Amancio Ortega, a través de su brazo inversor Pontegadea, ha vuelto a tirar de chequera en territorio estadounidense, esta vez en Rodeo Drive, la famosa zona de compras de Los Ángeles, un barrio de tiendas de lujo de Beverly Hills que muchos recordarán por la película Pretty Woman, protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts en 1990.
Ortega ha adquirido un edificio de tres plantas, cuyo único inquilino es la famosa marca de lujo italiana Gucci, por más de 100 millones de dólares, según recoge la prensa local haciéndose eco del anuncio de la firma de bienes raíces Cushman & Wakefield and Colliers Intenational, que hizo pública la operación sin revelar la identidad del comprador.
Sin embargo, Los Ángeles Times, citando a fuentes del sector inmobiliario familiarizadas con la operación, afirman que el nuevo propietario del edificio de tres plantas no es otro que Amancio Ortega, dueño del imperio de moda Inditex y el tercer hombre más rico del mundo según la revista Forbes.
Ortega habría pagado al hasta ahora propietario de los 12.250 pies cuadrados del edificio situado en el 347 N. Rodeo Drive, Festival Cos, más de 100 millones de dólares. Festival Cos adquirió la propiedad en 2007 por 39 millones de dólares, de acuerdo a datos públicos recogidos por Dataquick.
Hace unas semanas, Amancio Ortega también tiraba de chequera y adquiría en Nueva York otro edificio a través de Ponte Gadea Group, su brazo de inversiones en Estados Unidos. A principios del pasado mes de diciembre se conocía la compra por parte de Pontegadea de un edificio de oficinas en Nueva York por 94 millones de dólares, según documentos públicos archivados en la ciudad de los rascacielos.
Ésta no es la única operación realizada por Ortega en el sector del ladrillo en los últimos días, ya que en España hace unos días comprba el edificio que alberga la emblemática tienda de Apple en Valencia por más de 23 millones de dólares a uno de los fondos de Corpfin Real Estate, según informaba la agencia de noticias Europa Press citando a fuentes familiarizadas con la operación. En Barcelona, el empresario gallego compraba el edificio que albergaba la sede de Banesto en la ciudad condal, situado en la Plaza de Catalunya por unos 44 millones de euros.