Las transacciones sin contacto aumentaron un 30% en todo el mundo, si se compara el último cuatrimestre del 2020 con el mismo período del año anterior. Y se espera que sigan en alza: para 2025, el volumen de operaciones globales sin contacto alcanzará los 18.000 millones de dólares, muy por encima de los 10.3 mil millones de dólares del 2020.
La manera de pagar fue otra de las grandes transformaciones de la pandemia, no caben dudas. Lo que empezó como una medida de fuerza mayor por las restricciones sanitarias se terminó consolidando como la moneda corriente, y el uso del dinero en efectivo cayó proporcionalmente en todo el mundo. Pero la reapertura gradual de los negocios fue la consagración de la tendencia: aún cuando compran cara a cara, los clientes post-COVID prefieren pagar mediante soluciones sin contacto. Y lo mismo pasa con las compras chicas de todos los días, que antes solían hacerse con efectivo.
La tarjeta sin contacto es el nuevo monedero. Un estudio realizado conjuntamente por Americas Market Intelligence y Mastercard en noviembre de 2020 revela que 40% de los latinoamericanos ya tiene su tarjeta débito sin contacto, 29% posee una tarjeta de crédito sin contacto y un 12% solicitó su tarjeta sin contacto por primera vez durante la pandemia. Para responder a esta demanda, confirma la encuesta, son varios los países de la región que aumentaron el límite permitido para operar por este medio.
Pero esto es sólo el comienzo. Lo que sigue es más y mejor: por un lado, expandir las tecnologías sin contacto a más usuarios y más negocios y, por otro, perfeccionar la encriptación de datos. Ambos en proceso. Tap on Phone es la solución que hace posible que los comercios y restaurantes que todavía no están habilitados acepten pagos sin contacto en sus establecimientos. Se trata de una tecnología simple que permite convertir cualquier dispositivo móvil en terminal de pagos mediante un sencillo upgrade de software. Esto beneficia a los comerciantes, que ya no tienen que invertir en terminales o dispositivos extra, pero también a los consumidores, que a esta altura ya dan por sentado que pueden pagar sin contacto en cualquier lado.
Ya disponible en Costa Rica y Brasil, Tap on Phone está expandiéndose rápidamente a otros mercados a través de LAC. Pero la verdadera próxima frontera de los pagos sin contacto es Tap on Phone Cloud, que migra las operaciones de los dispositivos a la nube. La ventaja de la tecnología Cloud Point of Sale (POS) es que permite pagar sin usar dispositivos, que retrasan la compra con botones de opciones, firmas o recibos. Tap on Phone Cloud es la proyección de los pagos sin contacto: los va a volver todavía más ágiles y seguros, pero también va a reducir los costos de mantenimiento y va ampliar exponencialmente su distribución gracias a la conexión directa. En la nube, los pagos son operativamente más libres, más eficientes y más personalizados, lo que conquistará para siempre la fidelidad de los clientes.
En cuanto a la protección de datos, la tecnología de avanzada quantum Ecos (Enhanced Contactless) brinda su seguridad con algoritmos cada vez más difíciles de hackear y protege la privacidad del comprador a lo largo de todo el recorrido entre la tarjeta y la terminal. Pero además se anticipa a un futuro que será cada vez más sin contacto, porque permite transformar cualquier dispositivo en billetera, eliminando la instancia de pasar la tarjeta por el lector o de insertar su chip en el lector.
Continuar trabajando para traer las tecnologías más avanzadas que mejorarán la experiencia del usuario mientras se protege la información de los tarjetahabientes y el ecosistema es el eje central de lo que hacemos en Mastercard y continuará de cara al futuro.
Walter Pimenta es vice presidente senior, Productos e Innovación de Mastercard América Latina y Caribe