Un nuevo estudio europeo elaborado por Oxford Risk, expertos en behavioral finance, revela que el 76% de los de los gestores de patrimonios espera un aumento de la regulación en los próximos cinco años, lo que les obligará a conocer mejor la adecuación al riesgo de sus clientes. Esta expectativa se produce a medida que crece la preocupación entre los asesores respecto a la presión que reciben por pagar indemnizaciones a clientes por los que no hicieron suficiente en términos de comprensión de su riesgo de idoneidad.
Su estudio con gestores de patrimonios de toda Europa, que en conjunto gestionan activos por valor de unos 327.000 millones de euros, reveló que el 67% cree que este será el escenario en los próximos cinco años. Solo el 9% que los gestores de patrimonios no se verán presionados para pagar indemnizaciones cuando no hicieron lo suficiente para comprender la adecuación al riesgo de los clientes. Según indican, esto es sorprendente dado que un un abrumador 67% de los asesores encuestados sigue basándose principalmente en su propia clientes.
De los gestores de patrimonios encuestados en el Reino Unido, Francia, Italia, España e Irlanda, el 53% cree que que los reguladores ofrecen suficientes orientaciones sobre finanzas conductuales para comprender el riesgo de los clientes. Además, el 16% está muy de acuerdo, el 26% se muestra neutral al respecto y es solo el 5% el que está en desacuerdo con esta opinión.
«Gestionar al inversor es tan importante como gestionar sus inversiones si se quiere obtener resultados satisfactorios. La idoneidad, es decir, garantizar que las soluciones de inversión se adapten a las circunstancias y preferencias de cada cliente, es el concepto más importante en el asesoramiento de inversión. Cada vez más gestores patrimoniales son conscientes de ello, aunque aún no cuenten con las herramientas o la formación adecuadas. Todavía no se ha decidido si la mejor manera de impulsarlo es mediante una mayor regulación, pero, en última instancia, hacerlo bien no sólo tendrá un enorme impacto positivo en los clientes, sino también en los propios asesores», comenta Greg B Davies, PhD, director de Behavioural Finance de Oxford Risk.
Oxford Risk, que crea programas informáticos para ayudar a los gestores de patrimonios y otras empresas de servicios financieros a decidir cómo gestionar las finanzas de sus clientes frente a los riesgos, complejidad, incertidumbre y sesgos de comportamiento, ha desarrollado algoritmos propios que clasifican los productos, las comunicaciones y las intervenciones en función de su idoneidad para cada cliente en un momento determinado.
En este sentido, explica que sus herramientas de comportamiento evalúan la personalidad y las preferencias financieras, así como los cambios en la situación financiera de los inversores y, complementadas con otros datos de comportamiento, construyen un perfil completo. Los tests de personalidad financiera de Oxford Risk pueden medir hasta 20 dimensiones distintas, de las cuales seis reflejan las preferencias por la inversión ASG.
La entidad considera que la mejor solución de inversión para cada inversor debe basarse en medidas estables y precisas de tolerancia al riesgo. La elaboración de perfiles de comportamiento ofrece a los inversores la oportunidad de conocer sus propias actitudes, emociones y prejuicios, ayudándoles a prepararse para la ansiedad que pueda surgir. Esto debe utilizarse para ayudar a los inversores a controlar sus emociones, no para definir el riesgo adecuado de la propia cartera.