Si algo está demostrando el turbulento 2020, son los beneficios de tener una cartera bien diversificada para poder hacer frente a los fuertes vaivenes que han experimentado los mercados desde el inicio de la pandemia. La disrupción causada por el COVID-19 ha puesto a prueba la expansión económica iniciada en 2009: al empezar el ciclo a mostrar signos de debilidad, los beneficios de la diversificación se plantean no como necesarios, sino como imprescindibles.
“Esto es así sobre todo porque la deuda pública, considerada durante mucho tiempo como una cobertura en una cartera sencilla con una distribución 60/40, ofrece ahora escasas rentas y, a menudo, ha evolucionado de la mano de los activos de riesgo en los últimos años, sobre todo durante los sustos en términos de inflación”, explican desde BlackRock.
Paralelamente, las inversiones alternativas han ido ganando presencia en las carteras hasta convertirse en una potente herramienta para gestores de patrimonios e inversores. El punto de vista de BlackRock es que la nueva realidad cambiante del mercado “exige una nueva estrategia para la construcción de carteras” que dé lugar a carteras “que están diseñadas para ser resilientes, para resistir la incertidumbre y centradas en los resultados para el cliente”. Desde la firma sugieren que “los inversores pueden centrar su atención en una mayor indexación y una búsqueda de alfa y activos alternativos”.
Existen principalmente dos tipos de inversiones alternativas: los activos privados (capital riesgo, infraestructuras, crédito privado, bienes inmuebles privados) y los hedge funds. Los primeros son instrumentos de mayor complejidad y menor liquidez que activos como acciones y bonos, aunque permiten a los inversores acceder a fuentes de rentabilidad adicionales. Los hedge funds se negocian principalmente en los mercados públicos, pero utilizan herramientas menos tradicionales, como la venta al descubierto o el apalancamiento.
Pese a la popularidad creciente de estas estrategias, particularmente de los hedge funds – según datos de BlackRock, suponen un 43% de todas las inversiones en activos alternativos-, sigue habiendo mucha confusión en torno a los alternativos. Esto es debido a la falsa percepción por parte de algunos inversores, que todavía piensan en ellas como fondos exóticos de alto riesgo reservados para personas e instituciones con ingresos extraordinariamente altos.
Para BlackRock, en realidad, las inversiones alternativas tienen cabida en casi todas las carteras. Con la intención de generar más claridad sobre la inversión en alternativos, la gestora ofrece argumentos para desmontar las tres falsas creencias más extendidas en torno a esta clase de activos.
- Mito 1: peor perfil de liquidez. A la hora de invertir en alternativos, la liquidez depende mucho de las inversiones individuales. “En realidad, muchos fondos alternativos ofrecen liquidez semanal o incluso diaria, mientras que las sociedades comanditarias tienen ventanas de redención más largas, desde 30 días hasta incluso diez años”, indican desde BlackRock.
- Mito 2: discrepancias entre costes y retornos. Desde la firma consideran que esta creencia presenta dos aspectos a rebatir. Respecto a la performance, como es el caso de cualquier inversión tradicional, siempre va a haber gestores que destaquen sobre el resto en generación de alfa. “Sí que es probable que la dispersión sea más elevada en la inversión alternativa, pero debido a que el margen de actuación de los gestores en esta clase de activo también es más amplio”, explican desde BlackRock. En cuanto a las comisiones, desde la gestora recuerdan que la industria las ha estado reduciendo a lo largo de los últimos años; los costes que quedan están justificados por el uso de instrumentos sofisticados y el acceso a un set de oportunidades más amplio. Finalmente, desde la gestora se indica que “los alternativos también proporcionan una mejor alineación con los inversores a través de la comisión por performance, ya que estás pagando en concordancia con los retornos obtenidos. Por tanto, dependiendo de su apetito por el riesgo, los retornos sí que pueden justificar los costes”.
- Mito 3: se asume más riesgo que con inversiones tradicionales. El punto de vista de la firma de gestión de activos es que, de hecho, “las inversiones alternativas están diseñadas para proporcionar un tipo diferente de riesgo en relación con otras clases de activo más tradicionales”. “Esta diversificación del riesgo es valiosa para las carteras porque ayuda a que el inversor esté diversificado respecto a los riesgos del mercado. Puede ayudar a aislar una cartera de la volatilidad del mercado y también a mitigar las caídas”, explican los expertos de BlackRock. Esta capacidad para diversificar riesgos y proteger a la cartera frente a caídas es valioso para las carteras “con independencia del tipo de inversor que tengan”, añaden
¿Cómo invertir?
Hay dos productos de la gama de gestión alternativa de BlackRock que pueden ser interesantes para los inversores que quieran empezar a ganar exposición a activos alternativos en el entorno actual de mercado. El primero es el BSF Global Event Driven (GED), una estrategia de retorno absoluto que busca generar retornos consistentes, no correlacionados con los movimientos del mercado, invirtiendo en eventos corporativos transformadores.
Desde la firma destacan el buen comportamiento de la estrategia en términos absolutos y en relación con sus competidores durante la primera mitad del año: “La performance generada ha sido una función de la disciplinada gestión del riesgo, así como de la selección y estructuración de oportunidades”. “Es en periodos de estrés significativo como el de una pandemia mundial donde se destacan los beneficios de nuestra filosofía y proceso”, añaden.
Además, considerando que los spreads en los precios de operaciones de fusiones siguen elevados frente a sus medias históricas, y que la crisis pandémica ha creado distorsiones en la percepción de eventos empresariales, desde la gestora perciben que “es posible que el escenario del universo de inversión Event Driven se presente como uno de los momentos más atractivos desde 2008”.
El segundo fondo es el BSF Americas Diversified Equity Absolute Return (ADEAR). Es una estrategia de retorno absoluto market neutral que busca generar, a través del uso de miles de posiciones long/short en acciones, una volatilidad inferior a la de la renta variable long-only tradicional. El proceso de inversión está basado en el research de la firma, con un fuerte énfasis en la innovación, datos y tecnología. La cartera está compuesta por cinco estrategias subyacentes de selección de activos (US Large Cap, US Small Cap, US Mid Horizon, Canadá y Latam) que proporcionan diversificación geográfica, por capitalización y horizonte de inversión.