no a cualquier precio, sino de forma sólida y con un dinero que, “cuando las cosas se pongan difíciles, lejos de salir, se quede y atraigamos incluso más”, dice Parages.
“Más que crecer nos interesa la calidad de inversor que viene, que tiene de media 125.000 euros y que, cuando el momento se pone difícil, nos apoya. Queremos dinero informado y 2016 fue prueba de ello”, explica, mencionando tres hitos del año: el primero, el arranque (que empezó a finales de de 2015 y en las primeras semanas de 2016 con caídas del 20%, momento en el que los inversores apoyaron, invirtiendo en el mejor momento como inversores pero en el peor de percepción; el segundo fue el Brexit, cuando el mercado europeo cayó un 14% y España casi un 10%, y en los siguientes cinco días azValor tuvo más de 600 operaciones y 85 millones de suscripciones. “En ningún caso era dinero fácil”, dice. Y luego los acontecimientos de octubre, cuando los clientes volvieron a confiar en la firma, que ha captado 1.600 nuevos inversores en lo que va de 2017. En total tiene más de 13.500 partícipes (con datos a finales de febrero).
De hecho, las operaciones se dispararon en el momento en el que la gestora bajó la inversión mínima hasta 5.000 euros, el año pasado. En el apartado de otras mejoras operativas que podrían impulsar el negocio, Fernández Pacheco habló también del desarrollo este trimestre de la posibilidad de hacer aportaciones y traspasos sin documentación, firmando por sms. Además, están analizando la posibilidad de que todo el alta del inversor, no solo las órdenes sino también el alta, pueda ser totalmente digital sin documentos impresos.
Más socios
Todos estos desarrollos de crecimiento del negocio, nuevos fondos y mejora de la operativa han venido acompañados del aumento de socios, de cuatro a nueve (los fundadores –Fernando Bernad, Beltrán Parages, Álvaro Guzmán de Lázaro y Sergio Fernández Pacheco, más Carlos Romero, Andrea Barbaranelli, Juan Aguirre, Jorge Cruz (el único de análisis) y Javier Barro). La idea es que todos los integrantes de la compañía acaben participando en su capital “cuanto antes”, dice Guzmán de Lázaro. La firma tiene ya 36 empleados, 11 más que a finales de 2015, un “equipo vocacional y con criterio” .
El responsable de Inversiones habló de 2017 como “el año de la consolidación”, un año en el que seguirán “haciendo lo mismo que llevamos haciendo 20 años, algo sencillo, que no cambia, y transparente: estudiar compañías y comprarlas baratas”. Una estrategia que el año pasado permitió al azValor Iberia subir más de un 15% frente a caídas en el índice del 2,7%, y un 21% frente a un 4,5% de ganancias en el azValor Internacional. Ambos fondos, desde el inicio, sacan a a sus índices unos 17 puntos porcentuales de rentabilidad, aunque en lo que va de año van más igualados con los benchmarks. Su potencial está en torno al 50%, dicen desde la entidad.