Tras tres días de negociaciones, los presidentes y jefes de estado del club comunitario europeo han acordado nominar a Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo (BCE), en sustitución de Mario Draghi, y a Charles Michel como presidente del Consejo Europeo.
La que fuera ministra de finanzas con Nicolás Sarkozy y quién hasta ahora lideraba el Fondo Monetario Internacional (FMI), decidió renunciar temporalmente a su cargo durante el proceso de nominación. Según comunicó el organismo, Lagarde dijo: “Me siento honrada de haber sido nominada para la Presidencia del Banco Central Europeo. A la luz de esto, y en consulta con el Comité de Ética del Directorio Ejecutivo del FMI, decidí renunciar temporalmente a mis responsabilidades como director ejecutivo del FMI durante el período de nominación».
En opinión de David F. Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis IM, su mayor reto será “continuar con las políticas superacomodaticias” impulsadas por Draghi. En su opinión, “no importa mucho” que no sea economista y, de hecho, subraya que “su habilidad para moverse entre los políticos europeos probablemente es más valiosa que un doctorado en económicas” en las circunstancias actuales, en las que “las herramientas monetarias han perdido mucha de su eficacia”.
Desde Julius Baer señalan que no solo en Europa han evitado poner al frente de la institución monetaria una figura “hawkish” al elegir a Lagarde, sino que en Estados Unidos ha pasado lo mismo. “Si bien puede haber cierta resistencia en el Parlamento Europeo, todo indica que la nominación de Lagarde será aprobada. Esto eliminaría los temores de una postura dura en la gestión de la política monetaria europea a partir de octubre de este año. Al mismo tiempo, el presidente de los Estados Unidos nominó a Christopher Waller y Judy Shelton para la Reserva Federal. Ambos parecen abogar por una postura más generosa con respecto al régimen monetario. Si bien las noticias pueden tener un impacto bastante limitado en los mercados a corto plazo, no se deben subestimar las consecuencias a mediano plazo. Tener unos órganos de gobierno en los bancos centrales que sean favorables al mercado puede marcar la diferencia en el futuro”, explica Christian Gattiker, jefe de análisis de Julius Baer.
En opinión de deVere, la elección de Lagarde es una buena opción para los mercados financieros, pese a ser una nominación tanto sorprendente como controvertida. “Es sorprendente porque ella misma ha aparecido previamente para excluirse de este cargo, además no es economista sino una figura política sin experiencia directa en la gestión de un banco central. Y es una nominación controvertida debido al equipaje que lleva en su espalda, ya que fue declarada culpable de negligencia por un tribunal francés por su gestión de un caso durante su etapa como el ministro de finanzas de Francia. Sin embargo, a pesar del escepticismo, creo que el nombramiento de Christine Lagarde sería bien recibido por los mercados financieros”, apunta Nigel Green, consejero delegado de deVere.
De hecho, la figura de Lagarde será percibida por el mercado como dovish, según explica Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada. “Es un perfil político más que técnico y ha argumentado con frecuencia que, los gobiernos que tengan la posibilidad de hacerlo, deberían utilizar su política fiscal para mitigar las desaceleraciones. Aunque es pronto para sacar conclusiones, parece que un nuevo programa de compra de bonos es más probable con Lagarde que con algunos de los otros candidatos de los que se hablaba. Si bien no es su papel, puede ser una buena candidata para intentar unificar voluntades y tener algo de impacto en políticas fiscales necesarias en la UE”, argumenta Fernández.
Para Allianz GI el perfil Lagarde no será un problema. “Dado que tiene una experiencia muy sólida y relevante como ex ministra de finanzas y jefa del FMI, pero como abogada no tiene antecedentes formales en economía y no ha trabajado en la banca central, podría aumentar el peso y el papel que ahora mismo tienen los expertos en el Consejo de Gobierno del banco”, señala Ann-Katrin Petersen, estratega de economía global de Allianz GI.
Ben Lord, gestor de renta fija de M&G, considera que el nombramiento de un presidente de corte más restrictivo habría conllevado un riesgo significativo para el mercado, pero “Lagarde muestra un talante probablemente más acomodaticio que el mismo Mario Draghi, dado que ha sido una firme defensora de los programas de relajación cuantitativa, del uso de la política presupuestaria para apuntalar la política monetaria y, en el pasado, de una mayor integración europea. Lagarde podría incluso intentar convencer a Alemania para que cambie el rumbo de su actual superávit por cuenta corriente”.
“La elección de Lagarde como sucesora de Mario Draghi ha tenido una recepción aparentemente positiva por los inversores, a pesar del sesgo predominantemente político que muchos le critican. La actual jefa del Fondo Monetario Internacional es vista como una candidata más alineada con el estilo de Draghi que otros aspirantes, lo que genera confianza sobre una continuación de las políticas de estímulo del BCE”, considera Monex Europe en su último informe.
Lagarde no es la única mujer que fue propuesta este martes para liderar a uno de los organismos más importantes de Europa. Ursula von der Leyen apunta como la futura presidenta de la Comisión Europea. Von der Leyen ha sido la primera mujer ministra de defensa en Alemania y es firme defensora del proyecto europeo.