«A medida que los precios de las viviendas continúan subiendo más rápido que la inflación, hay que hacerse dos preguntas: ¿por qué? y la segunda ¿podríamos estar ante una burbuja?», afirmaba recientemente David M. Blitzer, managing director y presidente del comité de índices de S&P Dow Jones Indices.
Una de las respuestas se esconde en ciudades como Miami, San José, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, donde al menos el 33% de su población es extranjera, y donde los compradores no residentes juegan un papel crucial en la burbuja de los precios inmobiliarios.
En el caso de Miami, los compradores tienen un perfil determinado y las adquisiciones suelen apuntar a propiedades en el rango alto de los precios –de media unos 570.000 dólares–. No es casualidad que pese a protagonizar sólo el 24% de las operaciones entre 2015 y 2016, el gasto ascendiera a 6.100 millones de dólares, el 39% del volumen total de ventas.
Según la Asociación de Realtors de Miami, casi el 90 por ciento de los compradores extranjeros en Florida adquieren propiedades sólo con cash –el 72% en Miami–, lo que continúa reflejando una presencia fuerte de compradores internacionales en el mercado de real estate. “Se continúa vendiendo a un ritmo rápido y casi al precio listado, lo que refleja una demanda firme”.
Miami-Dade, Broward, Palm Beach, y Martin County son los condados favoritos, siendo el primero el mayor receptor de flujos de capital: hacia el se dirge el 80% del volumen de compras residenciales en dólares en los cuatro condados.
Por geografía, los venezolanos se alzaron en 2016 como el primer grupo de ciudadanos no residentes con adquisiciones en algunos de los cuatro condados, derrocando a los argentinos, primeros en 2015. En segundo lugar se situaron los compradores brasileños.
“La inestabilidad política en Latinoamérica y las preocupaciones sobre la seguridad personal están provocando una nueva oleada de migración desde Venezuela y otros países del continente”, explicaba en una entrevista Varda Tal, vicepresidente y responsable del equipo de banca privada del banco israelí Bank Leumi.
Los datos de la asociación mostraron que de los 6.100 millones de dólares, las compras de Venezuela y Brasil computan por al menos el 50%. Mientras los primeros gastaron 868 millones de dólares en 2016, los segundos cerraban operaciones por 861 millones de dólares en total en el mismo año.
Son además, junto con los canadienses, las nacionalidades que de media compran las propiedades más caras. Los venezolanos invierten unos 534.000 dólares y los brasileños más, hasta 775.000 dólares de media.