La asignación a private equity o capital privado representa de media más de la quinta parte, en concreto un 21%, en la cartera de los family offices. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio elaborado por Campden Wealth, junto con el apoyo de KKR, en el que han analizado los retos y oportunidades que presenta este tipo de activo. La investigación, titulada “Capital privado y co-inversión en los family offices”, es un compendio de datos cuantitativos recogidos en el informe Campden Wealth’s Global Family Office Report 2016 (GFO 2016).
El resultado de este informe está basado en la información recopilada a través de entrevistas a los ejecutivos de los family offices, que han explicado y contextualizado algunas de las tendencias clave, incluyendo la inversión en private equity, la problemática entre las expectativas y los rendimientos obtenido, y las ventajas y desventajas del enfoque pasivo y activo a la hora de invertir en este tipo de activos.
Según sus conclusiones, la asignación al capital privado representa de media más de la quinta parte, en concreto un 21%, en la cartera de los family offices. Además, se registró un crecimiento del 2%. Los ejecutivos de los family offices señalaron en las entrevistas que, de nuevo, la diversificación y el flujo constante de liquidez son los factores clave que convierte a este activo en algo atractivo para sus carteras.
Por eso, se espera que, de media, el capital privado refuerce su posición dentro de la cartera de los family offices, ya que ocho de cada 10 participantes en el informe indicaron su intención de mantener o aumentar su asignación en esta clase de activo.
Además, según refleja el informe, hay señales que indican que los family offices se decantarán por la co-inversión o la inversión de forma más directa en el futuro. En este sentido, entre el 51% y el 40% de los encuestados dijo que planeaba aumentar su actividad dentro de estas áreas. De hecho, se registró un incremento del 31% al 41% en el número de participantes entre 2015 y 2016.
La expectativa de mayores retornos, la ausencia de honorarios por parte de los agentes y un mayor sentido del control sobre las operaciones son los factores clave que impulsan a las familias a invertir directamente: así lo afirman los ejecutivos de los family offices. En 2016, los entrevistados para este informe esperaban un rendimiento promedio del 16% con su gestión directa, en comparación con el 14% de todas las inversiones de gestión indirecta.
Ahora bien, también se ha puesto de relevancia los desafíos a los que se enfrenta este enfoque, como son los recursos limitados de los equipos o la brecha de conocimientos. Los encuestados quisieron poner de relevancia la importancia que tiene la due diligence y la capacidad del equipo para hacer crecer el negocio donde se invierte de forma directa.
Y así, los encuestados destacaron las ventajas que tiene el poder acceder a un grupo de profesionales de la inversión cualificados, lo que resulta muy atractivo para los family offices con menores recursos. “Una ventaja significativa que los fondos de capital privado tienen sobre la inversión directa es el conjunto de habilidades específicas sobre este sector y el conocimiento que tienen los gestores, así como los recursos que destinan para cada inversión. Mi recomendación para aquellos que quieran invertir en private equity es que trabajen primero con un gestor, ellos saben bien cómo hacerlo”, explicaba uno de los ejecutivos de un family office de Norteamérica.