La reforma a la constitución de Uruguay que buscaba eliminar el ahorro individual y las Afaps (administrador privado del ahorro individual del sistema de pensiones) y modificar otros aspectos de la seguridad social fue rechazada por la población el domingo 27 de octubre.
La iniciativa, que además buscaba bajar la edad mínima de jubilación e igualar el monto mínimo de las pensiones al salario mínimo nacional, solo alcanzó un 38% con el 99% de los votos escrutados, lo que la deja lejos del 50% + 1 que debía lograr.
Según los expertos, de ser aprobada, la reforma hubiera aumentado sensiblemente el déficit fiscal y la carga tributaria además de dañar la imagen internacional del país.
Bajar la edad de jubilación, eliminar las Afaps
La principal central sindical de Uruguay, PIT-CNT, impulsaba la iniciativa bajo tres puntos clave: bajar la edad de jubilación de 65 a 60 años, eliminar el ahorro individual de las Afaps (administradoras privadas de aportes sociales de los trabajadores) e igualar la jubilación mínima al salario mínimo nacional.
Estos puntos, que surgieron en contrapartida de la reforma que llevó a cabo el actual gobierno de Luis Lacalle Pou (centro derecha), recibieron las críticas de propios y ajenos. Si bien la propuesta de reforma contó con el apoyo del Partido Comunista, miembro de la coalición de centro izquierdas, Frente Amplio, muchos de los referentes políticos de la principal fuerza opositora que obtuvo cerca del 44% en la elección nacional celebrada el mismo día, se manifestaron en contra de estas reformas.
Por ejemplo, un grupo de 111 economistas relacionados al Frente Amplio, entre ellos en candidato a ministro de Economía y Finanzas en caso de que gane la coalición de izquierdas, Gabriel Oddone, y el exministro de Economía y expresidente de Banco Central (2010-2015), Mario Bergara, actualmente senador.
Las consecuencias de la desaparición de cinco inversores institucionales
Además, varios técnicos y académicos advirtieron sobre la amenaza financiera e institucional que podría significar llevar a cabo el cambio. En primer lugar la eliminación del ahorro individual contenido en las Afaps generaría un problema institucional con entidades financieras a las que no se les estaría respetando su contrato.
“Tal vez no ha tenido un análisis tan profundo las implicancias para el país que desaparezcan los cinco inversores institucionales más grandes del Uruguay, ya que se eliminarían a las cuatro Afaps actualmente en funcionamiento, y desaparecería el negocio de rentas vitalicias del Banco de Seguros del Estado, que se encarga de la administración de los ahorros jubilatorios a partir de la edad de retiro”, comentaba a Funds Society, Martín Larzabal, cofundador y coCEO de Cryptotrust Fiduciaria y ex CIO de República Afap (2007-2021) previo a la contienda.
Larzabal agregó que “lo delicado del tema” radica en que estos cinco inversores “son los que cubren principalmente la necesidades de fondeo local de la Tesorería, le dan soporte a las emisiones internacionales en el mercado primario y secundario, siendo los grandes estabilizadores de la tasa de interés en momentos de flight-to-quality por motivos locales o globales, como ocurrió en la crisis financiera local de 2002, e internacionales de 2008 y 2020”.
Además, el directivo aseguró que si se le suma la perspectiva del financiamiento el crowding out que tendrán los proyectos en el sector privado del país, “donde estos inversores institucionales han financiado más de 10 puntos del PBI en los últimos 10 años”, deja en evidencia que al país le faltarán siete puntos del PBI por año en materia de colocación neta de emisiones de deuda pública, y un punto del PBI por año de financiamiento de proyectos productivos, “en un contexto donde los grandes agentes estabilizadores de la tasa de interés no estarán para quitarle volatilidad al costo de financiamiento en momentos de inestabilidad”, agregó.
Los fideicomisos financieros, pieza clave de la industria financiera uruguaya
A esta reflexión se sumó la de Verónica Ayzaguer, Fund Manager de AF, quien reconoció que las Afaps “han logrado financiar en su mayor parte a los fideicomisos financieros de proyectos locales”. Según la experta, esto no hubiera ocurrido con inversores extranjeros en el momento que las Afaps lo hicieron porque el riesgo país de Uruguay era mayor.
“Ahora que el riesgo país de Uruguay es bajo, inversores internacionales abundan. Si esto cambia y las AFAPs no existen, es muy difícil lograr esa fuente de financiamiento”. El financiamiento en activos alternativos requiere por parte del inversor de mucha expertise y análisis, aseguró Ayzaguer quien advirtió que se necesita un equipo capaz de realizar y hacer seguimiento a ese trabajo.
Argumentos a favor de la iniciativa
El sindicato, que decidió impulsar la iniciativa con una votación dividida, defendió el domingo al reconocer la derrota electoral, que la medida buscaba dar la posibilidad de evitar las comisiones que cobran las Afaps por la administración de los aportes individuales y la creación de un fideicomiso que invierta los fondos.
Sin embargo, otros defensores de la reforma dijeron que la inyección de dinero de unos 22.000 millones de dólares que podría haber ingresado si se aprobaba la inicitativa podría haber financiado las pasividades que se generarían en consecuencia de la reducción de la edad mínima para jubilarse y la elevación de los montos en las jubilaciones mínimas.
Con la derrota de la iniciativa y la votación por debajo de lo que se esperaba es posible que el nuevo gobierno que se conforme en Uruguay a partir de marzo de 2025 no haga cambios sustanciales a la reforma elaborada por la actual administración de Luis Lacalle Pou