Las fiestas y celebraciones se acumulan en el mes de diciembre y en los primeros días de enero: puente de la Constitución y Purísima, Nochebuena y Navidad, San Esteban en Cataluña, fin de año y Año Nuevo, Día de Reyes o las rebajas de enero. Las fiestas traen consigo que los gastos se multipliquen, debido principalmente a:
1.- Los Regalos: En Navidad, Papá Noel, el Niño Jesús, el Olentzero en el País Vasco, el Tió de Nadal en Cataluña, el Apalpador o Pandigueiro en Galicia, etc. Además, el 6 de enero llegan los regalos de los tres Reyes Magos.
2.- Las comidas y cenas especiales en familia y con amigos en los días festivos, especialmente si las celebras en tu casa y, por lo tanto, las costeas tú.
3.- Las salidas (cenas fuera, teatros, cines, conciertos, parques infantiles de navidad, meriendas, visitas a centros comerciales…)
4.- Los viajes de vacaciones (nieve, sol, turismo interior, ciudades, turismo de larga distancia).
5.- Incluso el ‘black Friday’, el último viernes de noviembre y los días en torno al mismo, que podría ser una oportunidad para ahorrar adelantando las compras de regalos de Navidad, se ha convertido en una puerta para incrementar el consumo superfluo, y a veces innecesario, con la excusa de “comprar gangas”. Esto incrementa nuestro gasto y no simplemente adelantando compras.
Además, si los precios de ciertos productos ya se disparaban habitualmente durante estas fechas (ciertos alimentos; las reservas de hotel y de vuelos en ciertas zonas), la elevada inflación que hemos vivido estos últimos 24 meses los ha disparado aún más.
¿Cómo salir airoso de esta vorágine de gastos sin hacer un agujero en la economía familiar, y al mismo tiempo tener contento a los tuyos y a ti mism@?
Aquí van algunos consejos:
1.- Hazte un presupuesto de ingresos y gastos para estas 6-8 semanas en torno a Navidad. Para ello puedes utilizar, por ejemplo, la app mi día a día de BBVA. En ella, ponte una cantidad tope de gastos y no te salgas de planificación hecha. Prevé en ese presupuesto imprevistos y/o gastos adicionales por caprichos para poder cumplir con el presupuesto. Puedes tomar como referencia el presupuesto del año anterior, si lo hiciste.
2.- No te “obligues a ti mism@” a comprar lotería de Navidad en todos los sitios por los que pases, por si acaso tocase en uno de ellos. Necesitarías comprar décimos o participaciones en demasiados lugares. La probabilidad estadística de que toque muy baja. Es normal que quieras comprar lotería allí donde, por ejemplo, tomas el café cada día, o en el colegio de tus hijos, o en el trabajo (te tirarías de los pelos si toca). Pero prioriza dónde comprarla. Algunas personas acaban gastando más de 300 euros en lotería de Navidad.
3.- Compra la comida especial de Navidad con antelación, especialmente los productos que más incrementan su precio (mariscos, pescados, carnes finas) y congela cuando sea necesario.
4.- No gastes de más comprando mayores cantidades de comida que la necesaria, para impresionar a las visitas, si sabes que va a sobrar. Compra y cocina la cantidad justa, o un poco más (por ejemplo, para comer sobras al día siguiente). Pero no tires comida. Uno de los retos más necesarios para hacer este mundo sostenible es evitar el desperdicio de alimentos. Una gran parte de la población mundial no puede acceder a una alimentación adecuada, y casi un 10% pasa hambre. Al comprar, recuerda que solo hay comida en el planeta para alimentar al 50% de la población mundial.
5.-Regalos. Pregúntate a ti mismo, ¿es necesario comprar todo lo que regalas y al precio que lo compras?
–Regalos para adultos: Los Reyes Magos podrían dejar en el árbol pequeños detalles para los adultos. Para lo de mayor coste, regala vales para ir a las rebajas después de las fiestas. Estarás regalando más al mismo precio o bien estarás gastando menos dinero para el mismo obsequio.
–Regalos para niños y adolescentes. ¿Es necesario que todos los familiares regalen a los hijos de otros? Si bien la máxima debe ser que no haya un niño sin regalo, al mismo tiempo hay niños que reciben demasiados por Navidad, y no son conscientes ni pueden disfrutar de tantos juguetes. Podrías espaciar los regalos de tus hijos durante el año. Que algunos los dejen los Reyes Magos y/o Papá Noel, pero que otros los reciban durante los meses siguientes o anteriores, vinculados a buen comportamiento, consecución de pequeños logros, ayudar en casa, cumplimiento de compromisos previo, etc.
6.- Viajes: La Navidad es una de las épocas del año más caras para viajar, y donde más multitudes de personas te puedes encontrar. Si no estuvieras sobrado de presupuesto, ¿porque no te planteas hacer ese mismo viaje en otras épocas del año en las que también puedas? Es cierto que la ilusión que, por ejemplo, puede hacer a los niños pequeños ir a Disneyland París, a Port Aventura o a otro parque temático en Navidad es muy grande, pero también en otras épocas del año, cuando obtendrás precios más bajos y encontrarás menos gente.
7.- No te endeudes, gasta solo lo que tienes: prioriza pagar en dinero efectivo o con tarjeta de débito, evitando la tarjeta de crédito, salvo que tengas un control riguroso de esta y del gasto que haces con la misma.