Las criptomonedas y los NFTs ya se van haciendo un hueco, aunque tímido, en los planes de ahorro e inversión de los españoles, según se recoge en el IV Observatorio del Ahorro Financiero de Bestinver y el IESE, que este año ha incluido como novedad preguntas sobre estos activos . Según la encuesta, la mitad de los jóvenes inversores tienen o han tenido criptodivisas, frente al 34% de los inversores mayores de 35 años. Además, un 32% de los inversores las tienen en cartera actualmente mientras que, entre los inversores mayores de 35 años, esta cifra desciende hasta al 23%.
En la presentación del estudio, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ha mantenido durante su discurso una postura crítica respecto a estas inversiones. “Tengo ciertas dudas sobre calificarlas como activos financieros”, ha apuntado. Según ha explicado, existen seis tipos de tokens: los utility tokens, los NFTs, las stable coins, las que se usan como medio de pago, como el bitcoin, los que representan una participación en un proyecto y no remuneran a los accionistas, y aquellos que digitalizan un activo financiero, como los criptobonos o criptoacciones.
“Ninguno de los tres primeros tiene especial interés”, ha añadido. Respecto a las usadas como medio de pago, Buenaventura ha advertido que muchas desaparecerán provocando “dolorosas pérdidas”. Sin embargo, la sexta categoría, aquella que digitaliza un activo financiero, sí ha merecido buenas palabras del presidente de la CNMV. “Es la única a la que podemos llamar activo financiero y son los que más deberían interesar a la sociedad española”.
Protección al inversor y estabilidad financiera: los riesgos de los criptoactivos
Según ha señalado Buenaventura, que también ha insistido en la importancia de revitalizar los mercados de valores y la participación del minorista, con estos tokens nos enfrentamos a dos riesgos claros: la protección del inversor y la estabilidad financiera. Respecto al segundo, el experto ha tranquilizado explicando que al ser un mercado “minúsculo” tiene pocos puntos de contacto, y por tanto de contagio, con las entidades financieras.
En cuanto a la protección del inversor, Buenaventura ha hablado de MiCA, sobre la que ha advertido que “no es un bálsamo arreglatorio. No elimina los riesgos y no será instantáneo”. Buenaventura ha insistido en que una vez estén regulados no estarán al nivel de protección de otros activos y no contarán, por ejemplo, con fondos de garantía. «MiCA es una versión en miniatura de MiFID. Toca todos los temas, pero los regula uno, dos o tres escalones por debajo del nivel de exigencia de los activos financieros regulados», ha aclarado. “Habrá que seguir advirtiendo que son productos con menos mecanismos de protección”.
Según la encuesta de Bestinver y el IESE, los criptoactivos son conocidos prácticamente por la totalidad de los inversores y un tercio ha tenido o tiene experiencia en la actualidad con ellos, especialmente con bitcoin. Concretamente, las criptomonedas representan un 4% del patrimonio, mientras que los NFTs un 1%. Además, los inversores actuales en criptoactivos tienen tendencia a una mayor diversificación de sus carteras.
Precisamente, son la amplia oferta de monedas digitales, con las posibilidades de diversificación que implica, y las expectativas de alta rentabilidad los principales atractivos de las criptomonedas, inversión que a pesar del criptocrash sigue siendo ampliamente considerada. Por sexos, son los hombres los que valoran en mayor medida la posibilidad de diversificar, mientras que las mujeres consideran la innovación que estas suponen. Sin embargo, los resultados de la encuesta dejan entrever que el 58,4% de los inversores las considera una burbuja financiera, y el 24,9% son reticentes a considerarlas como posible inversión en un futuro.