Durante 2022, la deuda privada ganó popularidad entre los inversores, que veían frustrados las dificultades del mercado de renta fija y su correlación con la renta variable. Según el último informe global de Preqin, el 63% de los inversores encuestados están pensando en aumentar sus asignaciones. Una cifra muy superior al 47% del año pasado y que marca un máximo de siete años.
¿Cuáles son las ventajas que citan los LP optimistas en estos tiempos difíciles? Diversificación, un flujo de ingresos, la exposición a tipos variables y la protección frente a las caídas, según el autor del informe, RJ Joshua, Vicepresidente de Research Insights. Desde Preqin destacan que no faltan GP que intentan aprovechar la demanda: en septiembre, había 837 fondos de deuda privada en el mercado, que en conjunto buscaban 297.000 millones de dólares.
“Aunque el número de inversores en deuda privada es cada vez mayor, también existe una considerable concentración de capital en los mayores gestores. Los 10 principales fondos cerrados representaron el 50% del capital total captado en los tres primeros trimestres de 2022”, explica Shaun Beaney, editor de Preqin First Close.
A la hora de hablar de previsiones, desde Preqin estima que Norteamérica seguirá dominando, con un 64% de los 2,3 billones de dólares de activos en 2027. “Hasta ahora, APAC representa sólo un pequeño porcentaje, pero el potencial de la región es particularmente intrigante. En los dos últimos meses, hemos destacado el panorama de Japón, Corea del Sur y Australia; las perspectivas de China, India y la ASEAN; la implantación de empresas estadounidenses en Seúl; y la deuda de riesgo en el sudeste y el sur de Asia”, señalan desde la firma.