La principal iniciativa legislativa de la administración de Javier Milei, la Ley de Bases, fue aprobada en el Congreso después de seis meses de tramitación y negociaciones. Por el lado fiscal, Argentina ha dado inicio a una nueva amnistía fiscal que exonera de costos los activos de hasta 100.000 dólares. Además, se restituye el Impuesto a las Ganancias y se reforma el impuesto de Bienes Personales.
El equipo especializado en asuntos tributarios de KPG Argentina explica los cambios en lo referente al blanqueo de capitales.
El régimen brinda la posibilidad de regularizar los activos no declarados en Argentina y en el exterior, acciones, inmuebles, dinero en cuentas y criptoactivos. El monto para ingresar se determina en función a una escala progresiva y condiciones especialmente diseñadas para incentivar la adhesión al régimen. Los contribuyentes que se consideren residentes fiscales al 31 de diciembre de 2023 y los no residentes que alguna vez hayan sido residentes fiscales en Argentina, pueden adherirse a la amnistía fiscal. Como condición para que los no residentes -que alguna vez lo fueron- puedan ingresar al blanqueo es que readquieran la condición de residente fiscal en Argentina, lo que implica tributar sobre las ganancias y activos mundiales.
Adherirse al régimen implica que las autoridades fiscales no podrán reclamar los impuestos que recaen sobre los bienes exteriorizados y/o sobre las operaciones que los generaron.
Los activos de hasta 100.000 dólares – considerando el grupo familiar hasta 1er grado de consanguinidad- pueden ser declarados sin costo -tasa 0%-. Los activos que superen los 100.000 dólares son gravados a tasas progresivas del 5%, 10% o 15%, dependiendo de la etapa de adhesión al régimen.
Bajo condiciones especiales, los fondos declarados que superen los 100.000 dólares tampoco tendrán costo -tasa 0%- en la medida que se deposite el dinero en una Institución Bancaria Argentina y mantenerlo hasta el 31 de diciembre de 2025.
Los contribuyentes pueden declarar bajo este régimen bienes en Argentina y en el exterior. Lo atractivo para muchos contribuyentes que no tienen intenciones de repatriar sus bienes desde el exterior es que el régimen permite que los activos pueden permanecer fuera del país, es decir, no existe una obligación de repatriación.
Así quedan los impuestos argentinos con la nueva ley
La reforma fiscal del gobierno argentino supone un aumento de los impuestos, con el polémico restablecimiento del Impuesto a las Ganancias (impuesto sobre los sueldos o impuesto a la renta) que afectará a unos 800.000 trabajadores. El gravamen afectará a más personas pero con una tasa menor, especialmente para los sueldos más altos.
Por otro lado, aumentó el mínimo imponible para la tasa de Bienes Personales (impuesto sobre la riqueza patrimonial).
Se mantiene el Impuesto País, que grava las importaciones y forma parte del nudo legal que debería deshacerse para levantar el control de cambios.
Los expertos de KPG hacen un resumen de los cambios:
Impuesto sobre los bienes personales: se incorporó el Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales, que permite ingresar anticipadamente el impuesto por los años 2023 a 2027 inclusive, a la alícuota del 0,45% sobre los bienes existentes al 31 de diciembre de 2023 multiplicado por 5, lo que daría una alícuota del 2,25% por dicho periodo.
El beneficio, a cambio de este pago anticipado del impuesto, es la estabilidad fiscal hasta 2038 en todo lo referido a impuestos patrimoniales nacionales.
Por último, el proyecto sancionado trae beneficio para contribuyentes cumplidores (aquellos que no ingresan al blanqueo y no registran deudas con AFIP) consistentes en una reducción de alícuota del 0,50% por el período 2023-2025. Este beneficio incluye a las sociedades micro, pequeñas y medianas empresas que ven reducida a la mitad su alícuota (0,125%).
Impuesto a las ganancias: a partir de la aprobación del “paquete fiscal” en el Congreso, quedó derogado el Impuesto Cedular que gravaba las rentas de los trabajadores para el año fiscal en curso, a la vez que se repuso el régimen general de Cuarta Categoría con efecto retroactivo al 1° de enero de 2024.
El nuevo “piso” del Impuesto a las Ganancias rondaría aproximadamente 1.800.000 pesos (1.321 dólares aproximadamente al dólar MEP) mensuales brutos en el caso de trabajadores solteros y 2.300.000 (1.688 dólares) pesos mensuales brutos para casados con dos hijos a cargo. Asimismo, se aplicará una escala progresiva del tributo con tramos que inician en el 5% de la ganancia neta sujeta a impuesto, hasta alcanzar el 35% como máximo.
Impuesto a la transferencia de inmuebles: se deroga el impuesto del 1,5% que afectaba a la venta de inmuebles comprados antes del 31 de diciembre de 2017.
Monotributo: se actualizan los parámetros y los importes del régimen con vigencia a partir del 1 de enero de 2024, permitiéndose reingresar a los que fueron excluidos por superar los parámetros durante 2024.
Cabe destacar que la Ley Bases incluye una moratoria sobre el pago de varios impuestos: «se crea un régimen de regularización de obligaciones tributarias, aduaneras y previsionales vencidas al 31 de marzo de 2024, inclusive, con condonación total de multas y reducciones considerables de intereses. La nueva moratoria incluye expresamente la posibilidad de regularizar el Aporte Solidario y Extraordinario (“impuesto a las grandes fortunas”) creado en el marco de la pandemia del COVID-19. Además de la posibilidad de ingresar la deuda en planes de pago con las condonaciones indicadas en cuotas (la cantidad de cuotas difiere según el tipo de contribuyente, de 36 a 84), la nueva ley permite condonar multas no firmes e intereses cuando se haya pagado el capital antes del 31 de marzo», explican los expertos de KPMG.