Con motivo de la celebración del Día del Medio Ambiente, Refinitiv presentó ayer su informe sobre qué están haciendo las empresas para reducir su impacto en el medio ambiente. El documento, que ha sido elaborado a partir de los datos de su herramienta sobre inversión socialmente responsable ESG. pone en evidencia la creciente necesidad de datos que existe para que las empresas puedan incorporar la sostenibilidad a su estrategia de inversión.
Según apunta el informe, el creciente interés en ESG por parte de los inversores y el giro hacia la regulación sobre finanzas sostenibles explican la creciente necesidad de datos y análisis de los gestores de activos para incorporar la sostenibilidad en su estrategia de inversión.
Entre las principales conclusiones del informe, Elena Philipova, directora global de ESG en Refinitiv, apunta los puntos más relevantes que los inversores pueden tener en cuenta a la hora de decidir qué industrias incluir en su cartera sostenible. De hecho, los cinco principales grupos en la industria, en términos de porcentaje, de empresas con políticas sobre emisiones son: automóviles e industria auxiliar, venta al por menor de alimentos y medicinas, servicios de telecomunicaciones, productos químicos y transporte. El 63% de las empresas tiene una política para reducir las emisiones (hasta un 56% desde hace cinco años); sin embargo, solo el 35% de las empresas tiene objetivos específicos de reducción en torno a las emisiones.
“Es fundamental que la industria promueva la transparencia y la estandarización de los datos para habilitar e informar a los inversores sobre qué compañías están mejorando su impacto en el medio ambiente y redirigir el capital hacia los sectores, compañías y clases de activos beneficiosos para el futuro sostenible», asegura Philipova. Según arroja el informe, por áreas geográficas, Japón, Europa, África y Oriente Medio tienen el mayor porcentaje de empresas que informan sobre las emisiones objetivo. Y Asia es la región con el promedio más alto de emisiones de CO2 por empresa. En concreto, Hong Kong produjo más del doble de CO2 por cada millón de ingresos en comparación con el país contaminante más cercano y 17 veces más que el país menos contaminante, Francia.
Otro dato que aporta el documento es que el 78% de las empresas tiene políticas de reducción de recursos, sin embargo, solo el 30% está estableciendo objetivos tangibles y solo el 26% tiene ambos. En los últimos 5 años, se ha producido un aumento del 25% en las empresas con políticas de eficiencia de agua y un 34% más de empresas que establece objetivos específicos de eficiencia del agua.
Por su parte, el director de ventas de Refinitiv en Iberia, José Luis Martín Velasco, afirma que “la transición a una economía verde es de suma importancia para la preservación de nuestro planeta y nuestra economía. La COP21 fijó un objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 2° C, sin embargo, si nos fijamos en las contribuciones nacionales actuales, la tendencia apunta a 3,3° C a finales de este siglo, según las proyecciones actuales”.
En este sentido, añadió que “la regulación está marcando el camino; El Parlamento Europeo votó recientemente para reducir la emisión de CO2 de los automóviles nuevos en un 37,5% para 2030, pero las empresas tienen que ampliar este movimiento tomando iniciativas propias. El 63% está comprometido a implementar una política al respecto, pero podemos preguntarnos acerca de la efectividad de esas políticas cuando solo el 35% de las compañías tiene objetivos sostenibles. Es necesario que haya un cambio para que las empresas se comprometan con cifras reales a respaldar su voluntad de proteger el planeta”.