“Creemos que invertir en compañías, bienes y actividades sostenibles es más importante que ofrecer productos de inversión tradicionales, ya que tiene el foco puesto en crear un cambio bueno para todos”. Con esta afirmación tan tajante explicó Dehorah Zurkow, responsable global de inversiones de Allianz GI, el enfoque que toda la industria de gestión de activos está tomando.
Durante las jornadas Global Sustainability Days organizada por Allianz GI, la gestora reafirmó su compromiso con la ISR y destacó que ofrece a los inversores “tres rutas diferentes de acceso” a la inversión sostenible: inversión de impacto orientada a realizar una contribución positiva al medioambiente y a las sociedades alineada con los ODS de Naciones Unidas; inversión sostenible y responsables, e integración de los factores ESG en el análisis de riesgos y en el análisis fundamental. La gestora empezó su apuesta por la inversión sostenible con un primer fondo en 1999 y actualmente cuenta con 75 fondos ISR y tres nuevas estrategias en línea con los ODS.
En este sentido, Zurkow recordó que “los reguladores e instituciones están llamadas a jugar un papel crítico para incentivar y movilizar a los inversores” e identificó cuál es el principal reto que la ISR aún tiene por delante: medir el impacto positivo que generan las inversiones. Justamente por ello, considera que un enfoque de inversión activa es clave.
“Hemos hecho que la evaluación del impacto sea una parte integral del proceso de inversión. De hecho, usamos los ODS de las Naciones Unidas como base del análisis de impacto. Buscamos que cada inversión contribuya positivamente a estos objetivos, que a través de la due diligence se definan con más detalle las claves específicas del proyecto KPIs que serán usadas para medir continuamente el impacto y mejorar. Además de comunicar, de forma transparente y trimestralmente, cuál ha sido el impacto de sus inversiones a los inversores”, señaló Martin Ewald, principal gestor de carteras de inversión de impacto en Allianz GI.
Por ir a un ejemplo concreto, Ewlad explicó que las estrategias de inversión de impacto en los mercados privados de la gestora se definen con cuatro pilares: intención, causabilidad, identificación y validación. “La intención es lograr un impacto social/ambiental positivo y al mismo tiempo generar beneficios financieros positivos. Además, creemos que tiene que haber un vínculo causal entre la inversión y el impacto que genere, y que los impactos sociales y ambientales se identifiquen según nuestro mejor conocimiento. Por último, se debe realizar un informe de impacto para validar la medición”, afirmó Ewald.
En su opinión, seguir apostando por demostrar el impacto de las inversiones es fundamental y prioritario, ya que el mercado de la ISR continuará creciendo principalmente impulsado por cuatro tendencias imparables: la voluntad de los inversores de desplegar el capital de forma impactante; el reposicionamiento estratégico de empresas privadas; la agenda política y regulación más estricta; y los cambios sociales que afectan a las pautas de la demanda de capital.
Sostenibilidad y rendimiento
“Invertir para lograr un futuro mejor no es invertir solo pensando en un futuro sostenible, sino apostar también por unos rendimientos sostenibles. Como industria de gestión de activos tenemos la responsabilidad de apoyar esa tendencia que vemos en la sociedad de ser más integradores, más limpios y más responsable con nuestro entorno, sin dejar por ello de hacer lo que sabemos: ofrecer rentabilidades atractivas”, apuntó Andreas Fruschki, gestor de carteras y responsables de renta variable temática de Allianz GI.
En opinión de Fruschki, los avances que se han hecho durante los últimos años son relevantes, pero aún queda mucho trabajo por hacer por ejemplo en el ámbito de la contaminación, los residuos plásticos, las instalaciones de saneamiento y el cambio climático. “La sostenibilidad es algo transversal y así nos lo hemos de plantear en el ámbito de las inversiones. Además, el hecho de que haya una nueva generación, los millennials, que quieren invertir en compañías que estén alineadas con sus valores supone un gran cambio. No solo para las compañías de inversión, sino para las propias empresas destinatarias de ese capital. Esto abre un área de crecimiento muy grande para las generaciones de ahora y las futuras”, concluyó Fruschki.